pamplona - Virginia de Diego creó hace ya cuatro años la fanzinería Sándwich Mixto, un lugar de creación, difusión y distribución de la cultura local, independiente y de calidad, cuya sede está en Madrid y extiende su trabajo por todo el Estado. En el taller del Centro Huarte, que finaliza hoy, las participantes -todas son mujeres- han podido desarrollar un proyecto autoeditado, conocer las herramientas necesarias para ello y compartir su proceso.
Está impartiendo en el Centro Huarte un taller sobre el fanzine, un formato que en las últimas décadas ha sabido adaptarse a las nuevas tecnologías pero, ¿mantiene la misma vocación independiente de cuando nació?
-Ahora se han vuelto menos independientes en el sentido de que llegan a más gente. Antes las personas a las que llegaban eran muy especializadas y más conocedoras de este mundo, pero ahora, gracias a Internet y las nuevas tecnologías, puede tener acceso a un fanzine cualquier persona. A nivel de contenido creo que siguen siendo los mismos que cuando nacieron, porque los autores dicen y hacen lo que quieren, y ese es el espíritu del fanzine. A nivel de formato, lo mismo. Hay más formatos y más posibilidades gracias al ordenador, pero siguen siendo iguales.
¿Qué funciones competen a un creador de fanzines?
-Todas. Lo que tiene un fanzine es que subvierte y rompe las acotaciones de la creación de un libro. Antes, primero era la creación, después el diseño, la edición, la publicación y la distribución. En el fanzine, el autor es responsable de todo el proceso, desde su creación hasta su difusión. Esto da un control al autor que antes no tenía, pero también una responsabilidad que hay que asumir para que el proyecto salga adelante.
Entonces, ¿hay que ser valiente para adentrarse en este mundo?
-La verdad es que es una apuesta por uno mismo muy potente. En el taller me preguntan cuántas copias suelo hacer de cada edición, porque claro, luego hay que venderlas. La tirada tiende a no ser muy alta en el fanzine, aunque en la publicación independiente hay personas que ya llegan a una tirada de 1.000 ejemplares. Es una apuesta brava por uno mismo, porque te hace ser consciente de tu propio proyecto y trabajo.
Pero, ¿el fanzine no es una publicación independiente? ¿O son formatos diferentes?
-El fanzine nació como la publicación independiente por excelencia, pero la diferencia está en que el fanzine sí se parece a lo que era en los años 80, mientras que una publicación independiente puede ser todo aquello que sea publicado por uno mismo o una pequeña editorial, y ahí entran productos hasta con tapa dura. Estamos hablando de cosas que tienen pinta de libro y todo (ríe).
¿Cuáles son las características de los fanzines de hoy en día?
-Siguen teniendo la lógica de los 80, que es una mínima inversión con una máxima difusión, es decir, optimizar los recursos que tienes a mano. Hay que ser pertinente con lo que tienes alrededor y tener una lógica de aprovechar todos los recursos. También está relacionado con la lógica de hazlo tú mismo.
Dice que el autor es el responsable de todo el proceso. ¿Dónde entra, entonces, la labor de Sándwich Mixto, la iniciativa que usted capitanea?
-Tiene varias labores. La primera de ellas es la elaboración de fanzines. También tenemos el Sándwich Club, donde las personas que están inscritas reciben todos los meses, a través de correo ordinario, una publicación independiente de un artista diferente. Lo hacemos en una tirada limitada según el número de socios que tenemos. También distribuimos publicaciones y fanzines de otras personas, pero que estén en relación con España, es decir, que se hagan y se impriman aquí. Siempre decimos que qué cosas más chulas se hacen en ciudades como Londres o Berlín, pero aquí también se hacen cosas muy bonitas, así que es una manera de darle valor a todo esto. Además, en Sándwich Mixto también celebramos talleres, fiestas de presentaciones...
Desde el punto de vista de alguien que trabaja mano a mano con este género, ¿considera que está en sus mejores años?
-Es verdad que se está haciendo mucho fanzine, pero esto es así porque ahora llega a mucha más gente, que lo va conociendo y se anima a hacerlo, porque es más o menos fácil de realizar. Quizás en los años 80 se hacía más, pero se veía menos.
¿Quiénes son estas personas que se animan a crear un fanzine?
-Normalmente es gente que tiene interés en contar una historia. Tienes que tener algo que decir, pero es un público muy amplio, desde poetas hasta fotógrafos. Hay personas de todas las disciplinas artísticas.
¿La escena digital supone un apoyo a este mundo, a nivel de producción y, sobre todo, de difusión?
-La escena digital ha sido una revolución a nivel de producción, porque ya prácticamente todos podemos hacer un fanzine con un ordenador y todos tenemos una impresora en casa. Lo que antes había que hacer a mano o llevar a una imprenta de barrio, ahora se puede hacer desde casa. Esto ha supuesto un boom en cuanto a publicaciones, porque tienes todos los medios a tu alcance para llevar a cabo todas las etapas de producción. Y también en la difusión ha servido de una gran ayuda. Ahora puedes ver un fanzine de alguien de Corea, cosa que antes no se hubiera conocido jamás.
¿Se puede llevar el pan a casa todos los días trabajando en este negocio?
-Es complicado. Sándwich Mixto lleva cuatro años y ahora estamos muy bien, aunque yo siempre he tenido que ser pluriempleada. Pero bueno, me he mantenido durante estos cuatro años, algo que es muy positivo, porque no es moco de pavo. Sí, se puede llevar el pan, poco a poco y con mucha dificultad, pero se puede. Para un creador que no se dedique a nada más, es más difícil.
¿Le parece importante que los museos y centros dediquen espacios para acercar la autoedición a la ciudadanía, tal y como hace actualmente el Centro Huarte?
-Es algo muy bonito porque una de las cosas en las que yo siempre he puesto interés es en que la gente conozca el fanzine y en sacarlo un poco de su lugar. Nosotros abrimos Sándwich Mixto en un mercado, entre una carnicería y una pescadería, y era bonito porque se acercaban personas que no habían oído hablar sobre este formato. Es bueno que las personas conozcan esto y lo entiendan, y ahí entra la labor de los museos y centros de arte. Es algo indispensable.
AutoEdit Festa en el Centro Huarte. El Centro Huarte celebra hoy la AutoEdit Festa, un encuentro con creadores de la edición independiente, ilustradores en vivo, presentación de proyectos, taller abierto de impresión artesanal y música en directo, en el que la entrada es libre. El encuentro entre autores y público comenzará a las 17.30 horas con la presentación de proyectos autoeditados por parte de Salvador Arellano, Toni Amengual, Sandra March, Txuspo Poyo, Izaskun Álvarez, Virginia de Diego y el colectivo PUMPK. A las 19.30 horas, se celebrará un taller de impresión manual con Penaut, diseñador, editor y coleccionista. Asimismo, habrá un Pop Up de Sándwich Mixto, que presentará una selección de materiales autoeditados. A las 21.30 horas, tendrá lugar el concierto de la banda de rock Thursday’s Pussy Dogs, que acaba de autoeditar su primer trabajo, Haritz Orgasm.