pamplona - El navarro David Soria (Pamplona, 1994) hizo historia y se proclamó el sábado, por primera vez en su carrera, campeón español de peso superwelter. Se impuso al púgil zaragozano Ezequiel Gurría, cuando apenas transcurría el segundo asalto del combate, con más de un minuto antes de su finalización. El ambiente del Navarra Arena, con cerca de 5.000 personas animando a Soria, sirvió claramente para espolear al boxeador local.

Un combate tan corto cuya duración no se podía prever visto el inicio de la pelea. En ese primer contacto se notó un evidente respeto mutuo entre ambos y unas distancias muy marcadas, dentro de un dominio inicial de Soria. Gurría no podía anticipar el infierno que le iba a venir encima.

Y que llegó en el segundo asalto, cuando el boxeador navarro pudo ser más directo. Consiguió romper toda defensa posible de Gurría, el cual seguía tratando de escabullirse, pero el púgil navarro ya estaba desatado. El maño no lograba responder. Cuando quedaba menos de minuto y medio, David Soria logró enlazar tres ganchos consecutivos que harían imposible la reacción de su rival.

Eso llevaba consigo el triunfo de Infierno Soria mucho antes de lo previsto, como él mismo dijo una vez finalizó la velada. "Iba mentalizado para un combate de diez asaltos. Cuando le derribe no me podía creer que ya era campeón", señaló más tarde el nuevo campeón de peso superwelter.

Una vez terminado el combate, Soria fue a donde un Ezequiel Gurría con el labio ensangrentado, y le dijo: "Eres un puto guerrero", a modo de consuelo. "No entraba en mi cabeza perder, pero cuando ves a una persona con tus mismos sueños, que está destrozado en la lona y hundido mentalmente, te pones en sus piel y sabes que es duro. Ojalá que se levante de esta", admitió en las horas posteriores a proclamarse vencedor.

Ya con el cinturón de campeón, Infierno reconoció acordarse de "todo lo ocurrido" en estas últimas semanas: "Está siendo una celebración tremenda. Hemos vivido estas semanas con intensidad, entre la prensa, los entrenamientos públicos, Osasuna... era una promoción muy buena, pero era para ganar. Ahora que tengo el cinturón veo todo lo que ha pasado detrás y me doy cuenta de que ha merecido la pena todo esto".

Tras haber cumplido un sueño, el navarro mira ya al futuro. Sobre todo, al más inmediato. "Ahora quiero estar dos semanas sin ver un guante de boxeo", reconoce con humor.

E incluso quiere seguir apuntando alto. "Lo siguiente tiene pinta de que será a principios de junio, en Bilbao, contra un boxeador inglés, aunque todavía queda cerrarlo. Veremos también cómo transcurre el tema de la defensa del título", valora. Lo que es seguro es que Soria, pescador y boxeador, ahora lucirá orgulloso que también es campeón.