LA primera impresión es la que cuenta. Así como en otros ámbitos de la vida uno tiene una segunda oportunidad si no acierta de entrada, en el mundo del automóvil si fallas en el diseño exterior, estás abocado al fracaso. Es cruel, injusto y hasta estúpido, pero los humanos somos así, estamos fascinados por la belleza de las formas. Baste solo con analizar la cara que se nos queda cuando contemplamos a una o uno de esos modelos de pasarela o estrellas del cine y la televisión, aunque luego y ya en serio pensemos que detrás de esa fachada e imagen el resto apenas nos atrae.

Por eso, acertar con el diseño exterior es tan determinante en el mundo de las cuatro ruedas, y por eso también Mercedes disfruta de un éxito sin precedentes entre los conductores de turismos compactos y berlinas medias con sus bellos, espectaculares e imponentes Clase A y CLA. Esta fórmula del éxito, como siempre respaldada por las tradicionales características de todo Mercedes actual que se precie, se van a extender en breve -llegará al mercado español a partir de marzo de 2014, aunque ya se han especificado precios y equipamientos para poder formalizar las solicitudes de compra- con la incorporación a la interminable gama del constructor alemán del fabuloso Mercedes GLA. Será el quinto SUV de la firma, junto a los GLK, ML, GL y el todoterreno G.

No les voy a aburrir con la descripción de las pautas de diseño exterior e interior del nuevo GLA, se las resumiré apuntando que es tan atractivo visualmente como el Clase A, pero en formato SUV, con el mismo estilo cupé, pero mayor altura, y todo apunta a que con la ventaja añadida de haber incorporado unas plazas traseras con superior habitabilidad, lo que resuelve de un plumazo la principal limitación de su hermano más asfáltico.

Mercedes define su primer todocamino compacto como un vehículo de "diseño avanzado, idóneo para la conducción diaria y también ágil fuera de las carreteras asfaltadas: un híbrido con elementos de varias categorías de automóviles, que interpreta de nuevo y de forma convincente el segmento de los SUV compactos. Asume con soltura cualquier reto en el uso diario y es suficientemente robusto para intercalar pequeñas escapadas de la rutina. Manejable en ciudad, ágil en carreteras secundarias y de montaña y dinámico y eficiente en autopista. El equipamiento de alta calidad, su acabado con precisión en los detalles y la flexibilidad del habitáculo revelan el posicionamiento del GLA como SUV compacto Premium".

Sus compactas dimensiones no son las de un utilitario, sino claramente más amplias. Con 4,417 metros de largura, 1,804 de anchura y 1,494 de altura, un maletero con capacidad para 420 litros (que pueden variar merced a la posibilidad de modificar la inclinación del respaldo posterior), pesos en vacío entre 1.395 y 1.595 kilogramos y neumáticos en medidas 235/50 R18, es cierto que posee un equilibrio exquisito en las proporciones, pero también que tiene un tamaño y volumen contenido a la vez que apreciable.

TODO UN MERCEDES No es que esperásemos otra cosa, pero no por ello íbamos a dejar de recalcarlo. Será más compacto, deportivo y espectacular de lo que ha sido tradicional hasta la fecha en la casa alemana, pero en todo sigue siendo un Mercedes. Y eso implica muchas y brillantes cualidades, comenzando por una moderna, sofisticada, eficiente y completa gama de mecánicas.

Todas de cuatro cilindros, sobrealimentadas y con tracción delantera o a las cuatro ruedas (ya con "la nueva generación de tracción integral permanente 4Matic con distribución plenamente variable del par motor" que incluye asistente en descensos y programa de conducción todoterreno), aportan una potencia en diésel de 136 CV (200 CDI) y 170 CV (220 CDI), en tanto que en gasolina se ofertan dos propulsores, con 156 CV (200) y 211 CV (250). Como es lógico, las versiones que pueden incorporan la tracción integral son la diésel de 170 CV y la gasolina de 211 CV, si bien todas las propuestas se ofrecen también con tracción anterior. Respecto a las cajas de cambios, el diésel de 136 CV y el gasolina de 156 CV disponen de transmisión manual de seis marchas o manual automatizada 7G-DCT, en tanto que el diésel de 170 CV y el gasolina de 211 CV siempre emplean el cambio manual automatizado 7G-DCT, ya sea con tracción delantera o total.

El rendimiento mecánico de estos propulsores también es muy elevado. El diésel GLA 200 CDI cuenta con 2.143 cc, 136 CV y 300 Nm, alcanza los 205 km/h y consume de media entre 4,3 y 4,5 litros, con unas emisiones medias de CO2 entre 114 y 119 gramos por kilómetro, lo que le exime de tributar por el Impuesto de Matriculación. El 220 CDI, también con 2.143 cc, entrega 170 CV y 350 Nm, llega a 215 km/h, gasta de media entre 4,4 y 5,1 litros y emite de 115 a 132 gramos de CO2 por kilómetro. El gasolina GLA 200, con sus 1.595 cc, aporta 156 CV y 250 Nm, se estira hasta los 215 km/h, demanda entre 5,8 y 5,9 litros de promedio y presenta unas emisiones medias de 135 a 139 gramos. Por último, el potente GLA 250 emplea un motor de dos litros (1.991 cc) con 211 CV, 350 Nm, 230 y 235 km/h de velocidad máxima, consumos medios entre 6,0 y 6,6 litros y emisiones medias de 141 a 154 gramos de CO2. En estos registros tan brillantes de prestaciones, consumos y emisiones también tiene un lugar destacado, además de su contenido peso, la afinada aerodinámica del GLA, cuyos Cx de 0,29 y Cx X A de 0,66 m2 son dos valores realmente sobresalientes.

Por último, el capítulo de equipamiento completa un magnífico vehículo con una excelente dotación de serie, con elementos reseñables como el sistema de alerta de cansancio o el asistente para evitar colisiones por alcance, junto a una serie interminable de mecanismos de seguridad, confort y conectividad opcionales que harán del GLA un coche de auténtico capricho. Asimismo, los precios se sitúan en unos términos muy razonables, con los diésel entre 31.150 y 39.400 euros y los gasolina fluctuando entre 35.600 y 45.500 euros. En Mercedes parecen estar abonados al éxito, sobre todo con ese GLA diésel de entrada y la estrella que luce en su calandra.