washington. El director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), José Antonio Olavarrieta, negó ayer que estas entidades sean el "talón de Aquiles" del sistema financiero, y dijo que quien les acusa de serlo ignora la salud que tienen. "Naturalmente respeto la opinión del FMI, pero no la comparto", dijo el director general de la (CECA) en un encuentro con la prensa española.

Olavarrieta, que se desplazó a Washington para participar en una reunión del Instituto Mundial de Cajas de Ahorros, se quejó de que a nivel internacional exista un total desconocimiento de la solvencia que tienen las cajas de ahorros, motivada por las duras exigencias de provisiones del Banco de España.

Hace unos días, el Fondo Monetario Internacional (FMI) exhortó al Gobierno español a no bajar la guardia y proseguir de forma "muy decidida" con la reestructuración de las cajas, después de que en abril alertara de que estas entidades estaban en peor situación que los bancos si la crisis empeoraba.

Para Olavarrieta, "hay quien ha querido ver en la reestructuración de las cajas de ahorros el Bálsamo de Fierabrás", la poción mágica que podría resolver los problemas del sector, explicó. "El FMI reconoce el esfuerzo que hemos hecho. Yo no creo que seamos el talón de Aquiles del sector", apuntó. "Pero como la crisis comenzó siendo una crisis financiera e inmobiliaria, y nosotros tenemos de largo el liderazgo en el mercado hipotecario, pues es lógico que haya quien diga que son las Cajas las que tienen problemas, pero ignorando las provisiones y la salud que tenemos", explicó.

Como prueba de la confusión que existe con la situación del sector, Olavarrieta dijo que en el 2009 se acusó a las Cajas de estar provocando el estrangulamiento en la financiación a las pequeñas y medianas empresas (pymes) por la lentitud con que avanzaba su proceso de reestructuración.

Sin embargo, al acabar el ejercicio se vio "que las Cajas aumentaron durante el año el crédito a las pymes en 300 millones de euros, cuando el resto del sector financiero (que incluye a la banca) lo redujo en 26.000 millones.

El director de la patronal de cajas indicó que, pese a la solvencia que disfrutaba antes de la crisis, el sector se vio abocado a una reestrucuración debido a las fuertes exigencias de provisiones del Banco de España, la caída de los márgenes financieros, y las nuevas exigencias de capital que supondrá el acuerdo de Basilea III.

Con este proceso de reestructuración y sobre todo con la aprobación de la Ley de Cajas, dijo el directivo, el sector se encuentra preparado para afrontar el futuro con mayor fortaleza.