Pamplona - La serie Acacias 38 apuesta por tomar impulso con la incorporación a sus tramas de cuatro nuevos personajes, entre los que se encuentra el actor donostiarra Ander Azurmendi. Tras su paso por las series Goenkale y Acacias 38 Goenkale Aitaren etxea

¿Cómo surgió la oportunidad de incorporarse a Acacias 38?

-Hice un casting en enero de este año, y decidí venir a vivir a Madrid. Di un curso y entonces me ofrecieron un pequeño personaje en la serie El secreto de Puente Viejo durante unos capítulos, y un mes después me propusieron hacer el casting para Acacias 38. No es un personaje fijo, pero se irá viendo sobre la marcha. Interpreto a Fernando, un joven que entra al patronato para sustituir a otra persona, y se encuentra al personaje de Teresa. Va a estar defendiéndola en los planes que ella tiene para seguir adelante con el patronato y hará todo lo posible para todo lo que ella proponga salga adelante.

Entra a una serie diaria, ¿qué ritmo de trabajo llevan?

-Grabamos durante doce horas al día, de 7.00 a 19.00 horas, y para cada escena se utilizan unos 45 minutos. Es un horario en el que se trabaja muy rápido y, por lo tanto, tiene una parte buena y una mala. La mala es que no tienes mucho tiempo para poder hacer muchas tomas y a veces no te quedas a gusto con alguna, pero la buena es que tienes que ponerte en situación muy rápido, te exige mucho, por eso esto es un máster.

¿Incorporarse a una serie consolidada le tranquiliza?

-No me he parado a pensarlo realmente. Intento hacer bien mi trabajo y mejorar cada día. En estas series hay mucho movimiento, supongo que es porque es diaria y al final para mantener las tramas interesantes, se acaban unas o se dejan ahí para un futuro, y se añaden otras para dar un poco de frescura para el espectador.

Participó en Aitaren etxea y en El secreto de Puente viejo, ¿están de moda las series de época?

-Ahora hay un boom. Han comenzado a circular las series de época y se ve que funcionan. Parece que todas las productoras quieren tener su serie o película de época. A la gente le gustan y hay que aprovechar.

¿Qué supuso para su carrera Aitaren etxea?

-Fue genial Yo venía de hacer un personaje pequeño y se me presentó la oportunidad de hacer el casting para el protagonista. Me cogieron y empecé a trabajar en una serie con gente que lleva trabajando muchos más años que yo. Fue una oportunidad impresionante, conocí a muchos actores con los que sigo manteniendo contacto. Fue una experiencia increíble, aunque no estaba acostumbrado a la grabación diaria.

Llegaba tras un pequeño papel en Goenkale, ¿no le dio vértigo asumir un rol protagonista?

-Al principio, cuando me llamaron y me dijeron que me habían escogido, fue una alegría inmensa pero al mismo tiempo estaba preocupado, porque iba a trabajar con muchos actores a los que había visto en diferentes proyectos. Era una responsabilidad, porque yo era el protagonista, pero al mismo tiempo trabajaba en casa y ya conocía a algunos miembros del equipo. Eso me dio un poco de tranquilidad, porque trabajaba con gente muy maja y abierta, con ganas de hacer esto bien y de apoyarme en cualquier cosa.

Ha decidido mudarse a Madrid, ¿cómo ha sido apostar por ese cambio?

-Me vine el pasado mes de abril porque había acabado Aitaren etxea y no se iba a hacer una segunda temporada. Aquí sigo formándome y estoy más cerca de algunas oportunidades porque la mayoría de los casting se hacen aquí. De todos modos en Madrid también hay mucha más competencia y mayor número de gente que se presenta a estas citas. Es una competencia muy grande y hay que estar al pie del cañón.

En una ocasión dijo que “sin trabajo no te llegan las oportunidades”. ¿No le dan miedo los parones en una profesión tan arriesgada como esta?

-Por supuesto, ojalá que eso no me pase, aunque creo que casi todo el mundo que se dedica a esto tiene parones. De todas formas, si me llega a pasar, aprovecharé para seguir formándome.