os Brooklyn Nets fueron multados el domingo con 50.000 euros por permitirle acceder a los vestuarios tras la victoria contra los New York Knicks, ayer se salió en Orlando con una portentosa actuación de 60 puntos, récord de la franquicia y máxima anotación de la temporada en la NBA igualando a la firmada la víspera por Karl-Anthony Towns (Minnesota Timberwolves) y ahora tendrá que ponerse en barbecho hasta el próximo miércoles porque los siguientes tres compromisos de los de Steve Nash son en casa. El día a día de Kyrie Irving es una montaña rusa. Tan genial en la cancha como peculiar y polémico fuera de ella, su decisión de no vacunarse contra el covid-19, chocando frontalmente contra la normativa de Nueva York que prohibe jugar como local a los deportistas de las franquicias de la ciudad no inmunizados, está provocando que se haya perdido dos tercios de los compromisos de su equipo, pero cada vez que salta a cancha regala exhibiciones.

Irving ya firmó la pasada semana en Charlotte un partido de 50 puntos con solo 19 lanzamientos, pero lo visto ayer en Orlando fue algo estratosférico. 60 puntos en menos de 35 minutos de juego con porcentajes arrolladores (20 de 31 en tiros de campo, incluyendo un 8 de 12 en triples) y una demostración de fundamentos y calidad individual de altísima escuela. Metió 41 puntos en la primera mitad, ingresó en el acto final con 51 y entonces le comunicaron la proximidad a la plusmarca de la franquicia, en manos de Deron Williams desde 2012 con 57. La superó alcanzando los 60 a 8:32 del final, Orlando pidió un tiempo muerto, Irving se sentó en el banquillo tras realizar su tradicional choque de manos con Kevin Durant y ya no volvió a jugar para tristeza del público rival, que aplaudió su prodigiosa actuación. Los Nets ganaron por un abrumador 108-150.

Fue la cuarta victoria seguida de Brooklyn, instalado en la octava plaza de la Conferencia Este (tendría que disputar el play-in), franquicia que está pagando carísimo tener que contar con cuentagotas con su base estelar. Primero fue la propia gerencia de los Nets la que colocó la etiqueta de inactivo a Irving al considerar perjudicial para el equipo el hecho de contar con un jugador que al poder jugar solo los partidos a domicilio iba a tener que estar entrando y saliendo constantemente de la disciplina de los de Nash. Paradójicamente, su situación cambió en las fechas navideñas como consecuencia de las numerosas ausencias por covid-19 en la plantilla de Brooklyn y a la sobrecarga de minutos que estaba teniendo que afrontar Durant para mantener a flote una nave que a priori partía como gran favorita para la conquista del anillo al contar con estos dos jugadores y un James Harden posteriormente traspasado a Philadelphia. Irving debutó el pasado 5 de enero con 22 puntos y victoria en Indiana y desde entonces ha podido ser alineado en 19 encuentros, con unos promedios de 27,7 puntos (el mejor de sus once cursos de carrera), 5,3 asistencias y 4,7 rebotes. Doce días después de su reactivación llegó la lesión de Durantula, ausente durante mes y medio, y posteriormente el traspaso de La Barba, por lo que a los Nets les ha sido imposible reconducir su dubitativo rumbo (balance de 36 triunfos y 33 derrotas).

Y no será fácil que puedan ascender puestos en el Este si no pueden contar a tiempo completo con Irving. El propio comisionado de la NBA, Adam Silver, ha pedido una revisión de la norma; también su entrenador Steve Nash y el propio Durant, que tuvo que pedir disculpas públicas después de declarar “ridícula” la norma -lo dijo después del duelo del domingo en Nueva York ante los Knicks, al que su compañero pudo asistir desde la grada sin problemas pese a no estar vacunado y en el que posteriormente fue multado por acceder a los vestuarios- y apuntar que el nuevo alcalde de la ciudad, Eric Adams, solo buscaba “atención” al no retirarla. La única esperanza radica en un cambio en la legislación. La temporada de béisbol arranca el 7 de abril y a los Yankees y los Mets, los conjuntos de la Gran Manzana, ya se les ha comunicado que no podrán alinear en casa a los jugadores no inmunizados, aunque según The Athletic fuentes de la Alcaldía apuntan que la situación podría cambiar para entonces. Mientras tanto, Irving se reivindica a base de exhibiciones a cuentagotas.