Desde sus inicios, Taburete ha estado envuelto en una polémica ajena a la música. Apellidos y cayetanos a un lado, la banda ha publicado ya cuatro discos en seis años de trayectoria y agota entradas en todas sus giras. Eso sí, su vocalista, Willy Bárcenas, admite que todavía hay una parte del público que no les dará nunca una oportunidad. "A pocos grupos les pasa que sin escuchar nada, digas que son una mierda", critica.

La Broma Infinita es el título de vuestro último disco. Tras seis años de trayectoria, ¿todavía no se toma en serio a Taburete?

-Bueno, dentro de la música se nos respeta, pero es verdad que a Taburete le sigue acompañando todo lo que le ha acompañado desde el principio... Parece que a pesar de todo lo que hemos vivido y conseguido, hay gente que nos sigue infravalorando. También es gente que lo que ha escuchado son cuatro historias y rumores y no ha profundizado absolutamente nada. El título del disco hablaba de eso, de que todos pensaban que esto iba a ser una broma y que se iba a acabar muy rápido y aquí seguimos.

Y en realidad, ¿acojona un poco pensar que esta broma acabe algún día?

-Sobre todo lo que te da miedo es que se acabe la inspiración de hacer canciones que conecten con la gente. Eso es por lo que un grupo desaparece... Pero hemos sacado este disco y ya estamos hablando de grabar a finales de año porque tenemos canciones nuevas ya€ El miedo es menor mientras exista eso, pero vivimos en una época en la que parece que todo es de usar y tirar, donde los grupos no se consagran tanto como antes, ¿no? También haciendo pop rock, que antes era lo comercial, pero parece que ahora es algo que se está acabando con todos los nuevos sonidos...

¿Se consideran una banda consagrada y asentada en la escena?

-Sí. Tuvimos una época que fuimos una moda, con el primer y segundo disco y Sirenas, donde llegamos a aforos importantes y ahora quizá lo veo como un grupo más consolidado y con un público muy fiel. Quizá estamos menos en boca de la gente, pero a la hora de sacar una gira, los sitios se siguen vendiendo muy bien. También pienso que nuestro público ha evolucionado y hemos pasado de tener un público quizá más adolescente, a un público más adulto.

El título de este último disco tiene tintes cómicos y apunta a una broma, pero tras escucharlo, ¿estamos en realidad ante el disco más melancólico de Taburete?

-Sí. Muchas de las canciones las camuflo a veces con metáforas y no soy tan claro, pero sí que es el disco más triste por estado de ánimo, por temática de las canciones, la manera de tocarlas€ Quizá no es un disco tanto de ponértelo con unas copas y partirte el lomo, como eran otros, sino que es más íntimo. Es lo que nos salía y ha conectado bien con la gente. Tienen que entender que no todo va a ser hablar de fiestas, de borracheras...

De hecho, las fiestas en casa de Dron ahora, con esto de las limitaciones y unidades convivenciales...

-(Risas) Bueno, Dron se casó, que para empezar fue el primer desastre€ Y ahora ya con el confinamiento mucho peor, pero estamos acumulando tantas ganas para el día que nos dejen...

Este nuevo disco cuenta con una introducción que da paso al tema 2018:Odisea en el espacio. ¿Por qué aquel año fue una odisea?

-2018 fue un año para mí bastante complicado: fue la sentencia de mis padres y mi padre volvió a la cárcel, mi madre tenía una sentencia muy grande, aunque ese año no entró... También me acababa de comprar una casa y hubo un accidente en el edificio de al lado, se cayó la casa y me tuve que ir de allí y volver a casa de mis padres€ Fue un año complicado.

¿Ve la música como autoterapia?

-Sí, sí, completamente. Por ejemplo, durante la cuarentena como no me pasaba nada, no tuve inspiración, pero cuando te ocurren cosas€ En este año y finales del año pasado, que también tuve momentos complicados, tuve un arreón de irme al campo y componer un montón de canciones.

Musicalmente, la propuesta de Taburete siempre ha estado abierta a una variedad de estilos, ¿de qué sonidos diría que ha bebido su pop en este cuarto disco?

-Al final bebe de la música de toda la vida. Ahora he estado escuchando entrevistas del nuevo disco que ha sacado C. Tangana y veía similitudes en el sentido de que nos gusta la música de las raíces, la música latinoamericana y de toda la vida€ Eso es de lo que bebemos porque es lo que yo he escuchado fundamentalmente. Yo prácticamente no he escuchado música en inglés hasta hace dos o tres años. Nos gusta que se escuche un bolero otra vez, tocar la cumbia, la ranchera, aunque en este disco ha desaparecido pero seguro que volverá...

Ha nombrado el nuevo disco de C. Tangana y El Madrileño cuenta con un nutrido grupo de colaboraciones. Y según ha comentado alguna vez, a Taburete le cuesta encontrar bandas que colaboren en sus canciones... ¿Por qué?

-Bueno, es verdad que nosotros hemos propuesto muchas colaboraciones y no todas han dejado de salir por algo raro, hay algunas que no les coincide por tiempos o por el estilo€ Pero luego, en esta época de la cancelación, la gente tiene miedo de meterse en fregados, sabe que nosotros, aunque no sea buscado, la polémica nos acompaña... Y prefieren no meterse en líos, algunos son sinceros y nos lo han dicho tal cual, que lo sienten pero que prefieren que no les caiga por algo que no es musical.

Con quien sí ha colaborado es con la banda de rock alternativa Kitai en el tema Kill Bill, en una unión que quizá a muchos sorprendiese...

-Es que yo no tengo prejuicios de ningún tipo. No miro ni a quién vota el artista, ni lo que piensa de una cosa u otra, miro la canción y la música. Pero bueno, parece que ahora la política se lo come todo, está en el fútbol, está en la música€ Se lo come todo. Y creo que hay que saber separarlo.

¿Está mal visto que uno sea seguidor de Taburete?

-Sí, es como que no es cool... No es lo que mola, o eso piensan algunos, porque lo que mola es lo que te mola a ti, no es otra cosa€ Pero en programas que están de moda entre los jóvenes, tipo La Resistencia, como que decir algo bueno de Taburete€ No sé, me parece un poco de niño pequeño y de tener poca personalidad. A mí me importa un carajo lo que opine cada uno si digo que me gusta una canción de reguetón o La isla de las tentaciones, es que me da igual.

En los inicios de Taburete y a raíz de un reportaje acerca de un concierto que ofrecieron en el Wizink Center de Madrid, se acuñó que eran "un grupo de Cayetanos". ¿Se ha desmontado esa imagen?

-Sí, fuimos uno de los primeros grupos independientes en llenar el Wizink Center y al día siguiente la crónica de El País era cómo llevaba el jersey puesto el fan de Taburete y mirando a los de estética más pija, para poner así son los que escuchan Taburete. Como para que otros que no sean así digan, "uy, me gusta Taburete, pero esto no me gusta nada€". Al final hemos tocado en sitios de todos los estilos, en el Sonorama... y el ambiente es el mismo: fiesta, diversión y pasarlo bien.

Se ha definido como "grupo independiente" y es que a la hora de trabajar, siempre han apostado por la autogestión. De hecho, Carolina Durante ya dijo que quizá Taburete eran más indie que ellos...

-Es que el término indie está un poco... Indie somos al 100%, pero a lo mejor la gente lo asocia a otro tipo de música, que luego alguno de esos grupos están con Sony o Warner o tal, que no son indies... Nosotros estamos muy orgullosos de habernos arriesgado y que cuando en su día nos llegaron las ofertas de fichar por una discográfica, haber tomado esta decisión de hacerlo todo nosotros y de montar nuestra discográfica€ Creo que hicimos bien, no tenemos que dar explicaciones a nadie y tomamos las decisiones artísticas nosotros. Si puedes hacerlo, a todos los grupos jóvenes les recomiendo que lo intenten.

Hagamos balance de trayectoria de la banda. ¿Cuál diría que ha sido el mayor obstáculo al que se ha encontrado Taburete en su camino?

-Siempre pienso que si Taburete a lo mejor no hubiese tenido todo lo que nos rodeaba, quizá el ascenso hubiese sido más lento al principio pero sería un grupo incluso más masivo. Porque nos dio la oportunidad de darnos a conocer a mucha gente, pero de una manera mala. Al final hay una parte del publico que escucha música que no nos va dar una oportunidad y hay pocos grupos con eso, que sin escuchar nada, digas que son una mierda. Ese es el mayor problema que nos hemos encontrado, el tener una parte del público que es inaccesible.

En cuanto a los conciertos de esta gira, ¿se ha adaptado el formato a una propuesta más acústica?

-Ya para empezar, que sea en teatros es algo que no habíamos hecho nunca y el hecho de tener al público sentado, sobre todo al principio se hacía raro, con las mascarillas... Pero se nota que la gente tiene ganas de lo que sea, y aun con todas las restricciones, la gente se lo está pasando fenomenal, no paran de cantar desde la primera hasta la última canción. Cambia la manera de hacer el concierto, antes yo estaba más obsesionado con estar saltando de un lado para otro y animar a la gente y ahora te tomas más para ti y a cantar lo mejor posible.

¿Cómo les afectó la polémica que generó el concierto que dieron en Marbella el pasado verano, del que se compartieron vídeos donde parte del público no respetaba las medidas de seguridad?

-Se hizo una bola enorme. No digo que con otro grupo no se hubiese comentado, pero parece que con nosotros buscan continuamente y ahí les dimos argumentos. Fue un fallo, en cualquier caso nunca dije que la gente se quitase las mascarillas, sino fue un comentario de "ni una puta mascarilla", de que no las estoy viendo... No se debió hacer, pero también era el primer concierto que dábamos en un año, todavía no estábamos mentalizados, sales con toda la emoción...