ivimos días de confusión, incertidumbre, en algunos casos miedo y ansiedad, y también de recogimiento, reflexión, apoyo mutuo, solidaridad y comunidad virtual. Por un lado la crisis del coronavirus coronavirus nos brinda oportunidades de reconexión con nosotras mismas, aislándonos de prisas, horarios impuestos, consumismos innecesarios y empleos a los que dedicamos demasiado de nuestras vidas; regalándonos libertad en forma de tiempo. Pero, a la vez, nos priva del contacto físico con el exterior, con seres queridos, amistades. Con el ocio y la vida en la calle. Con el respirar aire más allá del que llega a una ventana o, en el mejor de los casos, un balcón.

Son días raros, de contrariedad en la atmósfera.

Así lo ven también los ilustradores e ilustradoras navarras. Siete de ellos han puesto imagen a la crisis del coronavirus para este reportaje.

Retratos de un aislamiento forzoso que han realizado en casa, donde están acostumbrados a trabajar, aunque esta vez lo han hecho en medio de una atmósfera nada habitual.

Mikel Santos Belatz (Pamplona, 1974) representa el confinamiento del ser humano (el dibujante, en su caso) en una jaula por culpa del COVID-19, al que nos mantenemos atados con resignación. "Todo esto que está ocurriendo lo estamos deglutiendo siguiendo los consejos, advertencias y pautas que nos indican los especialistas en sanidad y así es como debemos asumir y aceptar esta situación tan anormal", dice el dibujante, quien matiza que "otra cosa son las conclusiones que podamos extraer en nuestros largos momentos de reflexión en cuanto al modelo político, económico y social que hemos creado voluntaria e involuntariamente, no solo en nuestra parcela de bienestar sino a lo largo de todo el Planeta". A nivel personal, Belatz reconoce que "se hace duro el encierro, el no poder ver de cerca a los que más quieres ni darles un abrazo, un beso, ni poder compartir momentos juntos. Realmente te das cuenta de lo que poseemos y te hace apreciarlo más, aunque suene a tópico. Tendremos que tener paciencia y a corto plazo pensar un poco en todo lo que está pasando".

En lo profesional, asegura que aunque la ilustración que ha realizado para este reportaje muestre metafóricamente su "realidad actual", ésta "no es muy diferente a la de antes del dichoso coronavirus". "Y es que los dibujantes, ilustradores y otros profesionales de las artes vivimos la mayoría del tiempo aislados del virus benigno de la libertad. En ese sentido estamos llevando de manera bastante cómoda la reclusión domiciliaria... Somos más inmunes a la posible claustrofobia que pueda crear este aislamiento. Y encima siendo autónomos, ¡ya ni te cuento!", afirma. En su caso, el aislamiento le está "sirviendo para avanzar en muchos trabajos que estaba arrastrando" y en los que se está "poniendo al día".

"No pasear, no poder ir a la biblioteca"

Pasar tiempo encerrado en casa no supone "ninguna novedad" para el escritor y pintor Javier Mina (Pamplona, 1950). "Al contrario, todos mis trabajos se desarrollan en espacio cerrado. Leer, escribir, pintar€ necesitan o la casa o el estudio, el taller, lo mismo para mí que para mis colegas. Cosa distinta es la fotografía que se alimenta del paseo, una de mis actividades favoritas", cuenta. Reconoce que "no pasear cuesta", como también "no poder ir a la biblioteca". "Pero no queda otra, así que€ a inspirarse en el Camus de La peste, en el Bocaccio del Decamerón, el Saramago de Ensayo sobre la ceguera o el Buzatti de El desierto de los tártaros€ o, más modestamente, a revisar el material fotográfico. ¡Quédate leyendo!", invita Mina a los lectores y lectoras de este reportaje.

Que la precariedad se acentúe en la cultura

Hace un par de semanas, Leire Urbeltz (Pamplona, 1985) hizo una ilustración cuando se recuperaba de una anemia. Y esa imagen, que es la que aquí muestra, la ha utilizado en esta crisis del coronavirus para animar desde sus redes sociales a quedarse en casa. "Esta ilustración representa para mí la presión que sentía al ser autónoma y tener que ir a trabajar todos los días a pesar de la anemia. Estar bajo esa cantidad exagerada de mantas era sentir todo el peso de la responsabilidad y la precariedad laboral a la vez que el deseo de no salir de la cama en semanas... Como ves, hay que tener cuidado con lo que se desea porque ¡el universo te lo da!", cuenta la ilustradora navarra, quien cree que "esta situación que nos exige el distanciamiento social y el recogimiento también nos ejerce una presión, en este caso psicológica". "No nos queda más remedio que estar con nosotras mismas y conectar con nuestros deseos, miedos, esperanzas y heridas más profundas". Ella se siente "optimista" y cree que "en esta cuarentena se generará un cambio a nivel individual donde asumiremos con humildad que somos un ser vivo vulnerable más en este Planeta y que necesitaremos de unas estructuras más horizontales y solidarias para salir adelante como comunidad global".

El confinamiento y la paralización de proyectos culturales está "afectando mucho" al trabajo de Leire Urbeltz, quien además de a dibujar se dedica a la mediación de arte contemporáneo en centros escolares a través del Centro Huarte. Todas las actividades se han cancelado hasta nuevo aviso. En este parón, ella ha aprovechado para retomar un proyecto de libro ilustrado que empezó hace cuatro años y que "tenía parado por falta de tiempo para desarrollarlo". "Investigar y dibujar tiene siempre unos efectos muy positivos para mí y me mantendrán activa estos días aunque me invada cierto miedo. Pienso que quizás cuando esto acabe, las personas que nos dedicamos a la cultura lo tengamos muy difícil. Nuestra situación ha sido siempre muy precaria y esto lo va a agravar. Me estoy planteando darme de baja en autónomos ya que la cuota que pagamos es insostenible y puede que tras esta crisis no tenga trabajos por facturar. ¿El arte no es un bien de primera necesidad? Para mí lo es", concluye Urbeltz.

Disfrutar del recogimiento

De las pocas cosas que dice tener claras Myriam Cameros (Pamplona, 1978) "en los últimos vertiginosos y volátiles días", es que "hemos iniciado un viaje a un nuevo lugar". Y así lo refleja en la ilustración que aporta a estas páginas, creada en esta cuarentena. Un edificio habitado que se eleva propulsado hacia otra parte. "Mi duda es si en ese lugar seremos los mismos. Si nos veremos acotados a lo que venga o si entre silencios, encierros, echar de menos, perspectivas que se van cogiendo al parar, nos redibujaremos y llegaremos a ese nuevo lugar siendo otras y otros que hagamos ese nuevo lugar más amable, más humano, menos raro, como dice la canción", reflexiona la ilustradora, en activo en Instagram como @myriam_sizigia.

Idoia Iribertegui (Pamplona, 1973) opta por un retrato amable y positivo del momento que vivimos, propicio, dice, "para realizar actividades para las que normalmente no tenemos tiempo, como leer un buen libro ante una taza de té. Afuera llueve, a veces metafóricamente y a veces es real", dice aludiendo a su ilustración, que irradia intimidad, serenidad y está teñida de nostalgia. Ella no está viviendo una situación tan excepcional en lo que se refiere al modo de trabajar. "El aislamiento en horas de trabajo es el día a día del ilustrador y personalmente me gusta trabajar sola o con poco ruido alrededor", dice. Pero, matiza, "precisamente por eso fuera de horas de trabajo tengo mucha vida social".

La creadora de Lolita Butterfly está "echando de menos salir a tomar algo con amigos, ir al cine" o sus "clases de swing". "Lo que estoy llevando realmente mal es el hecho de no poder salir a caminar cada mañana como solía por el paseo del Arga. Es algo que me ayuda mucho a relajarme cada día", apunta. Y reconoce estar "preocupada" por el parón de proyectos cuando esto pase. "Tengo cosas en marcha que supongo seguirán adelante, pero no sé qué esperar del resto del año. Intento no pensar mucho en ello estos días para no sobreagobiarme", dice.

Una transformación en positivo

Con su esperanzador dibujo a modo de viñeta, Javier Muñoz (Pamplona, 1978) quiere insuflar a quien bucee en estas páginas lo positivo que pueden tener estos días de confinamiento, en los que él apuesta por "un propósito más difícil que dejar de fumar, ponerse a dieta o ir al gimnasio: ser buena persona. Estar pendiente de los demás. Ayudar en lo que se pueda, ser amable, sonreír, tener paciencia, contagiar optimismo". El ilustrador pamplonés afincado en Madrid está acostumbrado a pasar la mayor parte del tiempo en casa, donde tiene su estudio desde hace años. "La vida del ilustrador es solitaria y las horas de trabajo se expanden, hay semanas en las que apenas salgo a la calle. Normalmente, en horario de trabajo, sólo me acompaña el rumbeo de Lola, mi tortuga. Así que, en ese aspecto, la cuarentena no me supone un gran sacrificio", cuenta. Aunque reconoce que lo que sí le afecta a la hora de trabajar es acordarse "constantemente" de su familia y amigos. "Y toda esta rareza: resulta muy difícil concentrarse", apunta, consciente de que el número de encargos "lógicamente disminuirá estos meses". "Los dibujantes nos veremos afectados al igual que todos".

En blanco y negro visualiza Pedro Osés (Pamplona, 1942) el coronavirustress, como ha llamado a esta crisis en su dibujo, un retrato nocturno de un encierro forzoso en el que una mancha desconocida se expande sembrando la amenaza y con el que Osés apela a la responsabilidad y a no dejarse arrastrar por el miedo. Al veterano dibujante y pintor navarro le cuesta expresarse de otra manera que no sea a través del arte plástico, pero la situación excepcional que vivimos le ha inspirado para escribir este texto: "Somos muy poderosos los humanos destruyendo naturaleza, extinguiendo animales, somos muy listos con nuestras estrategias... pero viene un pequeño ser, al que nadie había invitado, y la Humanidad tiembla. Y los telediarios (que ya eran películas de terror) ahora hablan de nosotros, que nunca habíamos pensado en serio que nada de esto fuera a pasar. Por el momento, proyectos y planes personales, o profesionales, se van aplazando, quien sabe como será el escenario cuando hayan pasado estos días. Para quienes nos movemos en el mundo del arte, todo suele ser incierto, no está entre las prioridades de la gente, cuanto más ahora", desea el artista.

El Torres. El dibujante El Torres (Juan Antonio Torres García), autor de El fantasma de Gaudí (Premio del Salón del Cómic de Barcelona 2016, con Jesús Alonso Iglesias, Dibbuks) regala descargar desde el hilo de Twitter títulos como Cuentos del bosque de los suicidas (con Fran Galán), El velo (con Gabriel Hernández), Apocalypse Girl (con Ramiro Borrallo) o Las brujas de Westwood y Tambores (ambas con Abel García). También comparte el catálogo de Cómics Karras hasta el 30 de marzo.

Santiago García. Santiago García, que acaba de lanzar uno de los cómics del año, La cólera (Astiberri), junto con el dibujante Javier Olivares, también remite desde su cuenta de Twitter a su blog Mandorla y enlaza a diversas historietas para pasar la #cuarentena. Entre ellas, páginas sobre el Guernica o Amenaza nuclear.

Para los peques, recortable de Titán. El dibujante malagueño Pepo Pérez ha pensado en los más pequeños y da la posibilidad de descargar un recortable de la figura del personaje de Titán, el personaje protagonista de la serie El Vecino (Astiberri). Una opción para recortar, pegar y montar.

Más en Red. Cristina Durán, Cels Piñol, Calpurnio, Lorenzo Montatore, el humorista gráfico de El Jueves JMV, la asociación Autoras de Cómic y AfterCOMIC (sello editorial independiente) también difunden estos días contenidos e historietas online gratis.

Imágenes para la Historia. Ilustradores/as de todo el mundo están inmortalizando esta crisis en dibujos, visitables en Instagram; entre ellos, María Bueno, Javi Royo, Lola Vendetta, María Hesse, Lyona Ivanova, Marta Waterme, María Herreros, Beatriz Ramo o Ricardo Cavolo.

"Un propósito para este confinamiento: sonreír, ser amable y paciente, contagiar optimismo"

Pintor e ilustrador

"Es momento propicio, ahora que hay tiempo, para leer un buen libro ante una taza de té"

Ilustradora y dibujante de cómics

"Hemos iniciado un viaje hacia un nuevo lugar, y mi duda es si será más amable y más humano"

Ilustradora, artista plástica y grafitera

"Los dibujantes somos más inmunes a la posible claustrofobia que pueda crear este aislamiento"

Dibujante, guionista e ilustrador

"En esta cuarentena asumiremos que somos un ser vivo vulnerable más en este Planeta"

Ilustradora y mediadora artística

"Viene un pequeño ser y la Humanidad tiembla, y los telediarios ahora hablan de nosotros"

Pintor, ilustrador y dibujante

"No pasear cuesta, como no ir a la biblioteca, pero no queda otra... ¡Así que quédate leyendo!"

Pintor, ilustrador y escritor