La reina Letizia ha repetido en Tudela la imagen cercana y espontánea que ya exhibió en anteriores visitas al festival Ópera Prima, donde ha respaldado el homenaje a Carlos Saura, ha ocupado el patio de butacas con estudiantes, y ha saludado a las personas que aguardaban, una actitud ante la que el director del festival se ha preguntado: "¿Cómo se puede ser tan maja?".

Lo ha dicho Luis Alegre en la apertura del acto, en un festival que promociona las primeras películas de cineastas españoles, aunque uno de sus hitos es el homenaje a una reconocida figura, en esta ocasión el recién fallecido Carlos Saura, que ha concitado el respaldo unánime de los representantes del mundo de la cultura, de la política navarra y de compañeros de profesión.

En su visita de dos horas y media, la reina ha llegado con algo de retraso sobre las 12:30 horas previstas para la cita en el cine Moncayo de la capital ribera, acompañada de la ministra de Política Territorial y Portavoz de Gobierno, Isabel Rodríguez, a quienes aguardaban la presidenta del Gobierno foral, María Chivite (a su llegada se han escuchado algunas expresiones de "fuera, fuera").

Junto a ella, el presidente del Parlamento, Unai Hualde y la consejera de Cultura, Rebeca Esnaola, así como el delegado del Gobierno en funciones, Valentín Velasco, y de los ediles de Tudela, con el alcalde Alejandro Toquero al frente.

La aparición de la reina, aguardada por un pequeño grupo de personas, ha sido vitoreada por aplausos y gritos de "Viva la reina", "Viva España" o  "Guapa", a los que doña Letizia ha correspondido cruzando la calle y dedicando hasta diez minutos, después de saludar a las autoridades, a estrechar la mano, tomarse selfies y recibir de los tudelanos algunos regalos, como una enorme hogaza de pan con la inscripción "Leonor 18" en honor del reciente cumpleaños de su hija la princesa.

"Hecho por mí", le ha dicho el autor del regalo, un hombre que ya el pasado año le agasajó con otro gran pan, que en aquella ocasión doña Letizia se llevó consigo.

Entre los vítores también se ha escuchado un sonoro "Viva la República", acallado por el mayoritario aprecio hacia la reina de quienes aguardaban su llegada, algunos desde hacía más de dos horas, y que han llegado a soportar un amago de lluvia que no ha llegado apenas a mojar la calle.

78

Fotos: la reina Letizia preside en Tudela el homenaje al director Carlos Saura Fermín Pérez-Nievas

Con 12 grados de temperatura que marcaba el termómetro de un estanco cercano, saludadas las autoridades y gran parte del público, doña Letizia ha accedido al interior del cine, para asistir al homenaje a Carlos Saura.

Allí también aguardaban expectantes alumnos de institutos de Tudela, quienes la han recibido con aplausos antes de asistir a la proyección de la película "La caza", una de las obras maestras de Saura, premiada en 1966 con el Oso de Plata a la mejor dirección en el Festival de Cine de Berlín.

En blanco y negro y con un mensaje que las actuales generaciones pueden ver sin la censura que condicionó a Saura, la película ha sido aplaudida al finalizar y sobre ella ha interpelado la reina a los estudiantes.

Así, fuera del cine de nuevo doña Letizia se ha acercado al público, concentrado en una zona en el caso de los alumnos de los institutos de Tudela que acababan de asistir al pase de "La caza", con quienes la reina ha departido, se ha tomado los tan demandados selfies y ha mantenido breves conversaciones.

Al filo de las 15:00 horas, ya de camino al vehículo oficial, desde el otro lado de la calzada gran parte del público que le había recibido dos horas y media antes ha reclamado la atención de la reina, quien de nuevo se ha acercado a ellos, personas de todas las edades, para corresponder a los saludos e incluso firmar algún autógrafo.

A las puertas del vehículo, un último saludo con la mano ha dado fin a la visita y ha marcado el momento de regresar a los domicilios de muchos de los presentes, que han permanecido hasta cinco horas en el lugar con la recompensa de ver de cerca a la reina.