pamplona - Después de tres días en exteriores en Tudela, Marc Vigil (Avilés, 1975) ultima estos días en el interior del edificio IWER de Pamplona el rodaje de El silencio del pantano, su ópera prima. Una película que adapta la novela homónima de Juanjo Braulio y cuya sinopsis dice así: Q es un periodista reconvertido en escritor de novela negra. En dos de sus libros, ambientados siempre en su Valencia natal, narra sangrientos asesinatos utilizando como telón de fondo la corrupción política y la podredumbre del alma humana. El único problema es que los crímenes que tienen lugar en sus novelas no son tan ficticios como parece.

Pedro Alonso y Nacho Fresneda dan vida a los protagonistas de esta cinta que supone el salto de Vigil a la gran pantalla después de curtirse durante años en importantes series de televisión como 7 vidas, Águila Roja o El Ministerio del Tiempo. “Proyectos he tenido a tiro varias veces, pero lo que empezó siendo un viaje de aprendizaje, que es como veía la televisión, se convirtió en algo muy interesante para mí porque me hacía madurar muchísimo como director y al final un proyecto me llevaba a otro... La televisión lleva mucho tiempo y se me ha ido dilatando mucho el cine, que, además, vi que implicaba mucha dedicación y no me quería desconectar del todo de la tele”. Por eso, este proyecto, que comenzó a gestarse hace tres años, le ha convencido porque mientras desde Zeta Cinema terminaban de armarlo podía seguir con su carrera en la pequeña pantalla.

Sobre El silencio del pantano, el realizador señala que si bien es una historia que al igual que El reino y otros títulos aborda el tema de la corrupción política, estamos ante un enfoque distinto. “Hasta hace poco nadie hacía películas sobre la corrupción, y en un país en el que ese asunto está tan presente en nuestras vidas diarias era curioso que no estuviera presente en las historias que contamos”, aunque, en este caso, funciona más “como contexto. Hay un personaje corrupto, pero de lo que hablamos es de personajes que buscan poder, ambiciosos, y de lo que están dispuestos a hacer para conseguir lo que quieren, y esa creo que es la principal diferencia con las otras películas que han abordado esta temática”.

en confianza Para su primera incursión cinematográfica, Marc Vigil se ha rodeado de intérpretes con los que ya había trabajado -casos de Alonso y Fresneda-, y también de técnicos con los que ha formado equipo durante años. “Después de 16 años en la tele he aprendido una cosa, y es que parte de la labor de un director es saber rodearse de gente que mejora su trabajo. Este es un trabajo colaborativo y ya no solo he llevado a la práctica esto con el equipo artístico, sino que me he rodeado de técnicos con los que tengo muchísima confianza”.

El rodaje en Navarra “ha ido muy bien”, aunque “como estamos terminando, eso se nota ya en la energía del equipo. En Tudela fue todo sobre ruedas; teníamos un poco de miedo por el tiempo, pero nos respetó bastante, y ahora estamos en el edificio IWER y en las partes de plató está saliendo todo perfecto”. En cuanto a las fechas de estreno, el director prefiere centrarse en terminar la película y deja esas decisiones para los productores y distribuidores.

Mientras llega ese momento, Vigil confirma que seguirá trabajando en televisión, desde donde le han llegado varias ofertas que empezará a estudiar cuando finalice la postproducción de su primera película. “No tengo ninguna intención de dejar la tele, sobre todo ahora que está pegando ese cambio tan heavy”, subraya.