La cuarta cita de la temporada de MotoGP, el Gran Premio de Austria en el circuito Red Bull de Spielberg adentra el campeonato en lo que se podría considerar "Territorio Ducati", pues desde que comenzó a disputarse esta carrera en el año 2016, la victoria en la categoría reina siempre ha recaído en representantes de este fabricante.

Y, entre ellos, es el italiano Andrea Dovizioso, cuarto en la clasificación provisional del mundial con 31 puntos, quien acumula más victorias, pues ganó en 2017 y 2019 y fue tercero en 2016 y 2018, lo que le convierte en uno de los principales candidatos al triunfo en la presente edición, sobre todo después del mal resultado registrado por el piloto de Forlí en la República Checa, en donde acabó en un más que discreto undécimo puesto.

Casi todos achacan el cambio de rendimiento y los problemas técnicos a los nuevos compuestos y carcasas del suministrador único de neumáticos, al no haber conseguido adaptar la electrónica de sus motos a los mismos, un arduo trabajo en el que deben avanzar si no quieren quedarse 'fuera de juego' antes de tiempo.

La ausencia del vigente campeón, Marc Márquez (Repsol), tendría que haber supuesto "un paso adelante" para sus principales rivales y candidatos al título, pero en la República Checa se vivieron situaciones inusuales que dejaron en entre dicho a muchos de los que debían arrogarse ese rol. Ese fue el caso del francés Fabio Quartararo (Yamaha), líder del campeonato ahora con 59 puntos, al que los problemas técnicos le relegaron a la séptima plaza, y peor fue para su compañero de equipo Maverick Viñales, segundo en la tabla de puntos, que acabó en una más que preocupante decimocuarta posición.