Una trama policíaca negra clásica con fuerte trasfondo político y un escenario muy familiar para cualquier habitante de Iruñea y de Navarra. Así es Trabajo sucio, primera novela del autor pamplonés Eneko Olza. La historia de una venganza y una voluntad de hacer justicia ante muchas situaciones denunciables que han ocurrido en nuestro pasado reciente, en una trama de ficción con gran dosis de realidad. Insumisión, militancia, resistencia, violencia carcelaria, amor, amistad, dignidad, perdón y memoria están presentes en el debut literario de este trabajador del sector de residuos que desde pequeño se ha expresado a través del dibujo y ahora da el salto a la literatura.

Eneko Olza presenta su libro este miércoles 12 de febrero por la tarde (18.30 horas) en la sede de Txalaparta en Pamplona (calle Mayor).

¿Cuál fue el motor de esta novela?

El inicio fue un querer plasmar unas vivencias de los años 90, cómo solían transcurrir muchos fines de semana en el casco viejo de Iruñea; quería plasmar a modo de documento eso que muchas veces se ha visto desde otro ángulo. Darle otra visión al asunto. En un principio me planteé hacer un cómic, pero no quería hacer unas viñetas de acción sin ningún trasfondo o historia que lo sustentara. Y ahí me surgió la idea de hacer una trama de novela negra.

La idea inicial creció mucho...

Sí. Al final la idea inicial se ha quedado simplemente en el inicio de una historia bastante más larga y que abarca bastantes más cosas que lo que pudieran ser unas noches conflictivas.

La sensación tras leer la novela es de que a través del protagonista, Unai, se ha quedado a gusto. Hay una venganza, un querer hacer justicia de muchas cosas.

Sí, podría decirse que es así. Hay un poco de eso, de decir unas cuantas cosas, mostrar otras tantas y desahogarte un poco de ciertas historias. Normalmente se tiene una visión muy parcial de ciertas cosas, lo que es el discurso hegemónico, y quería darle otra visión al asunto y mostrar muchas cosas que mucha gente no sabe que transcurrían así, por ejemplo, cómo eran las actuaciones de la policía en las calles. Mucha gente se sorprenderá, pero las cosas eran así, y cualquiera que estuviera por ahí sabe que no me invento nada.

"Quería que los lectores se moviesen por el libro como si estuviesen andando por las calles de su ciudad, sin tener prácticamente que imaginar"

La insumisión también está presente. Una época convulsa y de mucha lealtad en la militancia.

Sí, al final son mis años de adolescencia y juventud. Como dices, no solo era la conflictividad política llevada a la violencia en las calles, sino que también estaba todo el movimiento de la insumisión, que aparece en el libro. De hecho, el personaje va a la cárcel por su condición de insumiso. A partir de ahí, en su periplo carcelario es donde cambia y se dan las condiciones para que luego suceda todo lo que sucede en la novela.

Pone el foco en las élites políticas y económicas, los intereses que les mueven, la corrupción..., todo lo que intuimos pero no vemos de lo que se maneja en el poder.

Sí, aparecen élites empresariales que manejan cuestiones políticas y de otras índoles, la corrupción tanto policial como de otras maneras, y también se hace bastante denuncia de la situación en las cárceles, o de qué pasa con la gente cuando sale de la cárcel, las dificultades que tienen para rehacer su vida.

Lleva al límite la situación y las vivencias del protagonista.

Sí, es un personaje curioso. Tímido pero muy echado para adelante en según qué cosas, un tanto irreflexivo y violento, eso sí, tiene un pronto muy agresivo. Su paso por la cárcel le transforma, sale una persona más templada, más reflexiva, pero también más violenta. O sea, su nivel de aceptación de la violencia va más allá.

Por todo lo que vive en la cárcel.

Sí, por todas las cosas que ve, que le toca padecer... se refleja la deshumanización que producen las situaciones de dureza que se dan en las cárceles.

¿En qué medida valora el potencial del género negro para hacer denuncia y también memoria?

Tiene un potencial muy alto. El género negro siempre ha estado imbuido en esa denuncia social. En este libro, aparte de situaciones de corrupción que puedan darse, sobre todo hago hincapié en la situación de las cárceles, la violencia que se vive allí de una u otra manera, ya sea entre presos por la desesperación, ya sea de la cárcel misma o de los carceleros hacia los presos, incluso la corrupción dentro de las cárceles... He querido plasmar esas situaciones que se dan, y que parece que aquí se niegan. Porque se habla con mucha ligereza de cárceles de otros países y aquí parece que todo es impoluto, cuando no es cierto. También aprovecho para hablar de prostitución y trata de blancas, esa situación que sufren muchas mujeres. El género negro, al moverse por unos submundos bastante turbios, da pie a poner luz a muchas situaciones duras y denunciables que se dan.

También hay en ‘Trabajo sucio’ amistad, amor, lealtad...

Hay un poco de todo en esta novela. Al final es la historia de una venganza, pero lo que hay detrás es una gran historia de amistad. La amistad es un factor muy importante en esta historia.

"Se habla con mucha ligereza de la violencia en cárceles de otros países y aquí parece que todo es impoluto, cuando no es cierto"

Ha titulado los capítulos de la novela con títulos de canciones de grupos como Barricada, Zarrapo, La Polla Records, Su Ta Gar, Cicatriz, Hertzainak o Eskorbuto. ¿La banda sonora de su adolescencia?

Eso es. La música que escuchábamos de chavales en aquellos años era una música muy cruda, con letras muy directas. Contaban las cosas como se vivían en la calle, eran un reflejo de lo que vivíamos, entonces hacíamos muy nuestras esas canciones y también nos servían de concienciación. Así que me pareció buena idea titular los capítulos con canciones de esos años.

El dibujo ha sido desde niño su medio de expresión, ¿cómo ha dado este salto a la escritura?

La verdad es que yo siempre me he expresado a través de los dibujos, pero ya hace unos años que dibujo bastante poco. ¿El salto a la escritura? No sé cómo se ha dado... Creo que ha sido la estabilidad personal, que me ha permitido embarcarme en un proyecto más a largo plazo que ni yo mismo sabía cómo iba a terminar, pero me apeteció atreverme a intentar expresarme de esta otra manera, y con todo el tiempo del mundo y con tranquilidad he ido tejiendo esta historia que va encajando como un encaje de bolillos, con saltos continuos del pasado al presente y viceversa. Ha sido un trabajo largo, de unos cinco años, con parones entre medio.

¿Y cuál ha sido el mayor reto?

La novela en sí. Porque no quería contar una historia de acción sin más, quería darle más contenido, por eso aposté por la novela negra, aprovechando el recorrido del personaje, para ir denunciando ciertas cosas que pasaban a su alrededor. Igual me puse demasiados objetivos y me ha costado, pero estoy satisfecho con el resultado.

"Me gustaría que el lector se quedase con el sabor un poco amargo de haber conocido situaciones que le eran desconocidas y que han pasado aquí al lado de su casa"

Es una trama de ficción pero rescata en ella episodios reales de nuestra historia, de presos políticos torturados hasta la muerte, el asesinato de Ángel Berrueta con el trasfondo de los atentados del 11-M en Madrid...

Sí, es una historia de ficción pero tiene un contexto sociopolítico con episodios reales. Están las muertes de Gurutze Iantzi y Xabier Kalparsoro ocurridas bajo custodia policial en un fin de semana de 1993, fueron detenidos en operaciones diferentes y él murió arrojado por la ventana de comisaría y ella en los interrogatorios en Madrid; también rescato el episodio real en que un joven recibió un pelotazo en las calles de Pamplona y perdió un ojo...

Refleja el abuso de poder y la manipulación que hoy siguen ejerciéndose, aunque de otras maneras.

Bueno, al final todo cambia. La situación del conflicto aquí ha cambiado en los últimos años, aunque lo que no ha cambiado por ejemplo es el número de policías que tenemos, esa tasa policial tan alta, después del gran cambio que ha habido en cuanto al conflicto y la violencia en las calles, ¿tiene sentido?

¿Con qué le gustaría que se quedasen los lectores de su primera novela?

Con el sabor un poco amargo de haber conocido situaciones que le eran desconocidas, que han pasado aquí al lado de su casa, y que le puedan hacer pensar. Yo buscaba hacer algo muy de aquí, porque está muy bien leer cosas de otros sitios, conocer otras culturas, otros modos de vida, pero también está bien leer algo y no tener prácticamente que imaginar, sino que te zambulles en el libro y te mueves como si estuvieses dentro, como si estuvieras andando por las calles de tu ciudad. La gente me dice que esta novela se lee muy fácil por eso.

Portada de la novela 'Trabajo sucio', obra del autor pamplonés Eneko Olza Puñal. Cedida

EL LIBRO

Título: Trabajo sucio

Editorial: Txalaparta

Páginas: 320

Precio: 17,50 euros

El autor: Eneko Olza Puñal (Iruñea, 1976). Trabajador del sector de residuos, desde pequeño su método de expresión ha sido el dibujo. Ahora, ampliando horizontes creativos, da el paso a la escritura con su primera novela.