suceso - El portero brasileño Bruno Fernandes, excapitán del Flamengo y condenado a 22 años de prisión por el asesinato de su exnovia, volvió este viernes nuevamente al régimen semiabierto, en el que podrá trabajar durante el día y dormir en la prisión. El futbolista, beneficiado por un acuerdo judicial, dejó este viernes la cárcel del municipio de Varginha, en el suroriental estado de Minas Gerais, en compañía de su abogada y sin hacer declaraciones a la prensa que lo esperaba a la salida del presidio. No obstante, como la cárcel de Varginha no tiene un pabellón para atender a los presos del régimen semiabierto, Bruno podrá dormir en su residencia y su condición pasa a ser similar a la de una libertad condicional. - Efe