Del mito al logos, idea que hace de eje vertebrador de la octava edición del Festival de Música Contemporánea de Navarra (NAK), da nombre al concierto de clausura que cierra diez días de actividades y que tendrá lugar mañana en el Palacio del Condestable a las 20.00 horas.

El acto gozará de un espacio “magnífico que nos proporciona el patio de Condestable, que sin duda es el más idóneo porque espacialmente nos remite a una especie de ágora de conocimiento, reflexión y escucha, que es lo que queremos conseguir con este concierto”, como explicó Yolanda Campos, directora artística del festival y una de las compositoras.

El nexo de unión de las piezas del concierto, con cinco estrenos absolutos interpretados por el ensemble de saxofones del Centro de Música Contemporánea Garaikideak (CMC), reside en las reflexiones que desarrolla en varias de sus obras el pensador, ensayista y poeta Ramón Andrés, que ha servido de inspiración.

El concierto será en acústico, para “desnudar la música y crear ese aliciente viendo solamente a los músicos, potenciando esa escucha atenta”.

Este ciclo contará también con un diálogo con el propio Andrés, que a partir de las 18.00 horas mantendrá una conversación con Ignacio Fernández, periodista y cofundador del CMC. “Queríamos que fuese un encuentro abierto a todos los públicos, teniendo en cuenta que el eje temático es la relación entre la filosofía griega y el racionalismo”, explicó Fernández, que busca dar a conocer “de qué manera la música forma parte del pensamiento antiguo y actual y por qué la reflexión es ahora más necesaria que nunca”.

En el proyecto también colabora Sigma Project, cuyo componente Ángel Soria habló de las tres partes que conforman el concierto: Mitos orientales, Logos y Mitos cretenses. Por su parte, Sergio Eslava, componente del ensemble Kuarist, afirmó que el concierto “desgrana los recursos y posibilidades del saxofón”.

Los compositores que integran el proyecto son David Cantalejo, Ignacio Fernández y Yolanda Campos (CMC), y también Alberto Posadas e Inés Badalo.