"esto viene y viene para quedarse". Mikel Arbeloa, promotor de Sicnova 3D, el primer centro integral de impresión en tres dimensiones, lo dice convencido. Y se refiere a una tecnología que va más allá de su nombre, que permite realizar "geometrías imposibles" y que, en su opinión, está "revolucionando el ecosistema productivo". "En mi opinión -remata- va a generar un impacto tan grande o más que la revolución digital".
Inaugurado el jueves, Sicnova 3D es la obra de dos promotores: Mikel Arbeloa, que ha dedicado los últimos años a la comunicación y las nuevas tecnologías, y del diseñador industrial Javier Gavari. Entre los dos, aunque con el apoyo de otros socios, han puesto en marcha un centro que tratará de dar servicio de impresión a pequeñas empresas y particulares, que ofrecerá cursos de formación y que, junto a ello, venderá impresoras 3D a quienes deseen comprarlas. "En unos meses -explica Arbeloa- habrá ocho o diez centros como el nuestro en toda España". Desde Pamplona, Sicnova 3D pretende cubrir no solo la Comunidad Foral, sino también la Comunidad Autónoma Vasca y La Rioja.
"Lo primero que hay que entender del 3D es que no es una tecnología, sino la suma de muchas tecnologías". Desde el diseño y hasta la creación de la pieza o el objeto, que puede adquirir formas hasta el momento desconocidas. En síntesis, se trata de un modo de fabricar inverso al habitual, el que replica la fórmula del escultor, que de un bloque grande, extrae una pieza más pequeña. "El 3D es la fabricación por adición, añadiendo capas sucesivas, en lugar de la fabricación por extrusión a la que estamos acostumbrados. Esta técnica permite no solo crear formas hasta el momento imposibles en los productos, sino un importante ahorro de materiales", dice Arbeloa. De este modo, y con 200 materiales distintos (desde termoplásticos hasta resinas acrílicas y composites de alto rendimiento), las impresoras 3D son capaces de procesar el diseño de la computadora e ir añadiendo ese material siguiendo el patrón creado. Al enfriarse al contacto con el aire, el material se solidifica y da forma a la pieza. "Por ejemplo: un cliente diseña la taza que quiere. A partir de eso, es posible crearla o replicar el muñeco que ha dibujado su hijo".
las aplicaciones
De la medicina a la industria
Pero las aplicaciones de esta tecnología superan con mucho el uso de particulares. Hace unos días, se conocía que un bebé de Michigan (California) había salvado la vida gracias a una prótesis creada con una impresora 3D y que reproducía el tubo traqueal a partir de una imagen de la vía respiratoria del niño. En este caso, además, se empleaba un material biológico, que el cuerpo del niño irá absorbiendo conforme el desarrollo solvente por sí mismo su anomalía. Es un paso más, aún limitado, al diseño de prótesis personalizadas, mucho más precisas e incluso más baratas que las comunes, fabricadas mediante procesos industriales convencionales. El lado luminoso de un modo de fabricar que hace unos días adquiría relevancia al conocerse el caso de Cody Wilson, estudiante de Derecho de la Universidad de Texas, que se había fabricado una pistola con su impresora 3D a partir de unos planos que inmediatamente fueron puestos en Internet. En apenas dos días, recibieron 100.000 descargas. Wilson había adquirido la impresora en una casa de subastas on line por 6.000 euros. Así de sencillo.
Los dos casos sirven para ilustrar el potencial de este tipo de fabricación, pensada para series cortas. "No son máquinas orientadas a la producción en masa, pero los sectores a los que es posible aplicarla son muchísimos", explica Arbeloa, que confía en que el centro se convierta en una referencia para el tejido productivo navarro. Permite, por ejemplo, crear prototipos para la industria, labor a la que se dedican numerosos equipos de ingeniería, y validarlos de una manera más sencilla. "Se puede hacer de un día para otro, y garantizando la confidencialidad, manteniendo el secreto industrial", dice Arbeloa. O replicar, por ejemplo, piezas descatalogadas y que se han estropeado, algo que sucede con cierta frecuencia en electrodomésticos o incluso automoción. "Pero son los diferentes sectores los que deben ir descubriendo sus utilidades", dice Arbeloa, quien recuerda que la tecnología es accesible a empresas relativamente pequeñas y que se trata de moverse con rapidez. "Antes el pez grande se comía al chico. Ahora es el pez rápido el que se come al lento".
disponibilidad
Casi cualquier material
Sicnova 3D funcionará en Pamplona bajo el régimen de franquiciado y ofrecerá máquinas de la marca 3D Systems, una firma estadounidense que en estos momentos lidera el mercado. La tienda, ubicada en la avenida de Galicia, trabajará de inicio con media docena de materiales. "Pero podremos conseguir prácticamente cualquier otro que nos soliciten", señala Arbeloa, quien no cree que las impresoras de 3D pasen a ser de uso corriente en los hogares, pero adquirirán un peso notable en el proceso productivo: para qué transportar algo si puedes fabricarlo tú mismo.