Al clásico festejo ciclista de levantar los brazos para celebrar las victorias se le añade de manera inmediata, a modo de acto reflejo, el abrazo entre los corredores del mismo equipo y los miembros del staff. Es una liturgia espontánea, una comunión, un gesto tribal y epidérmico que sale desde los adentros del goce, la dicha y la felicidad. Se trata de compartir las victorias entre todos. La UCI (Unión Ciclista Internacional) quiere atenuar la algarabía de los ciclistas en esos momentos de euforia. Pretende que no sean tan efusivos, al menos mientras la pandemia continúe azotando. Xavier Bigard, director médico del organismo rector del ciclismo mundial, entiende que si bien la posibilidad de transmisión del covid-19 es muy baja entre los ciclistas, que pasan numerosas pruebas PCR y están aislados en burbujas, se debe evitar el contacto en lo posible.

“El mensaje que hemos de enviar la mundo y a los aficionados es que tenemos que pelear contra este virus y recordarles que está prohibido tocar a otras personas”, expone Bigard respecto a los protocolos contra el coronavirus que han de llevarse a cabo en carrera. “Cuando mostramos las felicitaciones y los abrazos entre los ciclistas, no es un buen mensaje para los aficionados y espectadores”, ha incidido el experto. La distancia social es uno de los ejes que sirven para contener el avance del virus y el hecho de observar a los corredores abrazándose es algo que no cuadra para el director médico de la UCI.

En la misma línea de argumentación, la UCI entiende que si en el podio está prohibido el contacto entre personas y ciclistas que acceden al mismo (los ciclistas recogen los trofeos de una peana sin contacto con ninguna persona), este modelo de comportamiento debe extenderse también a los festejos más inmediatos. Bigard apela al sentido común. “El sentido común dice que sería mejor si los ciclistas mostraran el mismo comportamiento una vez atravesada la línea de meta incluso si han ganado la carrera”, ha argumentado el responsable de UCI.

En ese contexto donde la pandemia sigue marcando la agenda, Bigard no espera un desarrollo normal del Tour de Francia por la incidencia que el virus aún tiene en la sociedad. "Esperamos que nuevas variantes del virus se expandirán por todo Europa y especialmente en Francia. No se puede esperar a una protección global mediante vacunas antes de julio, agosto o el final del verano”, ha establecido Bigard. De momento, el contacto entre personas tendrá que esperar. Los abrazos rotos del ciclismo.