Carlos Fernández de Vigo y Lorena Ares abrieron el estudio Dr. Platypus y Ms. Wombat hace más de seis años en Pamplona. Entonces, Carlos venía de ser nominado a los Goya por su primer largo, Memorias de un hombre en pijama, y, desde entonces, han recibido tres nominaciones más. El próximo 8 de febrero sabrán si Cafunè gana el cabezón a mejor corto de animación. Mientras tanto, continúan con los numerosos proyectos de animación y de Inteligencia Artificial (IA).

Llevan 8 años trabajando con Inteligencia Artificial, ahora en Professor Octopus Lab. 

C.F.V: Probablemente seremos de las pocas empresas que llevamos tanto tiempo investigando el tema de la IA aplicada al audiovisual. Nos han invitado desde el IBC Ámsterdam, el American Film Market, el Animation World Summit de Los Ángeles... El laboratorio tiene una presencia internacional muy potente. Pero cuando damos alguna charla, siempre empiezo diciendo que en Cafunè no usamos nada de IA. Antes de empezar con ella habíamos trabajado ya con muchas tecnologías distintas y en laboratorios de Galicia, de Cataluña, de Madrid. Es verdad que la IA va a cambiar el mundo. Yo vivo convencido de que la mayoría de las personas no son conscientes de lo que viene, pero también de que la IA no es la respuesta para todo. 

¿Qué quiere decir?

C.F.V.: Comentaba lo de Cafunè, porque esto se aplica también al modelo generativo de imágenes. En este corto no lo hemos usado porque buscábamos un nivel profundo de conexión con el público, y lo mismo haremos con Skizo. Pero sí es verdad que, en otros proyectos, por su macrolenguaje o su naturaleza, la tecnología trabaja mejor que las personas.

Lorena Ares y Carlos Fernández de Vigo. Oskar Montero

¿Habla de ‘Emotional Films’?  

C.F.V.: Así es. Emotional Films busca crear algo imposible para nosotros como artistas y como humanos, y es que la película se cree en tiempo real en base a las emociones del usuario. Cuando nuestros artistas generan trabajos con esta tecnología, crean una pieza artística en un contexto diferente al cine convencional, y cuando la entregan, esa obra se convierte en una conversación con el usuario. En resumen, el laboratorio de desarrollo de tecnología de Inteligencia Artificial facilita a nuestros artistas y a nuestros técnicos hacer las cosas de maneras increíbles, pero siempre manteniendo el rumbo en la visión creativa y humanista. No por una cuestión meramente ética, sino porque, sinceramente, es que los artistas están muy por encima de lo que la IA puede hacer. 

¿Tiene claros los límites de la IA?

C.F.V: Es algo que va a llegar y no puedes pelear contra ello, pero sí puedes controlar cómo utilizarla desde el principio. Nuestro laboratorio es la única unidad I + D empresarial especializada en Inteligencia Artificial de Navarra. En esto también decidimos liarnos la manta a la cabeza e intentar ayudar a la sociedad a entrar en lo que viene para que podamos ser arquitectos del nuevo orden que se va a imponer. Este es el momento de construir una visión social, económica, educativa, de comunicación... de manera que seamos capaces de diseñar y generar una IA propia que responda al modelo de sociedad que queremos ser. Es el momento de decisiones de alta calidad. Sé que no contamos con toda la información, pero va a ser inevitable asumir ciertos riesgos. Y nos equivocaremos en algunas decisiones, pero si no hacemos nada, nos equivocaremos demasiado.