o pienso decir la palabra que todos tenemos en la boca todo el día. Esa palabra que empezó a unos 8.000 kilómetros de aquí y que no sabíamos ni decirla y ahora cualquier niño de 5 años te la dice de carrerilla como si fuera su chocolatina preferida.

Tampoco les voy a decir los casos que hay en Francia ni en Cuenca ni en ningún sitio y mucho menos les voy a decir lo que tienen que hacer porque no soy yo quién y seguro que ustedes ya lo saben bien€

Si tenemos una lista de las cosas más importantes en esta vida está muy claro que la salud es la primerísima de todas y que a partir de ahí cada uno tendremos el orden como a nosotros nos parezca mejor. Los que tenemos el deporte entre nuestros favoritos y el fútbol entre los requetefavoritos es como si acabáramos de sufrir una lesión todos y cada uno de nosotros sin saber la gravedad. Cuando tienes una lesión en el campo lo primero que se tiene que tener es prudencia y parar de jugar de inmediato. No sabes el alcance pero sabes que debes parar, eso ya lo hemos hecho y bien hecho a mi entender.

Según nos dicen los profesionales está lesión no tiene pinta de ser para toda la temporada y eso ya nos debe dejar a todos un poquito más tranquilos. Por si acaso, a hacerles caso.

El jugador lesionado, en este caso todos nosotros, sabe que los primeros días de dicha lesión son los más duros y que es normal bajar un poquito el ánimo pero también sabe que su esfuerzo ahora tendrá recompensa después. Nadie sabe qué puede pasar mientras se está lesionado, podemos ir como la seda o la cosita se puede complicar y sumar tiempo al previsto. En cualquier caso, y sobre todo si la cosa es peor de lo que parecía, no podemos bajar nunca los brazos y pelear contra esta lesión como si fuera el partido más importante. De momento este fin de semana todas las ligas navarras cumplen su primer partido lesionadas y nos da mucha pena pero es lo mejor. Nosotros no tenemos la culpa pero si la responsabilidad. A recuperarse toca.

El autor es técnico deportivo superior