pamplona. Graftech Ibérica ha invertido 35 millones de euros en su nueva nave de Ororbia, que lleva en funcionamiento desde abril. El nuevo espacio de producción permite a la multinacional estadounidense cumplir con todos los requisitos medioambientales e importantes mejoras en eficiencia energética.
La empresa de Ororbia, que nació en los años 60 como Unión Carbide, se dedica a la fabricación de electrodos de grafito que son adquiridos por las grandes empresas acereras para desarrollar procesos de electrólisis. Sus extraordinarias capacidades como conductores de electricidad y su resistencia a temperaturas de hasta 3.000 grados les permiten actuar en todo tipo de fundiciones de acero. Los electrodos son cilindros de 2,70 metros de largo y unos 60 centímetros de diámetro. Cada uno de ellos pesa unos 1.300 kilogramos. Graftech Ibérica es la segunda planta de fabricación de electrodos más grande del mundo. La mayor se encuentra en México y es propiedad también de la multinacional de Ohio. Entre sus clientes se encuentran asimismo empresas electrónicas, químicas, aerospaciales o de transporte.
La nave inaugurada ayer, que supone la renovación de una parte de la fábrica, tiene 145 metros de largo, 43 metros de ancho y 26 metros de alto. "Es tan alta como la nave central de la Catedral de Pamplona y dentro cabría un campo de fútbol", ejemplificó Antón Aranzábal, director de la fábrica, que exporta el 80% de su producción.
La inversión no supone un incremento de la plantilla, sino la consolidación de un proyecto con más de 42 años de historia y que ha notado la crisis. Como consecuencia del descenso en el consumo de acero a nivel mundial, la planta terminará 2009 con una producción que rondará las 22.00 toneladas, aproximadamente la mitad que el año pasado. En la actualidad trabajan unas 200 personas y en los últimos meses ha aplicado Expedientes de Regulación de Empleo temporal.
apoyo público Para la construcción de la nueva nave, el Gobierno de Navarra ha aportado más de 831.000 euros en concepto de deducciones fiscales por inversión. Esta ayuda se refiere a las inversiones realizadas por valor de seis millones de euros en la construcción de nuevas naves y compra de maquinaria, así como actuaciones en materia de ahorro y diversificación energética.
En este sentido, Miguel Sanz, presidente del Gobierno de Navarra, destacó el compromiso de la multinacional con Navarra, donde tiene intención de celebrar el año que viene un Consejo de Administración. "Unión Carbide se instaló en una época compleja, de transformación e incertidumbre, en una tierra que tenía muchas ilusiones y poca experiencia. Esta inversión se hace también en un momento de crisis, complejo, y por eso tiene quizá más mérito", explicó. Sanz destacó asimismo que Graftech Ibérica fabrica un producto de alta calidad, que es solicitado en el mercado y que ha sido desarrollado gracias a procesos de innovación.
A la inauguración asistió también Peter Barnard, responsable de Graftech Internacional, que destacó la mejoría financiera de la compañía, que en diez años ha duplicado sus ventas hasta los 1.200 millones de dólares y que ha reducido a cero su deuda, cuando ésta ascendía a 1.200 millones hace una década. "Estos nos permite contemplar el futuro con capacidad de desarrollar nuevos proyectos", dijo Barnard, que tuvo un recuerdo para el anterior director de la planta, Tato Villanueva.