- El Aspil-Jumpers Ribera Navarra publicó ayer un comunicado oficial en el que afirma que recurrirá la propuesta de sanción de la RFEF, que establece que el partido aplazado entre los tudelanos y Osasuna Magna deberá jugarse. "El club ha puesto en manos de sus servicios jurídicos toda la documentación y tomará todas las acciones legales necesarias, si es preciso, para que se haga justicia y se sancione según lo establecido en el Protocolo", reza en el comunicado.

El club, muy duro con Osasuna Magna, a pesar de que no menciona el nombre del club en ningún momento, afirma que "aceptó de buen grado la suspensión, a pesar de que días antes del partido presentía lo que iba a suceder antes del mismo, así como en los días posteriores". El Aspil-Jumpers achaca el interés de Osasuna Magna en la suspensión al hecho de que Bynho estaba sancionado y los de Irurtzun buscaban "poder contar con el jugador inicialmente sancionado en el choque ante el Ribera, que cumpliría su sanción en otro partido".

Por otro lado, los riberos apuntan que "el único que ha querido disputar el partido ha sido el Ribera Navarra Fútbol Sala" y lo justifican en que, tras conocer la decisión del Juez Único de Competición de aplazar el partido, el club "envió un escrito a la RFEF comunicando que estaba de acuerdo con el aplazamiento, pero pidió jugar después de que acabase el periodo de cuarentena para no saturar todavía más un calendario ya de por sí muy apretado ante los constantes aplazamientos", mientras que el "el equipo visitante se negó a jugar en esa segunda fecha".

Sin embargo, en el primer comunicado que publicó el Aspil-Jumpers cuando salió a la luz toda esta polémica se explicaba que en un primer momento el club pidió jugar el 12 de enero, cuando toda la plantilla de Osasuna Magna estaba confinada. Al resultar imposible, el club de Tudela solicitó que el partido se jugara el jueves 14, un día después del final del confinamiento del Xota. Osasuna Magna se negó a jugar en esa fecha, a lo que los riberos respondieron solicitando los tres puntos del encuentro. Esto ocurrió el 13 de enero, el día del desconfinamiento de la plantilla de los de Irurtzun.

El texto concluye con duras acusaciones contra Osasuna Magna. En primer lugar, el Aspil señala que "el equipo rival ha incurrido en un incumplimiento muy grave del Protocolo Reforzado de la RFEF al realizar los test de antígenos fuera de plazo", que es la base sobre la que se sustenta la acusación de los riberos, que recuerdan que el Protocolo indica que en estos casos "se le dará el partido por perdido" al equipo en cuestión.

Por otro lado, acusa al Xota de buscar "en todo momento sacar rédito a la trágica situación sanitaria producida por la pandemia". "El club tudelano se siente profundamente humillado y menospreciado, más aún cuando ha observado que la RFEF ha mirado hacia otro lado en este asunto".

Todo esto llega apenas una semana después de que la consejera Rebeca Esnaola, junto a Rafa del Amo -presidente de la Federacón Navarra de Fútbol- y Miguel Pozueta -director gerente del IND- hiciera un llamamiento a la calma y a la unidad en una reunión con los presidentes de ambos clubes.