bilbao - El proyecto ganador para la ampliación del Museo Bellas Artes de Bilbao, diseñado por Norman Foster y Luis María Uriarte, no obligará a cerrar por completo sus instalaciones y permitirá mantener abierta “parcialmente” la pinacoteca mientras se lleven a cabo las obras. Así lo dio a conocer ayer el director del museo, Miguel Zugaza, durante la presentación de una exposición con los 6 proyectos finalistas, que será de entrada libre y permanecerá abierta hasta el 6 de octubre. La redacción del proyecto se prolongará durante 15 meses y medio, mientras que las obras tienen un plazo de ejecución de otros 15 meses a partir de su adjudicación.

PROYECTO SOSTENIBLE Durante la presentación de las seis propuestas finalistas, Zugaza describió la idea de Foster e Uriarte como un proyecto “sostenible, muy eficaz, de construcción sencilla y apoyado sobre tres grandes trípodes por encima de los edificios actuales”. Ese reducido número de apoyos se ubicará alejados de la huella de los edificios existentes, en una intervención que Zugaza describió como “una estructura muy potente pero muy ligera que, más que ante una obra de arquitectura, estamos ante un proyecto de ingeniería cuya forma de cerrarlo hace que, más que esconderse, se muestre, conservando los elementos originales y tradicionales del propio museo”. La idea del proyecto ganador buscó “recuperar el protagonismo del edificio de 1945, restableciendo su entrada original. Zugaza explicó que, sobre las instalaciones existentes se va a proyectar “un espacio de dimensiones únicas que, de forma respetuosa, se asienta sobre los edificios de 1945 y 1970, dotando al museo de 2.000 metros cuadrados de nuevas galerías en una única planta diáfana y flexible”.

dos CONDICIONES Zugaza recordó que el concurso solo estipulaba dos condiciones a los aspirantes: que el proyecto ganador dotase al museo de más espacio para presentar sus colecciones y promocionar sus programas de exposiciones, educación y difusión y plantear una nueva orientación urbana del museo para conectarlo, a través del acceso tradicional del edificio original, “al nuevo diseño de Bilbao a través de su apertura a la plaza Euskadi y la Ría”, apuntó. Junto al proyecto ganador, se exhiben fotografías, planos y los planteamientos arquitectónicos de los otros cinco aspirantes, entre ellos el tudelano Rafael Moneo. De esta forma, el visitante podrá conocer los detalles de Bikoitz, del estudio Nieto Sobejano Arquitectos, que como homenaje al escultor Jorge Oteiza incorporarán una nueva pieza que se añadiría a la suma de intervenciones mediante un volumen cúbico que se elevaría sobre el terreno, ocupando el espacio vacío entre los dos edificios. - Efe