ya lo dijo en su día el filósofo griego Aristóteles, la virtud reside en el término medio, y el paso del tiempo no ha hecho sino darle la razón a cada oportunidad que se presenta. También en el mundo del automóvil, donde hay modelos cuya conjunción de elementos aparentemente contradictorios, pero en la dosis precisa, acaba aportando una armonía final al conjunto que solo puede derivar en el aplauso del usuario y la admiración por el trabajo bien hecho.

Nos hemos puesto a lo largo de una intensa tarde de verano a los mandos del nuevo turismo compacto de Kia, el Ceed, con su nuevo motor de gasolina 1.4 T-GDI de 140 CV y en el recomendable acabado Tech (17.695 euros), el segundo más completo, por debajo del ya casi lujurioso Launch Edition y por encima de los satisfactorios Concept y Drive, y cada minuto al volante ha sido un darle la razón de forma permanente al viejo Aristóteles, comenzando por el diseño y acabando por la funcionalidad.

La imagen exterior y también la interior del Ceed reflejan un exquisito gusto por el estilo dinámico y elegante a la vez, pero sin excesos que deriven en la estridencia. Si el frontal y la zaga, con proporciones y líneas que gustan de los volúmenes remarcados y las aristas pronunciadas, se decantan por el estilo deportivo, la vista lateral, claramente más comedida y con trazos suaves y serenos, aporta el tono más contenido. Lo mismo ocurre por dentro, donde el salpicadero, el cuadro de mandos y la consola central nos deleitan con un aire más sport y agresivo, en contraste con unos asientos y una zaga donde unas formas más discretas apuestan por la funcionalidad, el confort y el agrado de uso en el día a día.

Y es que en Kia han tenido omnipresente que lo que entra por los ojos y emociona, el diseño, debe estar refrendado por la razón y el sentido práctico. Todo esto hace del Ceed un compacto sencillamente irreprochable. Espacioso y confortable tanto en las plazas delanteras como en las traseras, dotado de una buena visibilidad, con todos los mandos a mano fruto de una ergonomía cuidada al milímetro, con un tacto, precisión y agrado de uso ejemplares y una finura de funcionamiento, silencio de marcha (más aerodinámico y de motor que de rodadura) y consistencia más que notables, no cabe poner pero alguno a este modelo que representa la culminación de varias generaciones de turismos compactos en los que Kia ha demostrado más que sobradamente su saber hacer. Especial mención para el equipamiento, tanto en confort y conectividad como en seguridad, donde las ayudas para el mantenimiento del carril, detección de ángulos muertos, reconocimiento de límites de velocidad, de fatiga del conductor, de colisión frontal y de frenada de emergencia con detección de peatones, sumadas al asistente dinámico de luces de carretera, el control de crucero adaptativo, la asistencia para seguimiento de carril con tráfico intenso y la ayuda al estacionamiento dibujan un panorama sobresaliente.

En otros apartados el Ceed también convence igualmente, con un amplio maletero de 395 litros que además incluye rueda de repuesto de emergencia, dentro de una carrocería de dimensiones más que razonables (4,310 metros de largura, 1,800 de anchura, 1,447 de altura y 2,650 de distancia entre ejes) para un excelente comportamiento en carretera y una agilidad remarcable en ciudad, donde sus cotas se antojan perfectas.

En el capítulo dinámico Kia ha realizado un trabajo admirable. Sin ser un deportivo de raza -algo que llegará en el futuro con versiones más racing-, la respuesta de dirección, frenos, suspensiones y neumáticos (unos pegajosos 225/45 R17) es brillante. Noble, progresivo, predecible y con un paso por curva elevado, ni siquiera cuando exploramos el límite de su agarre a velocidades inconfesables se comporta de forma desairada y brusca, sino controlable y sosegada, sin reacciones parásitas ni malos modos, todo lo contrario, dando la sensación de que podría ir todavía más rápido. Una delicia.

Y el nuevo motor de gasolina, el 1.4 T-GDI de 140 CV a 6.000 rpm, 242 Nm de 1.500 a 3.200 vueltas, 210 km/h, 8,9 segundos de 0 a 100 km/h y 5,9 litros de consumo medio, es una gozada. Potente, elástico, progresivo, siempre lleno, con unos adecuados desarrollos de cambio, manual de seis marchas (también está disponible con el DCT de siete relaciones), y de exquisito funcionamiento, es una de nuestras opciones preferidas, a la que se suman los gasolina 1.4 CVVT de 100 CV, 1.0 T.GDI de 120 CV y los diésel 1.6 CRDI de 115 y 136 CV.

En definitiva, el nuevo Ceed es un compacto, también con sus siete años de garantía, que representa la armonía perfecta, el equilibrio más virtuoso.