GASTEIZ - “De vuelta por carreteras canarias. Sumando kilómetros”, colgó Mikel Landa en su cuenta de twitter. Al sol templado de las Canarias, en la serena calidez de la tranquilidad y la calma que provocan las islas, el ciclista alavés acumula kilómetros en sus piernas con la idea de estar la próxima semana en la salida de la Tirreno-Adriático, que se disputará entre 13 y 19 de marzo.

La carrera italiana es una de las citas que aparece en el almanaque del corredor, pero se desconoce aún si Landa podrá llegar a tiempo a la carrera de los dos mares. El fin de semana servirá al murgiarra para resolver las dudas. El alavés progresa adecuadamente en su recuperación, pero no decidirá hasta última hora si se enrola o no en la carrera italiana. Él desea ser de la partida, pero no quiere correr riesgos innecesarios para un prueba que empleará, en todo caso, para sumar kilómetros en su organismo porque apenas pudo correr en Mallorca antes de que una caída le truncara el comienzo de curso. Es impensable que el ciclista alavés salga a disputar la cita de los dos mares. El problema de no alcanzar la Tirreno-Adriático a tiempo es que el corredor, que tenía fijada su hoja de ruta con claridad, deberá variar su calendario de competición para aterrizar con garantías a la Itzulia, una cita que atrae enormemente al murgiarra, segundo en la pasada edición, solo por detrás de Primoz Roglic.

Cuadrar otra agenda competitiva asoma así como el mayor problema para Landa en caso de que se vea obligado a renunciar a la Tirreno-Adriático, una escala ideal de cara a su preparación. En su camino hacia la gran carrera vasca y más adelante hacia el horizonte del Giro, tachar la Tirreno-Adriático obligará a Landa a encontrar días de competición en carreras alternativas.

La Volta a Catalunya que se disputa entre el 25 y el 31 de marzo parece la salida más lógica, pero queda por ver cómo estará estructurado el Movistar, dominador de la carrera en las últimas ediciones, para la ronda catalana y si Mikel Landa tendría encaje en la configuración de la formación. Correr la Tirreno-Adriático supondrá, de facto, abandonar la idea de hallar otras sendas para estar en la Itzulia.

El rodaje por las Canarias se ha convertido en su mini pretemporada después de que se cayera en la Challenge de Mallorca y tuviera que rehacer su calendario, que contemplaba la Vuelta a Andalucía, que no pudo correr por la lesión. La fractura de la apófisis coracoide (la parte terminal junto a la escápula que permite el movimiento del hombro) fue precisamente lo que llevó a los médicos que le tratan a desestimar la operación quirúrgica y optar por un tratamiento conservador más lento y seguro. La lesión impidió que el alavés, una de las principales luminarias del ciclismo, disputara la carrera andaluza.

Con el dolor aún mordiéndole, Mikel Landa se enroscó en el rodillo en cuanto pudo para que sus piernas continuaran activas, aunque debido a la lesión de la clavícula derecha no podía salir a la carretera. De regreso al asfalto el pasado 28 de febrero, Mikel Landa intenta rehabilitar su cuerpo lo antes posible para poder engancharse a la campana ciclista con normalidad tras un comienzo a contrapié. La caída en Mallorca se acumuló a las que padeció en el Tour de Francia, carrera que finalizó en séptima posición a pesar de sufrir un tremendo golpetazo, y la que padeció en la Clásica de San Sebastián, que le dejó sin Vuelta ni Mundial. Ahora, Mikel Landa lucha con determinación por estar en el Tirreno-Adriático para enderezar un curso que ha comenzado torcido.