Igualada (Barcelona) - Nikias Arndt remató la fuga que se jugó el triunfo en la octava etapa de la Vuelta, con meta en Igualada. Alex Aranburu (Caja Rural-Seguros RGA) se quedó cerca del triunfo en los lluviosos kilómetros finales. El guipuzcoano, uno de los corredores más vigilados de la fuga, acabó segundo. El pelotón, con Astana a la cabeza, dejó marchar la escapada y, de nuevo, el conjunto kazajo prefirió perder el maillot rojo de su líder Miguel Ángel López.

Hacia el kilómetro 30 de etapa, en una zona de continuo sube y baja, se fraguó la fuga del día. Hasta que Astana dio vía libre a los 21 ciclistas que finalmente compusieron la avanzadilla, se vivió una interesante batalla.

Entre los de cabeza, hombres de nivel y bazas locales. Dylan Teuns, Stybar, Luis León Sánchez o De la Cruz se hallaban en la escapada. Vista la dinámica de la Vuelta, Nicolas Edet -mejor situado en la clasificación general-, empezó a soñar con la posibilidad de vestir de rojo al final de la etapa.

Con 25 kilómetros para meta apareció la lluvia, que convirtió el asfalto en un escenario muy peligroso. Quien lo iba a pensar con el calor que atizaba por la mañana en Valls. Los ataques se iban sucediendo uno tras otro en una fuga que quedó seleccionada tras el paso por Monserrat. Barceló lo intentó de nuevo, luego Aranburu se vino arriba con otra arrancada, pero a 4 de meta los más fuertes volvieron a estar juntos.

Martjin Tusveld (Team Sunweb) también probó fortuna. No la encontró. En la primera rotonda que tuvo que sortear, el holandés se fue al suelo. El checo Stybar (Deceuninck), con un historial excelso en clásicas, asomó al final con un órdago que fue contestado de inmediato. Teuns se encargó de cerrar el hueco y se acabaron las bravuconadas. Esprint puro entre 13 corredores que entraron a la refriega. Aranburu se posicionó en cabeza con la intención de estar bien colocado y lanzar en su distancia el esprint. Gerreiro (Katusha) lo intentó. El de Caja Rural tuvo que arrear y arrastró a todos. Arndt, sentado, fue más rápido que ninguno. Arrancó desde posiciones traseras, superó y soltó de rueda a sus rivales. El lanzador de Max Walscheid en esta Vuelta, que no ganaba desde la Clásica Cadel Evans de 2017, hizo ayer de killer.

Mientras, los jerarcas de la general a su “rollo”. En Andorra les espera un reto de 94 kilómetros con 5 puertos: el Ordino (1ª), La Gallina (Esp), La Comella (2ª), Engolasters (2ª) y Cortals D’Encamp (1ª). En el Principado necesitarán las fuerzas ahorradas en la etapa cien por cien catalana. - Efe/DN