Vicente Verdú, periodista y escritor, es también pintor. Y pinta igual que escribe: con emoción y sin miedo. Para él, el lienzo es una herramienta más donde expresarse y mostrar, a veces, sentimientos que no es capaz de escribir en el papel. Después de quince años en la senda del expresionismo, Verdú permite al espectador conocer esta faceta y mostrar una paleta de emociones, que van desde la tristeza hasta la alegría, pasando por el optimismo o el desgarro, y que se encuentra estos días en la Galería de Arte Conde Rodezno de Pamplona bajo el nombre El silencio del cuadro, donde permanecerá hasta el próximo 25 de mayo. “El silencio de los cuadros es ese silencio emocionado que supone la comunicación de la pintura”, cuenta el escritor.

“Los cuadros no hablan desde la elocuencia de la escritura, sino desde la conexión emocional”, dice Vicente Verdú, quien afirma que los cuadros que se pueden observar en Conde Rodezno “son de muy diversa naturaleza, ya que pertenecen a épocas distintas y, por tanto, están hechos bajo diferentes emociones”. El escritor y periodista alicantino aterrizó en Pamplona hace unos días, después de llevar diferentes muestras por países como Bélgica, Suiza, Estados Unidos o China. “Tengo mucha producción porque a mí eso de pintar me sale de prisa, por lo que puedo tener varias exposiciones a la vez”, agrega.

Sus cuadros se caracterizan por ser vanguardistas y pertenecer al expresionismo abstracto, a la vez que poseer un estilo muy personal que, según destaca Verdú, “nace de haber visto mucha pintura y, por supuesto, de tener un talante artístico”. Para él, el impulso artístico está presente desde que escoge “unos calcetines” hasta que escribe “un poema”. Pero otro de los componentes fundamentales de la pintura de Verdú es “el amor por la pintura”, ya que afirma que siempre ha prestado mucha atención a este arte que tanto le gusta y, aunque cuenta que nunca había pintado “tan asiduamente como en los últimos quince años”, siempre se ha interesado “por las exposiciones y por observar las creaciones de diferentes artistas” que le gustaban. “Lo que más me ha enseñado ha sido la observación de los cuadros que me interesaban”, sostiene.

El escritor y pintor apunta que sus creaciones provienen de un “aprendizaje personal”, aunque admite que siempre ha estado impulsado por el interés que le despierta el expresionismo abstracto americano, “que es lo que está en la base del arte abstracto actual”. Sus cuadros se llenan de optimismo gracias a la gran variedad de colores vivos que utiliza, una de sus virtudes, según cuenta. “Me produce mucha satisfacción realizar este uso del color, y por eso se crean unos cuadros tan vistosos”. Pero, a su vez, estas pinturas están llenas de luz y movimiento. “Si no lo hiciera así, me encontraría con un cuadro como la pared de un apartamento en la playa”, agrega. En cuanto a las técnicas que utiliza, se puede decir que no tiene una preferencia. En sus trabajos se ve el uso de acrílico, óleo y carboncillo. También hay otros realizados sobre cartón, pintados también con acrílico y con ceras y unas cintas que el artista incorpora al cuadro.

Pintura y escritura

Dos vías de escape

Para Vicente Verdú, tanto la pintura como la escritura sirven de “medios de expresión”. “Todo lo que escribo tiene emoción, si no, no podría hacerlo, porque la emoción para mis textos es como el tintero donde mojo la pluma y de donde saco la sustancia para hacer el artículo, la columna o el libro”, indica, y agrega que para él “lo sentimental es una forma de conocimiento natural, más profunda que el pensamiento lógico”.

Según destaca, para él, la gran diferencia entre un folio en blanco y un lienzo sin estrenar radica en que “el folio es como un abismo, pero un lienzo blanco es ya un lienzo con color” y, en este sentido, añade que “es muy decisivo el fondo que se pone en el cuadro, ya que si se tratan con un color o una pequeña matización, cambia mucho el resultado”. De igual manera, sostiene que “en todos los cuadros importantes está muy cuidado el fondo, ya que inspira y condiciona el cuadro y su impulso comunicativo”.

Por otro lado, compara la forma que tiene de acercarse a una nueva creación con la que utilizaría para acercarse a una persona que ama. “Te acercas con todos tus recursos y utilizas no solo una de tus facetas, sino la comunicación de todas ellas”, dice, y agrega: “Siempre me pongo a pintar impulsado por un deseo, como si fuera un deseo erótico, que parece que no lo puedo contener y solo lo puedo liberar al pintar”.