GORRAIZ. - Se han animado a dar el salto...

-Damos el salto y aprovecho también para dar las gracias. El club Galibier, con Manolo Azcona a la cabeza, lleva muchísimos años dando oportunidades a multitud de chavales. Aquí han crecido y aquí se han desarrollado 18 ciclistas que a día de hoy integran el pelotón profesional.

El trabajo les funciona y da sus frutos. ¿Por qué un paso más al frente?

-En la vida en general existen tres ingredientes fundamentales a la hora de conseguir cosas: fe, trabajo y paciencia. En el equipo entendemos que a nuestro ciclismo le falta ese último requisito, la paciencia. Se necesita paciencia con futuros talentos que igual no te van a explotar con 22 años pero sí con 25. Detectamos un vacío en este sentido y queremos llenarlo con la nueva estructura, convirtiéndonos en una especie de paso lógico en muchas carreras profesionales. Con el panorama actual, hay corredores que terminan quedándose sin la oportunidad que merecen.

Pretender ser un peldaño más en la escalera. Un peldaño de dimensiones proporcionadas, ni demasiado grande ni demasiado pequeño.

-Confiamos muchísimo en nuestro método de trabajo. Vemos que, cuando nos llegan chicos con calidad pero que tampoco apuntan altísimo, ciclistas como los que puede fichar cualquier otro equipo, terminan mejorando una barbaridad con nosotros. Llevábamos un par de años trabajando en el crecimiento del proyecto, en dar salida a los ciclistas en la siguiente categoría, la Continental. Y afortunadamente hemos encontrado el apoyo necesario.

Un sustento en forma de espónsor, marca cuya identidad anunciarán en septiembre. ¿Qué se puede contar ahora del patrocinador?

-Que nos sentimos súper afortunados por haber encontrado lo que hemos encontrado. El proceso de búsqueda se ha basado en el trabajo, como es lógico. Y quizás el factor azar también haya jugado su rol. No lo sé? El caso es que hemos dado con una empresa con la que compartimos filosofía: tranquilidad, confianza en el talento joven, mirada al medio-largo plazo? Por respeto a los procesos y al equipo actual, vamos a esperar a septiembre para anunciar espónsor, maillot y composición de plantilla.

¿Por dónde irán los tiros en la configuración de la escuadra?

-No hace falta ser un lince para intuir qué corredores van a estar en ella. Te puedes figurar que muchos de los que ahora integran el equipo amateur van a dar el salto. Además, algún ciclista que ya ha militado en el Lizarte volverá con nosotros. Y así enseguida cubres las catorce plazas. No te creas que existe mucho margen para hacer más cosas. Estamos recibiendo un montón de llamadas y ofrecimientos de corredores más que válidos. Pero, si solo hay sitio para catorce, te encuentras con que no puedes abrirles las puertas. Es una de las cosas que me hace ver que este proyecto resultaba necesario.

Diseñar un buen calendario se hace difícil para un equipo Continental. Las opciones son limitadas.

-Si hablamos de calendario, te llenaría la página del periódico de agradecimientos a quienes nos han permitido disputar muy buenas carreras. Hemos estado en pruebas como el Giro sub-23 o Aosta, en las que la mayoría de equipos eran de categoría Continental. Pero esto nos ha supuesto vernos exprimidos a todos los niveles para llegar a una agenda de competiciones quizás más amplia de lo que nos corresponde. El caso es que el ciclismo está creciendo, se está recuperando, cada vez hay más carreras. Y nosotros a partir de 2020, con dos equipos en dos categorías, vamos a estar en disposición de planificar una buena temporada para todos nuestros corredores.

Porque el equipo amateur sigue en liza? ¿Va a ver mermado su nivel con una estructura profesional por encima?

-Aquí trabajamos con una máxima: rendimiento en mayúsculas y resultado en minúsculas. Nos ocupamos, principalmente, del rendimiento de los ciclistas. Y aunque este puede medirse analizando clasificaciones, nosotros entendemos que los resultados tampoco lo dicen todo. ¿Mermado el equipo amateur? No lo sé. Sí te puedo decir que vamos a seguir trabajando como siempre. No podemos olvidar de dónde venimos. Ha sido el carácter Lizarte el que nos ha traído hasta aquí. Ahora no podemos renunciar a nuestros principios.

Se les considera auténticas referencias en la formación de corredores.

-Así nos lo hacen ver en muchos sitios a los que vamos. Pero ojo, somos muy conscientes también de que nuestros ciclistas no son los únicos buenos. Hay ciclistas buenos en todas partes. El nuevo equipo no nace solo para nuestros amateurs del Lizarte. Nace para que los corredores sub-23 en general tengan una esperanza, una salida a sus ilusiones. Subimos un peldaño, pero manteniendo la visión de mirar mucho al campo aficionado.

Quería preguntarle por el encaje de su proyecto con los de otras escuadras cercanas. ¿Van a seguir nutriendo al Movistar?

-Movistar es un equipo que nos ha dado mucho. Se trata de un referente en el cual nos miramos. Mantenemos una importante amistad con sus dirigentes, que están al tanto de todos nuestros movimientos.

Sigo. Ahora mismo hay un equipo Continental Profesional (Murias) y otro en vías de acceder a esta categoría (Fundación Euskadi) que vienen alimentándose del Lizarte.

-Ojalá sea verdad y la Fundación Euskadi dé ese paso que comentas. Yo he sido partícipe del proyecto en calidad de ciclista, y siempre les estaré agradecido. ¿Que con nosotros va a haber en el entorno una estructura profesional más? No veo cuál es el problema. Lo habría si tuviéramos pocos equipos. Pero cuantos más salgan, mejor. Ojalá el año que viene nazcan otros cuatro. Será bueno para todos, porque para crecer hacen falta rivales y competencia.

Le citaba otros proyectos porque la convivencia también puede resultar difícil.

-Mira, respetamos al máximo el trabajo del resto. Pienso, sinceramente además, que está siendo extraordinario en todos los casos. Pero a la vez entendemos que, en nuestro ciclismo, existe ahora mismo una gran distancia entre lo que hay y las escuadras de mejor nivel del World Tour. Nosotros queremos llenar ese vacío. No nacemos para pisar el terreno de nadie. Ni para competir contra el Ineos o contra el Movistar. Se nos da bien formar ciclistas y vamos a seguir en esa línea. Luego, cuando un corredor alcance un nivel superior a la categoría de nuestro equipo, se abrirán dos escenarios posibles: o le ayudaremos a seguir progresando más arriba, o intentaremos crecer junto a él.

Han manifestado abiertamente que el acceso futuro a la categoría Continental Profesional se encuentra en perspectiva.

-Te reconozco que, cuando en su día barajamos la posibilidad de pasar directamente a la segunda división, sentí cierto vértigo. Miedo ninguno. Sí vértigo. Ahora vivimos semanas de muchísimo trabajo, de meter horas y horas. Pero tampoco es que nos estemos viendo atropellados. Percibimos que el paso a la categoría Continental resulta más natural, más seguro. Dicho esto, tampoco voy a ponerme aquí a vender motos: si hubiésemos tenido acceso a diez millones de euros, estaríamos montando un equipo Continental Profesional. Lo que pasa es que no se ha dado esa circunstancia. Y la cautela y la tranquilidad son virtudes que en nuestro proyecto siempre vamos a mantener, combinadas con un trabajo constante. Es importante nacer bien.

En cierto modo ya han nacido? ¿Cuál está siendo la acogida a la noticia de su promoción?

-Muy buena, de verdad. Los rumores sobre nuestro paso adelante venían de hacía semanas, y una de las cosas que más nos ha animado a terminar de darlo ha sido todo el feedback que hemos recibido del mundillo. Creo en un ciclismo de todos y para todos. Rivalidad en carretera, máxima. Pero, fuera de la competición, todos representamos al mismo deporte. Estamos recibiendo un montón de muestras de cariño. Nos sentimos queridos.

Septiembre de 2020. Repetimos entrevista trece meses después y me hace un balance de la temporada. ¿Qué le gustaría contar?

-Nosotros solo nos tenemos que fijar en lo que está a nuestro alcance: rendimiento, actitud y forma de trabajar. En todo esto vamos a poner el 100%. De ello depende la imagen del equipo, lo que este va a transmitir ¿Resultados? No me preocupan en absoluto. Así que en 2020 me gustaría hablarte de todo lo que hemos progresado. De chavales que van a destacar y a los que se les van a abrir mil puertas. Y de que el proyecto se ha asentado y ya estamos mirando a 2021. Yo creo que así será.