Directores de teatro de toda Europa enviaron ayer una carta al Parlamento Europeo para pedir a las autoridades que dejen abrir las salas porque pueden “garantizar” el cumplimiento de los protocolos de seguridad. Entre los firmantes está el pamplonés Alfredo Sanzol, director del Centro Dramático Nacional.

“No importa cuán difícil sea la situación, ya sean ataques, guerra o pandemia, estamos listos para trabajar de manera segura. No consideremos nunca como un hecho normal que los teatros estén cerrados”, remarca la misiva, encabezada por la directora del Teatre Nacional de Catalunya, Carme Portaceli, y el director del KVS de Bruselas, Michael de Cock. “En estos tiempos difíciles en los que tanto ansiamos tener esperanza, coloreemos el mundo con la imaginación que necesitamos para sobrevivir y continuar siendo humanos”, afirman.

En el texto, titulado La cultura es segura, los directores expresan su deseo de que las compañías de teatro de toda Europa puedan volver a trabajar “pronto” y recuerdan que “los protocolos y la experiencia para mantenernos seguros están ahí”. Son conscientes de la gravedad de la situación y “del terrible impacto de la covid-19 en nuestras vidas”. Sin embargo, hacen un alegato a favor de la cultura “porque no solo somos cuerpos. Tenemos también otras necesidades esenciales, como mantener nuestro bienestar psíquico, ser comprendidos, compartir historias y disfrutar la belleza”. En este punto, citan a Lorca cuando, a la pregunta sobre qué necesitaría si tuviere hambre, respondió: “No pediría un pan, sino medio pan y un libro. Él comprendió la importancia de alimentar su espíritu”. En su opinión, después de meses de pandemia “la gente está cansada y deprimida. Ningún antidepresivo funciona mejor que estar juntos de forma segura”. Y subrayan que ellos pueden organizarlo. “Podemos asegurar que los teatros modernos están tan bien ventilados en Bruselas como en Oporto. Y la gestión de multitudes en París y Ámsterdam es igual de buena que la gestión del público en Barcelona”, resaltan.