donostia - Las visitas se han sucedido este miércoles en Chillida Leku, en el primer día de su reapertura tras ocho años cerrado al público. Visitantes solitarios, parejas y grupos familiares han dado vida de nuevo al espacio creado por Eduardo Chillida en Hernani, que muchos de ellos visitaban por primera vez.
Sin embargo, los primeros que han accedido al museo a las 10.00 horas, una pareja procedente de Catalunya, venían a reencontrarse con el lugar que ya conocían y con cuyos responsables habían mantenido una relación “estupenda” en la anterior etapa, explicó Mikel Chillida, jefe de Comunicación de Chillida Leku. El nieto del escultor comentó que entre los madrugadores de la cola se hallaba una de las personas que ha comprado el bono anual, que por 30 euros permite el paso al museo durante todo el año, una fórmula que van a probar este primer ejercicio para ver si es posible mantenerla en los siguientes.
La colombiana Olga y el nicaragüense Eduardo están de vacaciones en Donostia y optaron por acercarse a Chillida Leku porque los familiares de él lo conocían y les habían dicho que el museo era “lo más importante de la zona además de la comida”.
Otro de los extranjeros que acudió este primer día al museo fue el finlandés Tuomas Ollikainen, especialmente interesado en conocerlo porque él también es escultor y porque considera a Chillida como un creador “muy importante del último siglo, y del futuro también”.
Marlies y Robert, un matrimonio que se desplazó desde Holanda por recomendación de un amigo, afirmó estar “muy impresionado” por la obra de un escultor que no conocían y que, aunque admiten diferente, comparan con Richard Serra por el gran volumen de sus piezas. “Pasear por el jardín y que nos permitan tocar las esculturas es un atractivo más”, afirmó ella.
En el interior del viejo caserío del siglo XVI, que Chillida rehabilitó para acoger sus obras de menor tamaño, disfrutó de la visita Antonio Lafuente, comisario de exposiciones, que vive en Málaga con su mujer, restauradora de arte, y que aunque se encuentran de vacaciones en Santander, no querían regresar a Andalucía sin haber pasado por Chillida Leku.
Era la primera vez que visitaban el museo y para ambos se trataba de una ocasión “muy especial”, señaló Lafuente, que añadió que su mujer, Cristina Lechuga, ha restaurado recientemente obra en papel de Chillida de un coleccionista particular.
María Victoria, una madrileña residente en Valencia, aseguró que el lugar es “maravilloso” y también demostró conocimiento sobre los avatares económicos que motivaron el cierre del centro en 2011, así como que ahora se ha reinaugurado de la mano de la galería suiza Hauser & Wirth.
Consideró “lamentable” que no se llegara a un acuerdo con entidades privadas españolas para haber podido reflotarlo y puso como ejemplo la rápida reacción de algunos empresarios franceses para contribuir económicamente a la reconstrucción de la siniestrada catedral de París. “Ven Notre Dame como algo propio, aquí seguimos sin verlo”, añadió.