Pamplona. La artista peruana Cecilia Paredes ha inaugurado este martes en el Museo Universidad de Navarra (MUN) la exposición "El no retorno", en la que reflexiona sobre la memoria, el desarraigo y la relación del ser humano con la naturaleza.

Se trata de una muestra que recoge 32 obras realizadas por la artista en los últimos veinte años. Son varios "fotoperformances", instalaciones, dibujos, grabados, esculturas y arte sonoro.

Algunas de estas obras, como la que ha da nombre a la exposición, han sido realizadas específicamente para el Museo Universidad de Navarra, al que donará una gran instalación formada por cuatro barcas varadas.

"He querido proponer un gran viaje por la sensibilidad humana y su relación con el entorno, la naturaleza y su territorio", ha explicado la artista en conferencia de prensa, en la que se ha definido también como "una migrante", ya que se exilió en 1983 a México, donde vivió cinco años.

El "no retorno", ha apuntado, representa metafóricamente la búsqueda que hace el ser humano en su camino en la vida. Retrata una cartografía de la pérdida que sufren sus principales actores, los migrantes, con quienes Paredes se identifica.

Paredes también ha afirmado que la mitología es su gran fuente de inspiración: "Es una fuente inagotables de puntos de partida. Siempre voy a la mitología y a la poesía a buscar respuestas".

Sobre su forma de abordar las obras artísticas, ha apuntado que siempre lleva "el botón en on", como una "recolectora" que recoge aquello que la naturaleza deshecha.

Estos materiales después se transforman en obras artísticas, como "El manto", realizado con pedazos de coral.

La artista ha señalado que le marcaron mucho los 24 años que vivió en Costa Rica. Así, ha explicado que "su relación con la naturaleza, con los animales, con el bosque tropical húmedo, es una constante".

Una de las "fotoperformances" retrata precisamente esta simbiosis, la titulada "Costa Rica mi otro yo", en la que la artista se envuelve en una enorme tela industrial estampada con la flora costarricense.

Además, ha asegurado que todas sus obras tienen una suerte de hilo conductor que las recorre, "unas tienen que ver con las otras y cada persona puede encontrar aquella que le habla al oído".

Paredes ha declarado a Efe que su preocupación "básicamente es el ser humano y su entorno, y entonces a partir de ahí partimos de su territorio o su desterritorialidad y de ahí el hecho de hablar de la migración, de la nostalgia, de la relación con el pasado".

El "no retorno", ha manifestado, "es una metáfora, como cuando uno extraña su ciudad cuando partió de ella, pero en realidad uno está extrañando su niñez y entonces uno no se puede regresar".

Paredes ha aseverado que le gusta recolectar lo que la naturaleza descarta: "Lo que cayó al suelo, la patita del cangrejo que quedó. Siempre lo que más me interesa es aquel residuo natural marginal, no con la belleza flagrante, aparente, sino aquella que uno tiene que descubrir, porque, así como me gusta eso, me gusta el misterio".

La artista peruana ha reconocido bromeando que , por ese motivo, en ocasiones llama la atención en los aeropuertos: "En australia me pararon para preguntarme si unos moldes de manos eran manos de verdad. Me ha pasado más de una vez".

En el acto ha estado acompañada por Blanca Berlín, comisaria de la exposición, y Valentín Vallhonrat, director artístico del Museo.

En su intervención, Vallhonrat ha recordado la intensa relación que se ha establecido con la artista en estas semanas de trabajo expositivo, que entronca con la filosofía del Museo, que busca los proyectos "sean transitables, realizados in situ y abiertos para el público".

Por su parte, Blanca Berlín ha destacado que la exposición tiene "un contenido social y político muy profundo".

En este sentido, ha apuntado obras como "Quetzalcoatl", un gran manto de plumas negras que homenajea a los 43 estudiantes desaparecidos en México en el año 2014, o "El deseo", que "parte de un hallazgo".

En una iglesia de Lima, ha explicado, "encontró una urna de deseos escritos por los feligreses en los que expresaban todo tipo de peticiones. Ella se sintió llamada a hacer una obra con este contenido tan evocador".