El aire acondicionado es sin ninguna duda, uno de los protagonistas de estas fechas; su sistema y su funcionamiento lo convierten en un perfecto aliado para soportar en condiciones el calor del verano.
Pero en el momento de usarlo hay que tener en cuenta que su uso continuado implica un gran gasto de electricidad y, por lo tanto, una factura más alta que todos hemos visto a final de cada mes.
Sin embargo, no por eso hay que dejar de utilizarlo: todo pasa por hacer un consumo inteligente y emplear algunas estrategias con las que se puede ahorrar en energía y en dinero, aplicando una función que muchos ignoran cuando encienden el aire acondicionado.
Una casa fresca sin gastar mucho dinero
Muchas personas no saben que los aires acondicionados modernos, entre sus mecanismos habituales, que es casi secreto. Hablamos del Modo Seco, también conocido en inglés como ‘Dry Mode’. Aunque no es muy famoso, destaca por ser muy efectivo.
Para identificarlo, no hace falta usar ningún truco mágico: basta con que nos acerquemos al dispositivo y veamos un símbolo con varias gotas de agua y pulsemos el botón.
¿En qué consiste el Modo Seco?
El Modo Seco hace de deshumidificador sin tener que poner el aire acondicionado al máximo. Como resultado, el hogar gana una sensación térmica más agradable. Por lo tanto, consume menos energía y se ahorra más electricidad.
Es una función útil para zonas de costa, donde el nivel de humedad es muy alto. Activando el Modo Seco, la temperatura apenas baja, pero se puede sentir un ambiente bastante más fresco y el gasto eléctrico de la casa desciende.
Algunas ventajas
Los eficientes antiguos tienden a acumular más humedad que los nuevos. De ahí que disponer de un aire acondicionado con el Modo Seco sea de gran ayuda para superar este problema y mejorar el ambiente tanto interior como exterior.
Por no hablar de los beneficios para la salud. Los lugares húmedos son un foco de bacterias y moho que pueden provocar enfermedades como el asma y otras afecciones respiratorias. Por eso, el Dry Mode puede ser la solución para poner fin a ello.
Consejos para un buen uso del aire acondicionado
Dejando a un lado el uso del Modo Seco, usar el aire acondicionado exige tener en cuenta muchos más consejos como, por ejemplo, tener a mano un buen equipo.
Es decir, modelos con etiqueta energética tipo A con los que controlar la velocidad dependiendo de las necesidades y reduciendo al mínimo el gasto. Una clasificación que marca la diferencia en comparación con los modelos más antiguos.
Elegir una buena temperatura es también importante. Se recomienda que el aire acondicionado esté entre los 24 y los 26 grados en verano, mientras que en invierno es preferible entre los 20 y los 23. Aunque no parezca mucho, se nota en la factura.
Tampoco podemos olvidar que realizar un buen mantenimiento del dispositivo alargará su vida útil, además de mantener en perfecto estado todos sus elementos: los filtros, los conductos y muchas otras partes imprescindibles para su funcionamiento.