¿Qué PTV (de Pamplona de Toda la Vida) no ha visto en algún momento de su vida la despedida de las peñas en San Fermín, ha huido de los zaldikos, ha pedido un cubo de agua fría tras el Chupinazo o se ha emocionado en el Pobre de Mí? Son esos pequeños momentos los que crean la fiesta, una fiesta que se vive en la calle y en la que, allá donde mires, se palpa la magia. Y mostrar todo esto, que no es otra cosa sino la esencia de la fiesta, ha sido el objetivo del fotógrafo pamplonés Luis Azanza, quien expone desde hoy en Condestable Universo SF, un total de 20 fotografías en blanco y negro que muestran la emoción, los sentimientos y las tradiciones de unas fiestas sin igual.

La exposición se compone de imágenes que el fotógrafo Luis Azanza ha tomado a lo largo de 30 años, siendo la más antigua del año 1986 y la más nueva, de 2016. “Han sido muchas, muchísimas horas en la calle junto a mis compañeros de profesión, a los que quiero agradecer su labor, de la misma forma que quiero agradecer a todas esas personas anónimas que aparecen en la fotografía su presencia en ellas, puesto que son ellas quienes hacen la fiesta”, dijo ayer Azanza durante la presentación de la exposición. Estuvo acompañado en la rueda de prensa por la nueva concejala de Cultura e Igualdad del Ayuntamiento de Pamplona, María García Barberena, quien destacó que estos “momenticos” de Luis Azanza nos permiten “ver una parte de la fiesta más íntima con la que todos nos sentimos identificados”.

Universo sanferminero

Un “cosmonauta privilegiado”

El fotógrafo afirmó que “hay muchos aspectos de la fiesta que son universales para todos y, en este sentido, apuntó que esta exposición no es más que “un dilatado viaje por el universo sanferminero”. Es quizás por esto por lo que el propio Azanza se define, en el catálogo, como un “cosmonauta privilegiado” por poder observar “la magia, la emoción, la alegría y la adrenalina que forman parte de la esencia de la fiesta”. Así, remarcó que estas fotografías “condensan todo lo que son los Sanfermines” pero desde una mirada personal, una perspectiva que humaniza la fiesta a través de los gestos, los rostros, las miradas o los sentimientos. “La fotografía no es una cuestión de máquinas, es una cuestión de miradas”, añadió.

Azanza quiso dejar claro que “todas las fotografías muestran momentos puntuales que se viven en la calle”. “Si uno se fija, no hay ninguna imagen tomada en algún sitio interior, porque eso son los Sanfermines, una fiesta de la calle, donde la magia puede surgir en cualquier instante, en eventos programados y cuando dos músicos deciden poner ambiente a la calle y la gente se acerca a disfrutar de aquello”, destacó. Pero la fiesta “no es solo de quienes la disfrutan”. “También forman parte de ella todas las personas que la hacen posible”, agregó, y señaló una fotografía en la que aparecen dos hombres montando el vallado antes del encierro.

Blanco y negro

Homenaje al papel como objeto

Dos características que llaman la atención de esta exposición son, por un lado, que todas las fotografías son en blanco y negro, mientras que por otro lado llama la atención su montaje en el Palacio del Condestable. Respecto al primero, Azanza explicó que “el blanco y negro permite crear esa sensación de intimidad” con mayor facilidad que el color. Asimismo, recalcó que cuando él empezó a trabajar como fotógrafo “todas las fotografías eran en blanco y negro” e, inevitablemente, “los fotógrafos que ya llevamos unos cuantos años en esta profesión tenemos siempre esa mirada en blanco y negro”, subrayó.

Por otro lado, todas las piezas de la exposición están colgadas de unos hilos y “recuerdan al trabajo de revelado que se hacía antes en los laboratorios”. Pero también recuerdan a aquel tiempo donde la fotografía en papel tenía una gran importancia, se cuidaba y se guardaba con cariño. “Cuando algo se convierte en objeto adquiere un valor y eso es lo que ocurría con la fotografía cuando era en papel; antes todo el mundo tenía una foto de su hijo, hija o persona querida en la cartera y tenía solo una, que guardaba con mucho cariño”, dijo, para añadir: “Con lo digital todo esto se ha perdido, las fotografías han dejado de ser objetos de cercanía y de recuerdo”.

A este pequeño homenaje al papel, se suma un texto del catálogo, escrito por Berta Bernarte, en el que se desprende lo siguiente: “Hubo un tiempo en que la fiesta estaba arropada por el papel. El ritmo de las ediciones alimentaba un hambre de imágenes, que por estar acotadas por un número limitado de páginas, nunca llegaba a saciarse. Siempre queríamos más. Más alegría, más excepción, más contraste frente a la rutina, mayores muestras de felicidad... más de lo similar, que sentíamos como siempre diferente. Muchas quedaban fuera. A veces eran las más íntimas, las más personales, aquellas en las que se traslucía en mayor medida la mirada del autor”.

La exposición, que podrá visitarse hasta el 25 de agosto en la primera planta del Palacio del Condestable, refleja otros momentos fundamentales de las fiestas como el baile de los Gigantes y Cabezudos, los nervios de los corredores antes de un encierro, el baile improvisado de una peña, la música festiva o el amor que surge en la fiesta. “Aunque parezca una narración secuencial, los años en los que están tomadas las fotografías están completamente mezclados”, aclara Azanza, para concluir: “Esta es una exposición que se explica por sí misma”.

Cuatro décadas de trayectoria. Luis Azanza (Pamplona, 1961) comenzó a trabajar a partir de los años 80 como fotoperiodista en medios nacionales y regionales. También ha publicado en periódicos y revistas como Le Monde y Público Lisboa. En la actualidad, es socio de la agencia Aloa Comunicación, donde ha orientado su actividad también al diseño, la dirección gráfica y el documental. Paralelamente, ha estado desarrollando un trabajo personal que el ha permitido experimentar con diferentes técnicas, algunas que se remontan a los orígenes de la fotografía como las estenopeicas.

La exposición. Universo SF es un recorrido por las fiestas de San Fermín de finales del siglo XX y de principios del siglo XXI, a través del objetivo de Azanza. La sala 1 del Palacio del Condestable acoge una muestra de 20 fotografías en blanco y negro, de gran formato, con momentos, emociones, sentimientos y tradiciones de unas fiestas si igual. Se podrá visitar desde hoy y hasta el próximo 25 de agosto.