PAMPLONA - A dos meses y medio de disputar su primera Titan Desert, la cual comenzará en abril, Miguel Induráin probó ayer, por primera vez, la bicicleta estática que empleará para entrenarse de cara a la competición. De paso, el navarro incidió a qué va al desierto: a disfrutar.

"Hay que recordar que hay gente que va a ganarla, que va a disputar el triunfo. Ellos van aparte, porque son jóvenes. El resto vamos a cumplir con el evento", señaló, y añadió que no requiere de una preparación excesiva para participar: "Quedan dos meses, hay tiempo de aclimatarse. Son muchos kilómetros y no hay que hacer un entrenamiento muy exclusivo. Eso sí, cuanto más bajes de peso, menos vas a sufrir".

Se mostró consciente de que habrá "momentos duros" durante el recorrido, y deja claro que no va a "ir a ganar" dichas etapas. "Sí que habrá momentos más llevaderos, sobre todo cuando el recorrido sea más llano", valoró el de Villava. "Y no creo que se saquen fotos conmigo, mucho tendrán con pegar a los pedales", añadió a tono de broma al responder a una pregunta sobre su presencia en la carrera.

Induráin estuvo acompañado por otro clásico del ciclismo como el exciclista Melcior Mauri, compañero ahora en el equipo KH-7, que le explicó el funcionamiento y la preparación del entrenamiento que realizará. Mauri ya cuenta con bastantes más recorridos por el desierto a sus espaldas: nada más y nada menos que diez. Y además ganó una Titan Desert, la de 2007.

"Es una carrera que es una experiencia más. Son seis etapas, hay que entrenar y tener un mínimo de preparación, pero el tema es que cada uno vaya en relación al objetivo, y que sea consciente de que ese objetivo sea asumible. Miguel ya ha demostrado lo que tenía que demostrar", indicó Mauri tras entregar la bicicleta a Induráin.

Bromeo al respecto de que la familia de Miguel "puede estar tranquila", ya que el navarro participará en la carrera con su hijo: "Conozco bien el recorrido, he podido asesorarle sobre qué se va a encontrar y resolver las dudas de cuando vas por primera vez. También para la familia, para asegurarles que hay seguridad y que no se pierde nadie".

reconocimiento El acto también sirvió para que el Campo de Deportes Larraina le otorgase a Miguel Induráin una placa en reconocimiento a "su dedicación, promulgación de los valores del deporte y su trabajo". Además, el presidente de Larraina, Carlos Rodríguez, le entregó una camiseta del centro. "Y no le hacemos socio honorífico, porque no nos dejan los estatutos", señaló en tono de humor el presidente.

Así pues, la presencia de Induráin también sirvió para que entregase una placa al equipo de gimnasia rítmica Otra Mirada, al que el presidente puso como ejemplo "de chicos y chicas valientes, que hacen cosas difíciles y que dan ejemplo al resto ". El equipo, a su vez, recibió el premio a los valores deportivos de 2019. "Hemos montado el acto por estos niños, porque se lo merecen", añadió Rodríguez.

Los integrantes, además, se llevaron una fotografía con Miguel Induráin para el recuerdo. "Ya que no hay mejor ejemplo para ellos que un deportista con estos valores, que lo ha demostrado también, como es con su Fundación", concluyó el presidente de Larraina a la finalización del acto, en el que también estuvieron presentes el atleta Manu Quijera y la piragüista Amaia Osaba, nombrados mejores deportistas navarros del 2019.