NADIE podrá negar, salvo que esté ciego o no quiera ver la realidad, que Citroën ha apostado fuerte por seguir siendo diferente al resto de las marcas de automóviles de la mano de su gama de prestigio, denominada DS. Mis primeros recuerdos dentro de un coche se concretan en el azul del habitáculo de un Citroën 2CV de finales de los años sesenta del pasado siglo. Aquel automóvil, provisto de un fiable y peculiar motor de dos cilindros, era tan singular que se convirtió en todo un mito, como lo fueron también otros modelos de aquellas décadas, como el Mini, el Fiat 500 o el Seat 600, por citar algunos de los más conocidos.
Hoy en día la industria del automóvil ha evolucionado de tal manera, que para tratar de diferenciarse del resto hay que estrujarse las neuronas de verdad y trabajar muy duro. Y el DS5 es en esto todo un Citroën, un automóvil con personalidad propia, estilo, diseño y carácter diferenciados. Es cierto que pertenece al segmento Premium, pero a su manera, no es una berlina, ni tampoco un familiar, sin siquiera un gran compacto.
La gran particularidad del DS5 reside en su carrocería. Si hubiera que definirla, sería algo parecido a la de un cupé familiar, una suerte de coche deportivo de cinco puertas, con las cotas de un supercompacto y el carácter de un gran turismo. Sin embargo, Citroën no ha querido crear un producto elitista, con un precio fuera de órbita, sino un automóvil que se venda, con motores razonables y muy probados y otros más golosos y potentes.
Su carrocería mide 4,530 metros de largura, 1,850 de anchura y entre 1,504 y 1,512 de altura, con una distancia entre ejes de 2,727 metros y un maletero con capacidad para 453 litros, que llegan a 468 sin rueda de repuesto. Se presenta en tres acabados: Design, Style y Sport y con precios que oscilan entre 26.900 y 41.650 euros. La dotación en equipamiento incluye entre otros elementos: acceso y cierre sin llave, arranque a botón, head-up display (cuadro de instrumentos virtual), techo cockpit (inspirado en la industria aeronáutica), sistema Citroën eTouch (realiza llamadas de urgencia y localiza el vehículo en caso de accidente o avería), freno de estacionamiento eléctrico, doble salida de escape cromada, asiento del conductor con función de masaje, butacas delanteras con reglaje eléctrico y calefactadas, pedales y reposapiés en aluminio; sin olvidar sus excelentes resultados en los test de choque, con cinco estrellas EuroNCAP, fruto de una completa dotación en seguridad que incorpora ABS, ESP con control de tracción inteligente, regulador y limitador de velocidad, alerta de cambio de carril, cámara de marcha atrás y faros inteligentes SmartBeam.
CON LOS PIES EN LA TIERRA Este nuevo DS5, a pesar de su atrevido diseño, no deja de tener los pies en el suelo, y la mejor muestra de ello son sus probadas mecánicas. Las propuestas de gasolina se ciñen a los dos THP 1.6 (1.598 cc) sobrealimentados, con caja manual de seis marchas y dos niveles de rendimiento (155 y 200), el primero con 156 CV a 6.000 rpm, 240 Nm de 1.400 a 4.000 vueltas, 202 km/h, 9,7 segundos de 0 a 100 km/h y consumos de 9,9 litros en ciudad, 5,6 en carretera y 7,1 de media; y el segundo con 200 CV de 5.500 a 6.800 rpm, 275 Nm de 1.700 a 4.500 vueltas, 235 km/h, 8,2 segundos de 0 a 100 km/h y gastos homologados de 8,9, 5,5 y 6,7 litros.
La oferta diésel incluye cuatro variantes y parte del HDI 110, con 1.560 cc, 112 CV a 3.600 rpm, 285 Nm a 1.750 vueltas, caja manual de seis relaciones, 191 km/h, 12,4 segundos de 0 a 100 km/h, consumos de 4,8, 4,2 y 4,4 litros y emisiones medias de 114 gramos por kilómetro. Las otras tres propuestas emplean el dos litros HDI 160, con 1.997 cc. La primera, con cambio manual de seis marchas, entrega 163 CV a 3.750 rpm y 340 Nm a 1.750 vueltas, con una velocidad máxima de 215 km/h, un paso de 0 a 100 km/h en 8,8 segundos, gastos homologados de 6,3 litros en ciudad, 4,1 en carretera y 3,9 de promedio, y emisiones medias de CO2 de 129 gramos. La segunda versión 2.0 HDI, ya con caja automática secuencial de seis relaciones, repite registros de potencia y par máximo, con 212 km/h de punta, 10,1 segundos de 0 a 100 km/h, consumos de 7,7, 4,9 y 5,9 litros y emisiones medias de 154 gramos. El tercero de los diésel es el Hybrid4, provisto de caja de cambios manual pilotada y asistido por un motor eléctrico que le permite disponer de tracción a las cuatro ruedas y de un uso totalmente eléctrico en sus recorridos urbanos. Esta mecánica entrega 204 CV a 3.750 rpm y 300 Nm a 1.750 vueltas, alcanza los 211 km/h, acelera de 0 a 100 km/h en solo 8,6 segundos y reclama apenas 3,9 litros en ciudad, 3,7 en carretera y 3,8 de media, siendo sus emisiones medias de 98 gramos por kilómetro.
A la postre, y compartiendo el gusto por la calidad en la terminación, los materiales de primera y un cuidado montaje, como es de recibo en el segmento Premium al que aspira este seductor DS5, lo que va a prevalecer y distinguirlo respecto a las intocables berlinas alemanas es su carrocería diferente, un diseño atrevido y un carácter deportivo y rutero que harán que sus conductores y usuarios disfruten plenamente de él, y con unos precios realmente ajustados. Citroën, en lugar de repetir el esquema de tres volúmenes de los turismos germanos, ha escogido un camino distinto para llegar al mismo destino: placer de conducción y calidad de producto. Ahora la respuesta queda en manos del mercado. Buena suerte, se la merece aunque solo sea por arriesgar.