- La Bundesliga alemana se reinicia mañana tras una interrupción de 66 días y con muchas cosas en juego, que van más allá de lo estrictamente deportivo y más allá de la lucha por el título que libran el Bayern, el Borussia Dortmund y el RB Leipzig.

El plan para regresar, con partidos a puerta cerrada y con estrictas medidas preventivas como test frecuentes a los jugadores, tendrá que mostrar a partir del fin de semana que funciona no sólo sobre el papel sino también en la realidad.

Los responsables de la Liga Alemana de Fútbol (DFL) son conscientes de que, aunque la meta es terminar la temporada, hay también que estar preparados para lo peor.

Inicialmente, se pensó en decidir ayer sobre lo que se haría, en cuanto al descenso, en caso de que hubiera que aplazar la temporada pero los clubes han pedido aplazar la decisión. De lo que se trata ahora es de prepararse para los partidos del sábado, el domingo y el lunes y, en la medida de lo posible, concentrarse en las metas deportivas.

El derbi de la cuenca del Ruhr, entre el Borussia Dortmund y el Schalke, es sin duda alguna el plato fuerte del sábado por la tarde. El director deportivo del Dortmund, Sebastian Kehl, ha calificado el partido como el "derbi más extraño de la historia".

Tanto el Dortmund como el Schalke viven mucho de su público, suelen crecerse en su propio estadio y, aunque para todos los clubes jugar a puerta cerrada es un reto, para ellos es posible que la desventaja se note más.

Los equipos han regresado a los entrenamientos en grupo en los últimos diez días, después de que haber estado entrenando en pequeños grupos y eso es algo que hace que haya temores a un aumento de lesiones.

Aunque se espera que la forma física sea buena -algunos jugadores sostienen que nunca habían corrido tanto como durante la pandemia- hay situaciones en un partido de fútbol que implican frenazos súbitos, cambios de dirección y cambios de ritmo que no son fáciles de simular.

La posibilidad de que los equipos puedan realizar cinco cambios por partido, en lugar de tres, en las últimas nueve jornadas que restan para terminar la presente temporada, ha tenido el visto bueno que previamente habían dado la FIFA y el International Board, por la excepcional situación generada y por la posibilidad incipiente de que los jugadores no estén en el mejor momento físico.

Además, la DFL podría decidir que un partido se desplace a una ciudad distinta a la contemplada inicialmente si por motivos relacionados con la lucha contra la pandemia se hace necesario.