pamplona - “Cuando a Pamplona le ha ido bien, a La Pamplonesa le ha ido bien y viceversa”. Esta frase de Javier Marquínez, historiador y técnico del Archivo Municipal, resume bien la idea que contiene el libro 100 años con La Pamplonesa 100 urte zurekin que ha publicado la banda con motivo de su centenario, y que demuestra la “simbiosis” entre el devenir y la evolución de la asociación y de la ciudad a lo largo de la última centuria.

Luis Mª San Martín, musicólogo y profesor de Historia en el Conservatorio Superior y músico de La Pamplonesa desde hace años, ha sido el principal impulsor de esta publicación, en la que ha contado con la ayuda de Marquínez y de la musicóloga y doctora en Arte y Humanidades Rebeca Madurga. “No podía hacerlo solo. Ha sido un proceso largo, duro, arduo, pero necesario. La historia de una institución hay que escribirla y tiene que quedar para los venideros”, explicó ayer San Martín en una presentación a la que asistieron miembros de la banda de ayer y de hoy. El músico comenzó hace tres años a recopilar un archivo y a pensar cómo contar esta extensa trayectoria y determinó que había que centrarse en tres recorridos o temáticas. El primero tenía que narrar la evolución de la banda en paralelo a la evolución de la ciudad; el segundo abordaría la aportación cultural de La Pamplonesa, y, el tercero, se centraría en poner nombre a la música que ha interpretado en todo este tiempo, “y que está claramente marcada por la personalidad de sus nueve directores”.

Durante el proceso de gestación del libro, “caímos en la cuenta” en que hay tres momentos clave: desde su fundación, en 1919, hasta 1942, “cuando tras la guerra el Ayuntamiento la acogió en su seno”; entre 1942 y 1987, y entre 1987, cuando “volvió a convertirse en asociación cultural”, y la actualidad. A partir de estos tres períodos se empezó a “bucear” en archivos institucionales, principalmente el de Pamplona, y en fondos de familias como las de Silvanio Cervantes, cofundador y primer director, y de Manuel Zugarrondo, segundo presidente. También se ha buscado material en otros lugares, “ya que en el libro no hemos recogido únicamente la historia de la banda, sino también de entidades con las que hemos colaborado”. Como Osasuna, por ejemplo, “porque no solo somos rivales, también hemos sido compañeros”, bromeó San Martín en referencia a sus respectivas candidaturas para lanzar el Chupinazo de este año. Otro apartado repasa la labor desempeñada por los nueve directores de la banda y hay un epígrafe dedicado a miembros relevantes, “por su labor musical, pero también por su labor en el seno de la asociación, generando sentimiento de pertenencia”.

Y la redacción del volumen se redondea con una serie de artículos de colaboradores “que nos han aportado su cariño” desde distintos ámbitos. Entre ellos, José Luis Turrillas, hijo del maestro Turrillas; Teresa Catalán; Pedro Lozano Bartolozzi, “que nos contó que su madre fue la primera mujer que dirigió la banda con motivo de un acto en Napardi”; Pedro Salaberri, “que nos hace una semblanza pictórica”; Roberto Casado; Carlos Pérez Conde, “que nos habla de las familias que se han formado en el seno de la entidad”, o el dibujante César Oroz, que han diseñado el grafismo del centenario.

evolución musical Luis San Martín se ha encargado también de realizar un análisis riguroso de la evolución musical de La Pamplonesa, que “ha estado marcada por quién la dirigía en cada momento”, insistió. Así, ha llegado a la conclusión de que el repertorio “siempre se ha configurado a través de tres vías”. Mediante la primera, claramente vinculada a la tradición, “se ha intentado integrar los temas que la gente ya conoce”, y, por tanto, espera. La segunda tiene que ver con estar al tanto de las novedades que se presentan o crean en otras ciudades, “como hacía Silvanio Cervantes, que traía a Pamplona lo que un año antes se había estrenado en Madrid”; y la tercera se refiere a la generación de temas propios. “Las tres son importantes, y si falta una, algo falla”, incidió el músico. Y añadió: “Una de las razones por las que La Pamplonesa ha llegado a los cien años es por saber conjugar tradición, novedad y composiciones propias”, que se traduce en que “ha sonado para hacerse necesaria en los oídos de los pamploneses”.

aspectos desconocidos Rebeca Madurga subrayó ayer que este libro “intenta conciliar el rigor científico con lo divulgativo”, de manera que les gustará a quienes tienen relación con la banda, pero también a personas totalmente ajenas a ella. Del mismo modo, “hemos ido a las fuentes primarias”, y “hemos abordado su devenir de una forma distinta”, analizando “aspectos casi desconocidos” como su financiación, profundizando en sus distintas crisis, o cuestiones sociales como su origen, “poniéndoles caras y nombres a sus primeros componentes”.

memoria corporativa y cultural Precisamente, en las causas que llevaron a la creación de la agrupación se centró ayer Javier Marquínez, que habló del gran peso de lo militar que existía en Pamplona a principios del siglo pasado, con la existencia de tres bandas castrenses que participaban en todos los eventos del Ayuntamiento. Y no fue hasta cuando “la ciudad se abrió” cuando surgió La Pamplonesa, creándose entonces una conexión entre banda y ciudad que han perdurado hasta ahora. “Mi intento ha sido contextualizar esa relación”, señaló el historiador, para quien la identidad corporativa y cultural a la que hoy pertenece esta asociación tiene mucho que ver con que “desde 1920 sus ciudadanos se han acostumbrado a verla en los principales actos protocolarios de la corporación municipal”.

Título. 100 años con La Pamplonesa 100 urte zurekin.

Tirada. Inicialmente se imprimirán 200 ejemplares, pero están previstas nuevas reimpresiones.

A la venta. Estará en el FNAC de Pamplona y de La Morea desde la semana que viene por 8 euros.

Javier Bergasa. Luis San Martín expresó un agradecimiento especial a DIARIO DE NOTICIAS y en particular al fotógrafo Javier Bergasa por haberle facilitado acceso no solo al archivo del periódico, sino también a su colección particular.

Juan Escribano. Como archivero durante años, ha vivido muchas anécdotas, como cuando acudió la noche del 5 al 6 de julio de 1972 al Ayuntamiento a comunicar, in extremis, que la banda sí estaría en los Sanfermines de ese año.