tudela - ¿Qué pasaría si te despiertas en la cama con una mujer que no es la tuya? La pregunta, surgida en una conversación de amigos, fue el detonante de un número tan alto de respuestas como para ser plasmado en una película que, además, se vale de un escenario bélico (Afganistán) y fluye a través de un personaje principal que es legionario. Y con ese título, Legionario, el director mexicano Eduardo H. Garza presentó ayer en Tudela la segunda de las cintas a concurso del 18º Festival Ópera Prima, un trabajo salido literalmente de la nada económica y sustentado en muy buena parte por los hábiles recursos técnicos de Garza (antes, asistente de dirección) y por sus vivencias, algunas realmente duras. El resultado, como él reconoció, “ha sido posible empleando tiempo donde no había dinero”.

Sobre el escenario de la trama, explicó que “mi abuelo fue un militar norteamericano que luchó en la Guerra de Corea y eso me sirvió para desarrollar el guión; pensé en convertir al protagonista de la historia en un legionario”. En este periplo, que culminó con un rodaje de un mes escaso y una fase de postproducción de tres años, el director y su esposa, Sylvia Vivanco, se dejaron todos sus ahorros ya que el largo partía de un presupuesto nimio que quedó finalmente en 70.000 euros, “lo justo para pagar la Seguridad Social del equipo”, afirmó.

introspección y sorpresas Pese a todas las dificultades, el personaje de Santos (Raúl Tejón) saltó a la pantalla para despertar al lado del cadáver de una joven que no es su prometida y emprendió el viaje de una trama que acaba por convertirse en puro drama psicológico, con giros y complejidades de personalidad que no se esperan al comienzo de la cinta y que van yendo y viniendo en el tiempo.

La instrospección del protagonista es reflejada con acierto por Raúl Tejón que guía al espectador a la oscuridad y a varios momentos de sorpresa y “detalles inesperados” que el director de la película buscó intencionadamente. La historia se apoya también en las interpretaciones de Diana Palazón, con la que Tejón establece una química interpretativa más que notable, y de Luis Mottola.

Sobre la complejidad del rodaje y de los tres años de postproducción, Eduardo H. Garza deja claras sus aptitudes para salir del embrollo de un trabajo que, sin apoyo económico, no se privó de utilizar una base militar real como localización e, incluso, helicópteros. “Levantar Legionario ha sido una aventura, hacer cine consume física y mentalmente”, reconoció.

para hoy El Festival Ópera Prima de Tudela continúa hoy con la proyección de la tercera película a concurso, No sé decir adiós, de Lino Escalera. En el reparto aparecen nombres tan solventes como el de Nathalie Poza, Juan Diego o Lola Dueñas.