pamplona - El pamplonés Iker Madoz inicia hoy su viaje que, de salir todo según lo previsto, le llevará a coronar el Gasherbrum IV (7.925 metros), a mediados de julio. El Gasherbrum IV, también conocido como La montaña de la luz, es la 17ª montaña más alta del planeta, la tercera después de los 14 ochomiles. El equipo que intentará la ascensión está formado por Marc Toralles, Oriol Baró, Roger Cararach y el propio Iker Madoz.
El Gasherbrum IV es uno de los picos en el macizo de los Gasherbrum, parte de las Baltoro Muztagh, que se encuentran en Pakistán. El macizo contiene dos de los catorce ochomiles (Gasherbrum I y Gasherbrum II). Walter Bonatti y Carlo Mauri ascendieron el pico por primera vez, en 1958, por la arista noreste. En los siguientes casos, las ascensiones se hicieron por la arista noroeste y la cara oeste.
Como siempre en estos casos, el equipo se desplaza a la región con la mentalidad muy abierta. Una vez allí, dependiendo de las condiciones meteorológicas y de la montaña, se tomarán las decisiones oportunas; “La idea es intentar ascender el Gasherbrum IV por el todavía inescalado Pilar Sur, aproximando por el Este”, explica Madoz. Dicho itinerario fue intentado en el año 2006 por los alpinistas Oriol Baró -que forma parte de la presente expedición- y Jordi Corominas, pero a 7.400 metros tuvieron que retirarse después de varios días de mal tiempo que imposibilitaron la ascensión.
Este año, con la ayuda de la información de primera mano que Oriol Baró ha podido aportar al equipo, intentarán culminar esta majestuosa ascensión.
Madoz salió ayer de Pamplona y llegará hoy junto al resto del equipo a Pakistán. “Si va todo como esperamos, para la segunda semana de julio estaremos en el Campo Base. En principio, la primera semana de julio será de aproximación, y para finales de la primera o principios de la segunda llegaremos al Campo Base”, explica Madoz.
El equipo no puede saber cuándo comenzará la ascensión, ya que es algo que depende de las condiciones de la montaña y de la meteorología. “Una vez en el Campo Base, tendremos un periodo de aclimatación y de espera, para encontrar una ventana buena para iniciar la ascensión”.
El hecho de que sea una ruta que todavía no se ha completado es uno de los principales alicientes de la expedición, más todavía cuando uno de los integrantes de esta ya había intentado llevarla a cabo. “El mejor intento de llevar a cabo esta ascensión lo hicieron Oriol Baró y Jordi Corominas, en el 2006, pero desde entonces no se ha vuelto a intentar. El motivo de la elección es que la montaña es bastante estética. Oriol ya lo tenía en mente desde hace tiempo, porque ya lo había intentado. Nos propuso la idea y nos gustó”, comenta Madoz.
Por ello mismo, el equipo tampoco puede hacerse una idea clara de las dificultades que encontrará. “Cuando subes por un sitio por el que nadie ha pasado no tienes referencias ni información. Por las imágenes, la parte más difícil será llegando a la cima, donde hay más roca. Eso es lo bonito también”, explica Madoz.