¿Puede la escritura resultar terapéutica? Es indudable que a muchas personas escribir lo que llevan dentro y procesar sus sentimientos a través de la escritura les puede resultar liberador, sin embargo, ¿sirve como una forma de terapia? Esta pregunta fue el tema vertebrador de la mesa redonda que se celebró este viernes en el marco de la Feria del Libro de Pamplona, La escritura como terapia, que contó con la participación de las escritoras Alicia Baigorri, Ester Ortiz y Ventura Ruiz y con Nerea Zubikoa como moderadora.
“Hay un sobreuso de esta palabra, hoy en día todo es terapia, y yo creo que no es así”
La primera cuestión que se debatió fue qué sugería el título de la mesa a cada una de las participantes, a lo que Ventura Ruiz confesó que a ella le generó dudas sobre la idoneidad de formar parte de la conversación. “Creo que hay un sobreuso de esta palabra, hoy en día todo es terapia, y yo creo que no es así”, manifestó, a lo que añadió que “hay que tener cuidado con los términos”. Sin embargo, afirmó que escribir sí que le ha ayudado a sacar adelante temas personales. “Es verdad que para mí fue una escritura catártica total y me produjo una sanación”, apuntó. Este pensamiento lo comparte también Alicia Baigorri, que es psicóloga de profesión. “Cuando vi el título y vi que era una frase afirmativa, lo primero que me vino es que yo emplearía una frase interrogativa”, destacó Baigorri. “Desde mi punto de vista, habría que ir a ver qué es terapia y si la escritura reúne las condiciones para serlo. Para la escritora, no es lo mismo hablar de los beneficios que tiene la escritura, que según ella son muchos, que decir que la escritura es una terapia per se. “Mi línea de intervención es que la escritura es una herramienta dentro de un proceso terapéutico”, concluyó. Baigorri destacó, además, los beneficios de su uso como herramienta, que, en palabras suyas, además de desacelerar los sentimientos y hacer que vuelvan a pasar más lentamente por la mente, “es un tiempo en el que puedes repensar, en el que puedes salir de esa situación y observar”. Emplear los escritos como un espejo en el que mirarse y “aplazar los pensamientos recurrentes”.
“Habría que ir a ver qué es terapia y si la escritura reúne las condiciones para serlo”
Por su parte, a Ester le ha resultado esencial escribir como parte de su proceso de sanación. “Para mí la escritura ha sido terapéutica, absolutamente”, sentenció. “La escritura te hace sacar todo lo que se va endureciendo dentro y eso te hace sanar”, apuntó.
Con respecto al sobreuso de la palabra terapia, Ruiz considera que “es una cosa que va con los tiempos actuales y que incluso se ha convertido en negocio. Son tiempos capitalistas, todo se comercializa, todo se monetiza”, y en el caso del bienestar, todo se convierte en algo terapéutico si eso va a producir dinero. “Creo que está de moda y creo que forma parte del capitalismo brutal en el que estamos inmersos”, expresó. “Si decimos que la escritura es terapéutica, todos y todas nos ponemos a escribir como locos, no va a haber una transformación”, matizó Baigorri, que incidió en la importancia de matizar este término. “Hay cuentos que, como el vino, ayudan a digerir la vida, pero no es terapia”, comentó.
Para Ortiz, el uso excesivo de este término se debe a que “estamos en un mundo muy complejo a nivel psicológico” que la gente tiene diferentes opciones y necesidades a la hora de mejorar. “No creo que todo se sane con la escritura”, manifestó.
Al ser preguntadas sobre cómo les hace sentir el proceso de escribir, Ruiz contestó que para ella escribir es un “alivio”, al igual que para Baigorri, que lo describió como una “liberación”. Para Ortiz, sin embargo, escribir es “como beber agua, es mi alimento, lo que me hace sentir realmente plena”.
“La escritura te hace sacar todo lo que se va endureciendo dentro y eso te hace sanar”
En las escuelas
Las tres autoras también estuvieron de acuerdo en la importancia de trabajar las emociones a través de la literatura desde edades tempranas. “Es una maravilla la cantidad de libros editados que hay”, comentó Ruiz, “ahí está la puerta a la salvación. Como sociedad nos podemos salvar siempre que nos escuchemos a nosotros mismos también emocionalmente para poder luego encontrarnos con la otra persona”, apuntó, una idea que comparte con Ortiz. “Esos niños van a ser los adultos del mañana, que van a ser los responsables de nuestros países, de nuestras empresas”, añadió.
“Si no podemos entender cómo nos sentimos, las emociones nos atrapan, nos secuestran”, expresó Baigorri. “Lo importante es poder entender qué emoción estás sintiendo, por qué, para qué , y aprender a gestionarla. Por lo tanto, la apuesta en la educación es la apuesta por la lectura, una lectura donde padres, educadores, niños y niñas estemos todos implicados”, destacó.
