Una hora antes de que comenzara el concierto, ya bajaban riadas de personas hasta el Navarra Arena. Y es que, con veinte años de carrera a sus espaldas, Melendi puede presumir de un gran poder de convocatoria que, lejos de menguar, sigue creciendo cada año que pasa. Recordemos que la última vez que visitó Pamplona fue, si la memoria no me falla, en 2017, para actuar en el pabellón Anaitasuna (lo llenó, y esos son unas ¿cinco mil personas?). Este viernes, sin embargo, regresó para tocar en el recinto más grande que tenemos en Navarra, y se le quedó pequeño. Doce mil almas abarrotaron el Arena para recibir al asturiano, que venía a reverdecer los laureles de su disco de debut, y vaya si lo consiguió.

Con la sintonía de James Bond a todo trapo y las luces apagadas, en medio de un griterío absolutamente ensordecedor, fueron saliendo los músicos a escena. Quien esperase una banda al uso, se llevaría una buena sorpresa, pues allí hubo tres guitarras, bajo, percusiones, piano, batería, violonchelo y coristas. Doce músicos y un montaje escénico que también estuvo a la altura, con un escenario amplísimo, una enorme pantalla en la parte trasera y otras dos en lo laterales, algo más pequeñas. Muy buenas luces y, sobre todo, muy buen sonido, que se hizo más que necesario para poder escuchar la música por encima del karaoke masivo que se organizó en el Arena.

Tampoco descuidaron el espectáculo, con columnas de fuego como las que se dispararon cuando Melendi saltó al escenario. Lo hizo para cantar El parto y Piratas del bar Caribe. Después de la dupla, saludó y explicó que se sentía como el teenager que fue, recuperando este repertorio de su primera época. Y hablando de teenagers, llamaba la atención, y mucho, la juventud de la mayor parte de los asistentes, que o bien no habían nacido cuando esos discos vieron la luz, o bien gateaban, todavía en pañales. Esa fue la mejor prueba de que esas canciones, a la postre, han marcado a varias generaciones.

Asistentes al concierto de Melendi en el Navarra Arena. PATXI CASCANTE

Interpretaron el primer álbum prácticamente entero, y fueron intercalando temas más recientes de su repertorio como Llueve o Loco. No hubo caídas en su conexión con el público, aunque quizás las más antiguas (Con la luna llena, Caminando por la vida, Vuelvo a traficar) despertaron un plus de emotividad; si lo desean, llámenlo nostalgia. Sin embargo, las baladas más recientes (Cenizas en la eternidad, La promesa), tampoco tuvieron mucho que envidiar a las primeras. No sucede muchas veces que el Navarra Arena se llene hasta la bandera y que todos los asistentes, sin excepción, pasen el concierto entero de pie, cantando y botando, tanto en la pista como en todas y cada una de las gradas. El viernes fue así durante todo el concierto, una fiesta ininterrumpida de más de dos horas en la que no faltó de nada. La apoteosis llegó al final, con la rockera Arriba Extremoduro, y, ya en los bises, con la postrera Lágrimas desordenadas, que cerró de forma apabullante la velada, con artista, músico y público, exultantes.

CONCIERTO DE MELENDI

Fecha: 18/11/2023. Lugar: Navarra Arena. Incidencias: Lleno, entradas agotadas. Público muy participativo. Concierto perteneciente a la gira 20 años, que conmemora las dos décadas de su primer álbum, que ha sido recientemente reeditado. Le acompañaron doce músicos en el escenario. Algo más de dos horas de concierto.

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Raphael también demostró su poderío este fin de semana en el Navarra Arena Javier Bergasa