El público volverá a estar de pie en un concierto en Navarra. Y además, en cuestión de días. La nueva orden foral presentada este martes, que entrará en vigor este viernes, recupera los aforos y horarios anteriores a la pandemia y se elimina así la obligación del uso de sillas y mesas para la celebración de un espectáculo. La mascarilla será obligatoria en todo momento y estará permitido ofrecer servicio de hostelería. Estos son los principales cambios que afectan a la celebración de eventos culturales, a la espera de la publicación oficial de la orden que concrete todos los detalles. Asimismo, según han avanzado desde el Ejecutivo, también se prevé que tanto los distintos departamentos del Gobierno y otros operadores públicos o privados puedan adoptar las medidas organizativas necesarias para evitar aglomeraciones en las distintas actividades que se realicen.

El cambio de restricciones, permitiendo celebrar conciertos con público de pie y un aforo al 100%, ha sido acogido con alegría y optimismo en el sector musical, tras varios meses críticos para sus profesionales, al verse interrumpida y afectada su actividad. De hecho, algunos de los próximos eventos musicales en Navarra ya se van a celebrar bajo con el público de pie y uso de mascarilla. Es el caso, por ejemplo, del concierto que The Guilty Brigade y Rat-Zinger ofrecerán este viernes en la sala Tótem, o el festival Atrapa-2, que este domingo recala de nuevo en Zentral con las actuaciones de Hofe, Messymess y A1 Goldie.

Precisamente el gerente de la sala pamplonesa, Javier Muruzábal, ve este "cambio radical" como un "paso importantísimo" que conduce hacia la normalidad, tras casi dos años muy duros que han afectado gravemente al sector cultural: "Nos permite volver a retomar la actividad habitual, programar, que salgan todos los técnicos del ERTE...", apunta para recalcar que, eso sí, no será una vuelta inmediata a esa esperada normalidad: "Hay que adaptar conciertos que están ahora mismo en cartelera, también el formato, avisar a los clientes con los cambios...", repasa, para concluir que si bien es un paso importantísimo, "para que la normalidad sea plena, pasarán meses, porque la industria necesita planificación y el público también tiene que volver a engancharse poco a poco con la música en directo". Eso sí, el optimismo y la ilusión están más que presentes: "Esta es la noticia esperada desde hace muchísimo tiempo".

Con un ojo en otras comunidades

Felices. Así se encuentran las empresas que conforman la Asociación Navarra de la Industria Musical (Anaim). "Tenemos muchísima alegría y un subidón porque ahora da la sensación de que aunque el virus no se ha ido, sí ha acabado esa agonía que teníamos todos", explica la presidenta de Anaim, Ana Zamarbide, quien valora cómo este cambio "facilita que en los próximos meses podamos poner en marcha cosas que estaban en el aire y adaptarlas a este nuevo aforo".

En cuanto al festival Anaim Club Fest, cuyo cartel anunciaron el pasado lunes, explica que a priori todos los conciertos se adaptarán a este nuevo formato, habilitando el máximo aforo y con el público de pie. No es el caso de otros eventos ya programados con anterioridad, como Rozalén en el Navarra Arena, u otras citas en Baluarte o teatros, ya que por cuestiones de trazabilidad de datos, sería inviable ampliar aforo y redistribuir a todos esos asistentes que ya han adquirido una entrada con un asiento numerado y bajo unas condiciones -en el caso de las salas, es diferente al ser menor el aforo vendido respecto a su capacidad total y a que no existe numeración específica como tal en las localidades-.

Eso sí, en este futuro próximo señala la importancia de que exista una homogeneidad en todas las comunidades en cuanto a restricciones se refiere, ya que, por ejemplo, muchos de los asociados trabajan fuera de la Comunidad Foral y además, "para un artista es una locura salir de gira y que existan diecisiete normativas diferentes". De ahí que en Navarra se muestren "muy contentos" por ser una de las primeras comunidades en dar este paso, pero a su vez animen "a todas las comunidades a seguir el ejemplo y que cuanto antes volvamos todos a la normalidad para poder trabajar". Porque con cambios como este parece que sí, que al final hay luz al final del túnel que ha estado atravesando el sector musical.