Quique Domínguez, entrenador del Helvetia Anaitasuna, augura un "partido durísimo" esta tarde ante un rival que "se siente capaz de ganar a cualquiera". "Nos espera un partido durísimo. A Huesca hay que competirle como mínimo en su nivel de intensidad y de confianza los 60 minutos, porque si lo haces 55 o 56 vas a perder. Siete partidos no se ganan de casualidad en esta Liga tan igualada. Ellos van a llegar convencidos de que son capaces de vencernos y nosotros tenemos que demostrarles que se equivocan", explica.

Después de dos derrotas consecutivas en las pistas de Sagunto y Cuenca, Domínguez reconoce que su grupo llega "tocado y dolido", pero a la vez "con ganas de reponerse y de volver a mostrar su mejor nivel". En este sentido, admite que el equipo ha lastrado errores en las segundas partes de ambos partidos. Desaciertos que "van restando confianza y dan solidez a los rivales", por lo que habrá que corregirlos. "No es una cuestión ni física ni de motivación, porque este equipo de eso tiene de más. Pero los errores, al final, se pagan", subraya.