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12 años de 'Arte Nuevo'

Mikel Belascoain celebra que un proyecto que al principio parecía una quimera siga creciendo apoyado en unas bases sólidas y con la mirada en el futuro

12 años de 'Arte Nuevo'Iban Aguinaga

"Una utopía que se hace realidad”. Es el balance queMikel Belascoain (Pamplona, 1978) hace cuando piensa que se cumplen 12 años desde que pusiera en marcha, con convicción, un proyecto comprometido con la experimentación multidisciplinar, la colaboración, la profesionalización y la transformación social a través de la cultura. Lo llamó Arte Nuevo.

Durante más de una década, Belascoain ha trabajado con 150 artistas, ha desarrollado una veintena de propuestas y ha alcanzado a un millón de personas. Pero las cifras, por abrumadoras que sean, son solo eso, números, y no cuentan toda la historia. Por eso, nada mejor que hablar con el fundador de esta iniciativa para saber qué ha sido, qué es y que será.

En su sueño inicial, el artista imaginó varios objetivos: “Quería acercar el arte, romper con las ideas clasistas que lo suelen rodear y trabajar la transversalidad”. Estas tres coordenadas siguen plenamente vigentes en Arte Nuevo, que se mueve al ritmo que marcan las tendencias culturales actuales. Insiste mucho en una de ellas: “El artista nunca trabaja solo”, subraya, y apunta otra idea: “Hay que adaptarse”. Y es que, en su opinión, “venimos de una sociedad centrada en la tarea”, y la realidad es que estamos en el siglo XXI y la transversalidad manda, así que la persona ya no solo crea, sino que tiene que reinventarse y ocuparse también de producir, comunicar, colaborar...” Muchos procesos que “generan conflictos” y que en absoluto invalidan “la belleza de hacer las cosas bien, especialmente las que no son productivas”. Tampoco la necesidad de ajustarse a los nuevos usos del mundo creativo impide aspirar a “ir más allá” y apostar por la cultura “de vanguardia”. 

Tiempo de hibridar... y de eliminar prejuicios

Mikel Belascoain escogió el nombre de Arte Nuevo “porque intentaba que no se me etiquetara dentro del concepto general de arte contemporáneo”. “¿Qué pasa si me interesan la pintura, la música y el cine?”, inquiere, y reconoce que esa apuesta por la permeabilidad entre disciplinas “no ha sido fácil” de plasmar, aunque quiere reconocer a “todas esas personas que me han dado su apoyo y me han facilitado la vida durante estos años”. 

“Trabajar en el mundo del arte es muy complicado. En el momento en que te expones, llegan los prejuicios y enseguida quieren clasificarte, como si la necesidad de profesionalizarte fuera un trabajo oportunista. No lo es”, afirma. Belascoain responde así a quienes durante estos años han sido obstáculo más que ayuda y han sospechado de su generosidad, “que es lo que va a conseguir que se genere una cultura cada vez más popular y cercana”. Esta actitud está “muy lejos de ser oportunista o de querer aprovecharse de otros”, insiste el creador. Al contrario, “yo he colaborado con más de 150 artistas y lo he hecho de corazón e intentando facilitarles las cosas con mi experiencia”. “Las ideas preconcebidas solo limitan; tengo claro que el arte se empapa de otras formas de ver el mundo, ahí es donde es libre”. 

El adjetivo Nuevo, viene de su interés “por la creatividad en estado puro”. “Me gusta dejarme fascinar por la novedad, y eso solo pasa con la experimentación”, dice. Esta forma de trabajar resulta “más compleja”, ya que no lo sistematiza todo, “pero a la vez mantiene la ilusión”, que, al menos de momento, la inteligencia artificial no puede plagiar. No es que no acepte la revolución tecnológica, le parece interesante por las posibilidades que ofrece como herramienta de trabajo, pero no entiende cómo protocolizando todo “estamos vendiendo nuestra capacidad de sorprendernos”. “La IA no puede reproducir el fallo”, del que surgen tantos elementos interesantes, “ni la empatía ni la contradicción”, rasgos esencialmente humanos.

Transformación social. De ‘Persona’ a ‘Futuro’

Desde sus orígenes, Arte Nuevo ha sido un laboratorio en el que explorar nuevas fronteras para impactar socialmente a través del arte. “Nuestro trabajo se centra en la creación de proyectos con sello, así como en dar visibilidad a aquellas creaciones con poca presencia en los circuitos oficiales y empoderar la figura del artista”, defiende Belascoain. Es decir, “arte desde el individuo, pero no individualista”. “El cambio social al que puede aspirar la cultura es minúsculo”, pero ese grano de arena tiene el poder sumarse a otros para provocar “un cambio de perspectiva que tiene que ver con la conciencia, que es desde donde se puede producir la transformación social”.

Cristina Martínez Lana, en 'Ceremonia'.

En su constante búsqueda, el creador pamplonés ha generado numerosos dispositivos en los últimos años. El primero fueCeremonia,centrado en la mujer; el segundo,Persona, “un diálogo del arte con la filosofía y la neurología que me cambió”. YPoema, una reflexión sobre la esencia poética del arte traducida en la calle, cerró esta trilogía fundacional.

EnPueblo, el artista partió de la idea de la intervención del espacio público para generar atmósferas coloristas en torno a los conceptos de folclore y cultura como elementos que unen a las personas. Luego llegó Un bosque,una instalación sonora de 7 esculturas de gran formato creadas junto con la artista estadounidense Holly Miranda y con la clase de 4º de Primaria del Colegio García Galdeano de la Txantrea. Y Maga, performance de pintura, música y baile con la que se adentró en el flamenco de la mano de Alba Heredia, con la que también hizo su primer largo documental, Luna Negra, mano a mano con Miguel Goñi, con quien trabaja todos sus proyectos audiovisuales. Cabe mencionar, además, Andrómeda, Lilura y Teen Spirit como otros artefactos fabricados en la factoría de Arte Nuevo. YFuturo, del que sabremos más en octubre.

En todos estos trabajos, Belascoain cruza lenguajes, disciplinas y formatos y trata de cumplir con el propósito de la accesibilidad y democratización del arte, a través de espacios de exhibición no convencionales (parques, plazas, vestíbulos, hoteles, bibliotecas...) Es el caso, asimismo, del ciclo de exposiciones que desarrolla con el Hotel Maisonnave desde hace años. “La relación es maravillosa y juntos proporcionamos a distintos artistas la posibilidad de que sus obras se vean las 24 horas del día”, cuenta, y añade, convencido, que ha podido comprobar cómo “el arte se impone a otros estímulos”, aunque se muestre en lugares de tránsito.

“La sociedad cambia y los artistas no podemos victimizarnos, sino ir al encuentro de las personas, y las ciudades son ideales para eso; sus parques, plazas, edificios...”, señala. A la vez, con la creación en la calle, la vida en esas urbes “se ralentiza” y “se humaniza”, saliendo un poco “de esa olla a presión en la que estamos metidos todos cada día”.

'Un bosque', pintura, escultura, música y educación.

Cine y más. Plataforma para contenidos audiovisuales

En los últimos años, un proyecto que ha ilusionado especialmente a Mikel Belascoain es el Filmaking For Social Change, una cita que, a lo largo de sus seis ediciones, se ha empeñado en visibilizar películas con vocación de transformación social y, de nuevo, en diálogo entre distintas disciplinas. Dentro de este marco, Arte Nuevo presentará en septiembre la Plataforma Digital para Proyectos Audiovisuales de Transformación Social, que en un primer momento albergará 20 proyectos, aunque “tendrá capacidad para expandirse hasta los 300”, con el objetivo de “dar respuesta a la limitada difusión de producciones de bajo presupuesto que abordan temáticas sociales urgentes”.

El propio Belascoain tiene previsto acometer una trilogía titulada Bichos y diamantes, de la que este mismo año mostrará el primer capítulo: El último Bicho, “un retrato de ficción de Charly González”, que fuera miembro del grupo Los Bichos. Además, próximamente participará en las actividades de la capital europea de la cultura de este año, la alemana Chemnitz.

Sin duda, Arte Nuevo es un laboratorio que nunca cierra. De hecho, acaba de culminar su Proyecto de Consolidación, Profesionalización y Digitalización, desarrollado entre junio de 2024 y julio de 2025 con apoyo del Gobierno de Navarra y del Ministerio de Cultura. Eso sí, lejos de la velocidad, su fundador reivindica el “desarrollo tranquilo de las ideas” y, en esta nueva etapa, “la ligereza”. “Tendemos a ponerle fecha de caducidad a todo, y el empoderamiento como artistas vendrá por la vía de la observación y la meditación”.

Mikel Belascoain, en el taller con la monumental 'Persona'.

Los artistas, opina, “debemos ser conscientes de que somos creadores de pensamiento y que no podemos entrar en esa vorágine”. Y recuerda los principios seminales de este proyecto: “Queremos recuperar el sentido más fantasioso e imaginativo del arte. Creemos que es necesario reivindicar la imaginación en un mundo tan marcado por el pragmatismo, para volver a imaginar un futuro en el que el arte tiene mucho que decir”.