Osasuna ha abierto con calma una nueva fase en su planificación deportiva tras la venta de Jesús Areso al Athletic Club por 12 millones de euros. La operación, una de las más destacadas del verano para la entidad rojilla, no solo refuerza las arcas del club, sino que abre un margen importante para maniobrar en el mercado de fichajes.
La dirección deportiva, junto al entrenador Alessio Lisci, ya ha definido prioridades: la incorporación de un defensa central es el principal objetivo, aunque no se descarta reforzar también el ataque con un nuevo extremo.
La marcha de Areso, lateral titular durante buena parte de la pasada campaña, ha supuesto una baja sensible a nivel deportivo, pero también una oportunidad económica difícil de rechazar. El Athletic, que ya intentó su fichaje en anteriores ventanas, ha apostado fuerte por el navarro y Osasuna ha cerrado una operación rentable, sabiendo que el jugador acababa contrato en 2026.
Necesidad de un refuerzo
Con ese ingreso, el club navarro se mueve con inteligencia y sin urgencias en el mercado. Alessio Lisci, en su primera pretemporada al frente del equipo, ha trasladado a la dirección deportiva la necesidad de reforzar el eje de la zaga, donde actualmente cuenta con tres efectivos naturales. Además de la ayuda de Juan Cruz y la posible adaptación de Asier Osambela, la marcha de Boyomo a la Copa África por un periodo indeterminado, crea cierta necesidad de reforzar ese puesto.
La idea es encontrar un perfil que complemente lo que ya hay, preferiblemente con capacidad para adaptarse a la exigente propuesta táctica del técnico italiano.
Solo si llega el adecuado
Al mismo tiempo, el club no descarta la posibilidad de incorporar un extremo, especialmente si se produce alguna salida en la línea ofensiva. Aunque no es una prioridad inmediata, se están siguiendo varios perfiles que podrían aportar desborde y gol desde los costados, aspectos que Lisci considera claves para su modelo de juego.
La hoja de ruta es clara: reforzar con criterio, sin alterar la estabilidad económica que Osasuna ha construido en los últimos años. No va a haber dispendios pese a la venta de Areso. En la entidad rojilla no valoran la opción de hacer un gran gasto, más bien al contrario, se mueven en perfiles de traspaso bajos.
La dirección deportiva mantiene contactos y valora alternativas, pero no está dispuesta a entrar en subastas ni a precipitar decisiones. Si llega el jugador adecuado, se hará; si no, se confiará en lo que hay, señalan desde el entorno del club.
Por el momento, la pretemporada avanza con normalidad y sin grandes sobresaltos, mientras los movimientos se cuecen a fuego lento en los despachos. Con varias semanas todavía por delante hasta el cierre del mercado, Osasuna se mantiene firme en su filosofía: crecer con paso firme, sin perder la cabeza.
Con el mercado aún abierto hasta finales de agosto, se espera que en las próximas semanas se vayan cerrando movimientos, también de salidas en forma de cesión. Mientras tanto, varios canteranos continúan trabajando bajo las órdenes de Lisci, acumulando experiencia y mostrando que el futuro de Osasuna sigue naciendo en casa.