Jon Alberdi se tiró de rodillas en cuanto la pelota de Iker Salaberria tocó la chapa de la contracancha. Era el 22-11. Se acababa de proclamar campeón del Manomanista de Promoción en el frontón Labrit, que presentó un bonito ambiente con las cuadrillas de los pelotaris. El grito de rabia del guipuzcoano era significativo. Comenzó el torneo tras superar de dos previas y nadie ha sido capaz de vencerle en siete partidos. Este sábado en la final cerró el círculo con la txapela.

Lo cierto es que Alberdi apenas dio opciones al navarro porque dominó la final. Los primeros compases del encuentro fueron muy disputados. En los cinco tantos iniciales el de Baiko y el de Aspe dieron 78 pelotazos, pero todos cayeron del lado colorado. El 7-0 inicial del delantero guipuzcoano supuso una losa muy dura para el navarro.

Jon Alberdi celebra de rodillas el último tanto de la final. Foto: Unai Beroiz

Aunque tuvo una pronta reacción. Jon Apezetxea, el botillero de Salaberria, trató de tranquilizarle con una toalla con hielos en el cuello para ver las cosas más claras. Surtió efecto porque el de Goizueta enlazó tres tantos consecutivos hasta el 7-3. Sus amigos enloquecieron en la grada, que veían que se podía agarrar a la final.

Alberdi cortó de raíz. Dominó el siguiente punto y lo finiquitó con una sutil dejada. De nuevo tocaba remar para Salaberria. El de Azpeitia volvió a encadenar una racha que le aupó hasta el 13-3 con un tres saques, un error del de Aspe y un buen tanto que supo defender bien.

Iker Salaberria, a punto de golpear una pelota en la contracancha este sábado en la final. Foto: Unai Beroiz

La empresa era difícil para el navarro, pero siguió empujando. El de Baiko pegó a la chapa tras un gancho de Salaberria y comenzó su mejor momento. Conectó un tanto rápido con un saque y el siguiente punto lo sumó gracias al sufrimiento tras 17 pelotazos. Metió el miedo en el cuerpo al guipuzcoano con el 15-9, después de sorprender al restarle una dejada.

Otra vez Alberdi impidió progresar al navarro con un gancho perfecto. Aupado con los saques, se colocó a un tanto (21-9). La misma distancia a la que estuvo de quedar eliminado ante Bakaikoa en la última previa en aquel 21 iguales. Salaberria peleó hasta el final, pero cayó. La txapela del Manomanista de Promoción ya tenía dueño: Jon Alberdi.

EL PARTIDO

Alberdi 22

Alberdi 22Salaberria 11

Salaberria 11

Duración 52 minutos.

Saques 6 de Alberdi y 2 de Salaberria.

Pelotazos 262.

Tantos en juego 9 de Alberdi y 8 de Salaberria.

Errores 1 de Alberdi y 7 de Salaberria.

Marcador 1-0, 7-0, 7-1, 7-3, 8-3, 10-3, 13-3, 13-4, 15-4, 15-5, 15-9, 21-9, 21-11, 22-11.

Botilleros Ángel Alberdi (Alberdi) y Jon Apezetxea (Salaberria).

Incidencias Partido correspondiente a la final del Manomanista de Promoción disputado en el frontón Labrit de Pamplona. En el primer partido del festival, Alberdi II-Mariezkurrena II ganaron 22-21 a Elordi-Rezusta.

JON ALBERDI: "EL PARTIDO HA SIDO BASTANTE MÁS QUE EL 22-11"

Jon Alberdi comentó tras la final que trabajó mucho para ganar la txapela y que no se confió pese a la ventaja inicial: “He trabajado bien. He cogido buena ventaja al inicio con el 7-0. Sabía que Iker me haría una tacada y he sabido responder a ella”.

“Al principio sabía que tenía que pegar bastantes pelotazos para hacer un tanto”, aseguró el de Azpeitia. “Iker se agarra mucho al partido. Él también me ha apretado, pero he sabido jugar con la ventaja”, insistió. Y es que esa es una de las grandes claves en el Manomanista.

Pese a lo que refleja el resultado, Alberdi reconoció que “el partido ha sido bastante más que el 22-11. He tenido que trabajar mucho porque se agarraba a todos los tantos y tenía que sacar bien”. La estadística así lo dice: logró seis tantos de saque.

Alberdi, ya con la txapela, se acordó de lo duro de su camino en el Manomanista: “Una previa perdí 22-21 (contra Bakaikoa) y si hubiera perdido, estaría en casa. Creo que la txapela ha sido merecida”. Siete triunfos en siete partidos.

IKER SALABERRIA: "ME VOY CON PENA, HA SIDO MÁS DESDE EL PRINCIPIO"

Iker Salaberria era este sábado la otra cara de la moneda. “Creo que él ha sido más desde el principio. Me ha cogido ventaja con el 7-0 y cuando empiezas una final así es muy difícil. Todo el partido a remolque. Lo he intentado y he dado todo lo que tengo dentro, pero no ha podido ser. Solo queda felicitarle”, admitió. El de Goizueta añadió: “He dado todo, pero no me ha llegado. Creo que tampoco he competido y me voy con esa pena”.

La cuadrilla de Iker Salaberria este sábado en el Labrit. No pararon de animarle. Foto: Unai Beroiz

Aunque perdió, su cuadrilla le recibió tras el partido como un auténtico ganador: “Muy feliz por mi gente. A ver si puedo repetir otra final. Será difícil, pero trabajaré para ello. Ha sido muy bonito