Convertida en referencia para un público afín al sobresalto y a lo sobrenatural, Weapons depara momentos de inusual estremecimiento y muestra una insospechada capacidad para forjar arquetipos con vocación de permanencia. Si destilamos su esencia vemos que su argumento se ve insuflado por el miedo ante la enfermedad y la vejez. Una nueva vuelta de tuerca a ese inagotable filón por el que, la decrepitud de quienes se acercan a la muerte bebe, figurada y literalmente, sangre infantil para prolongar lo que se pudre. Ese proceso dialéctico, niñez contra decrepitud, lo nuevo versus lo viejo, presente en tantos cuentos de los Grimm a Andersen, sobrevuela en un guion al que Zach Cregger arropa con algunos disfraces.
De Zach Cregger (Virginia, 1981) sabíamos por su faceta de comediante en el grupo WKUK (The Whitest Kids U’ Know). Actor, productor y escritor, tras dos décadas dedicadas a hacer sonreír, sorprendió hace tres años cuando presentó Barbarian (2022), en la Convención Internacional de Cómics de San Diego. Antes había co-dirigido The Civil War on Drugs (2011), una inclasificable película sobre la legalización de la marihuana en la guerra civil americana (se puede ver en YouTube) al estilo Monty Phyton.
Weapons se ofrece como la quintaesencia de una actitud iconoclasta y, a estas alturas, curtida con notable oficio. Con resplandores que podrían sugerir el peso de Stephen King, Zach Cregger arranca su relato con las confesiones de uno de sus protagonistas. Un joven narrador que relata cómo, bajo el celebérrimo érase una vez..., su escuela se conmocionó al desaparecer todos los niños de su clase. Ese hecho extraordinario, ese desvanecimiento inexplicable esconde un misterio. Grabada su fuga por las cámaras de seguridad urbanas y familiares, las imágenes solo muestran a diecisiete niños con los brazos abiertos corriendo hacia ninguna parte. Al estilo del Rashomon (1950) de Kurosawa, Weapons se alimenta con los relatos de las diferentes personas implicadas. Eso permite recontar desde diferentes puntos de vista los mismos hechos y cuestionar al público por la percepción de los hechos a la vez que se clarifican algunos enigmas.
En su desenlace, Cregger abraza el terror y la fantasía. En el camino, la coherencia del cuento, pese a su irregularidad, se resquebraja, pero no se rompe. Los diferentes tonos, del thriller al bullying, del misterio a la brujería, forman un conjunto que intriga e inquieta y que, finalmente, se da un baño de gore y casquería, al estilo WKUK. O sea, fiel a las raíces grotescas de Cregger y sus compañeros de aventuras.
Dirección y guion: Zach Cregger
Intérpretes: Josh Brolin, Julia Garner, Alden Ehrenreich, Austin Abrams y Cary Christopher
País: EEUU. 2025
Duración: 128 minutos.