El misterio del arte, y el asombro primigenio que conlleva, están contenidos en cada pieza que alumbra Txiki Aguirre Keixeta (Arroa, Gipuzkoa, 1963).

El pintor y escultor ceramista comparte su última obra con el público navarro en el espacio Apaindu de la calle Curia, en pleno casco viejo de Iruñea.

Hasta el próximo día 30 puede visitarse Azal arrastoak, la muestra que propone este creador, con obras concebidas la mayoría de ellas expresamente para esta sala expositiva.

Un 'libro' donde se lee nuestro pasado

“El espacio donde se va a mostrar la obra para mí es muy importante, me obliga a trabajar de una manera. Y en este caso, es un espacio muy personal, especialmente interesante y complicado”, dice en alusión a Apaindu, un lugar alejado de la “galería blanca y aséptica” a la que muchos artistas están habituados.

Así, el 70% de la obra que muestra en esta exposición –esculturas y pinturas– es nueva, concebida expresamente para esta ocasión.

"En mi escultura aparecen las huellas que dejan mis dedos paralelas; quiero dar protagonismo a esas líneas, a esas marras”

Txiki Agirre 'Keixeta' - Pintor y escultor ceramista

Keixeta continúa la línea del trabajo que mostró el año pasado bajo el título Azalaren mamia en Zumaia, donde vive, y nos presenta esta nueva obra bajo el título Azal arrastoak, una expresión que al artista le cuesta traducir al castellano. “Sería algo así como Lineas en la piel o Huellas en la piel. Alude a elementos que hay en la superficie, bien en la piel o bien en una superficie geológica, y que pueden ser heridas, huellas, erupciones...”, cuenta este artista.

“Vivo en Zumaia, y ahí tenemos un flysch geológicamente muy interesante, se dice que es como un libro en el que se pueden leer miles de años de nuestra historia, de nuestro pasado”, añade a propósito de esas huellas Keixeta, quien utiliza la cerámica y las formas tradicionales de la alfarería para hacer escultura, pero se siente ante todo escultor.

El paso del tiempo

Utiliza el torno alfarero, que le proporciona “unas líneas horizontales que hablan del tiempo”.

"En mi escultura aparecen las huellas que dejan mis dedos paralelas; quiero dar protagonismo a esas líneas, a esas marras”. Está ahí, por un lado, el factor tiempo, “y se puede leer lo que durante este tiempo ocurre; es como la piel de una persona, en la que hay arrugas, heridas que cuentan cosas..., está ahí marcado lo que le ha ocurrido en la vida. Y geológicamente esto también ocurre, hay superficies que son como libros que nos hablan del pasado”, dice el artista.

"En mi obra es importante el momento gestual en el que estoy pintando"

Txiki Agirre 'Keixeta' - Pintor y escultor ceramista

Hay en Azal arrastoak trabajos en porcelana, y una escultura colgante que responde, de nuevo, a la necesidad de adecuarse al espacio expositivo.

Profesor de cerámica, Keixeta ha encontrado hace ya tiempo en el gres y la porcelana sus medios habituales de creación y expresión escultóricas. “En otra época utilizaba también otros materiales, como poliéster, hierro..., pero en los últimos años me muevo como escultor con gres y porcelana”, dice.

Elementos que flotan y el gesto

En cuanto a la pintura que exhibe, realizada en técnica mixta casi siempre sobre cartulina –“utilizo tintas, acrílico, óleo... todo es válido”, dice el autor–, está “creada exclusivamente para este espacio”, dice en alusión a Apaindu. “Con esos azules, esos rasgos o esas líneas negras intento romper ese espacio que defino. Me invento un espacio, sea aéreo o bajo el mar, pero en cualquier caso son elementos que flotan”, cuenta Keixeta, en cuya obra es importante “el momento gestual” en el que está pintando.

Esta gestualidad es clave en la serie de baldosas que presenta a modo de instalación en vertical: “Son dibujos muy sencillos, son caras, en baldosas sigillatadas que han sido ahumadas en un proceso de Rakú, una técnica de cocción oriental muy vieja; y luego en un tiempo mínimo hago el dibujo. Es decir, me lleva muchísimo tiempo preparar la baldosa sigillatada, me lleva semanas, y el último trabajo es el gestual: saco la pieza a mil grados de temperatura del horno y tengo que dibujar inmediatamente en un minuto y medio”, explica sobre el proceso con el que alumbra estas piezas tan especiales.

Azal arrastoak puede visitarse de lunes a viernes de 11.00 a 14.00 y de 18.30 a 20.30 horas; y sábados, solo por la mañana de 10.00 a 14.00 horas.