pamplona - El taller de mecánica del antiguo colegio de Salesianos en el centro de Pamplona será hoy y mañana el escenario para la puesta en escena de La Bohème de Puccini, una versión del proyecto Ópera Garage que respeta la música y el libreto de este clásico de la lírica pero lo traslada al siglo XXI. “Es un espectáculo de opera en toda regla pero con una puesta en escena diferente”, señaló ayer la productora Macarena Bergareche, que llega a Pamplona tras visitar ya varias ciudades españolas siempre buscando “escenarios clandestinos en los centros de la ciudad” que doten a esta Bohème de la peculiar escenografía underground deseada para vivir la ópera “de otra manera”.

Aunque sin coro ni orquesta por el espacio, sin amplificación y con acompañamiento de piano, “realmente el espectador va a ver una ópera cuyo texto y música es como si lo estuviera escuchando en un teatro convencional pero la puesta en escena es absolutamente diferente”, incide la productora, que reconoce que “esa diferenciación en gran parte nos la da la propia localización del espacio”.

Un garaje, un desguace, una antigua carpintería, lo que fue una fábrica textil o, en el caso de Pamplona, en el antiguo colegio de los Salesianos que está previsto derribar son algunos de los espacios que han acogido la producción porque “dan la escenografía underground” que buscan Bergareche y su compañero en el proyecto, Emiliano Suárez. “Las texturas, las vidrieras siempre un poco derruidas nos dan ya una escenografía que en un teatro convencional hay que buscar”, aunque esta versión también tiene una “fundamental puesta en escena con una dirección de iluminación muy lograda, muy buscada, que te mete en ese hábitat diferente. También la propia caracterización de los personajes, que los trae a los tiempos de hoy en día”, avanzó.

Así, los personajes principales siguen siendo Rodolfo (Pancho Corujo), pero aquí es un guionista de cine y va con un vestuario mucho más moderno; Mimí (Mariola Cantarero), es una estilista de una revista de moda: y Musetta (Ruth Teran), viste “muy sexi, moderna, contemporánea”, de forma que “tanto en el maquillaje como en la peluquería también se ve esa diferencia”. Con todo ello se trata de “crear un espectáculo que conviva perfectamente con la ópera en un teatro convencional, pues cualquier amante de la ópera percibe en este espectáculo una calidad artística, tanto por los cantantes como por la producción y puesta en escena, que ha sido muy reconocida por la crítica de ópera en las últimas ciudades por las que hemos pasado”.

Con un aforo de 337 espectadores para cada una de las funciones en Pamplona, prácticamente vendidas ya, los asistentes se ubicarán en sillas alrededor de un cuadrilátero marcado en el suelo, en el que los cantantes actúan sin escenario elevado, una cercanía que “gusta mucho”.