pamplona - Koxka se encuentra lejos de haber despejado su futuro, pero al menos cuenta ya con dos proyectos de viabilidad presentados a su administrador concursal. Uno ha sido elaborado por un grupo de directivos y el otro, conocido ayer, lo respaldan alrededor de 150 trabajadores de la compañía que formarían una sociedad anónima laboral y que prevé dar empleo ya en 2017 a “todos los miembros de la plantilla que han mostrado interés” en sumarse.
“Nuestro objetivo principal era evitar el achatarramiento de la empresa”, explicaba ayer Ramón Salinas, uno de los trabajadores que se ha encargado de la elaborar el proyecto y que ha suscrito asimismo el documento de adhesión. Este contempla el compromiso de aportar 25.000 euros al capital de la compañía, que saldrían del bolsillo de los trabajadores: de sus ahorros o de capitalizar su desempleo. Todo ello supondría un capital inicial de 3,75 millones de euros que supondría en torno al 51% de las acciones de la compañía. Este colectivo de trabajadores está buscando un socio que aporte una cantidad de dinero similar y que tenga un compromiso de permanencia de entre cinco y siete años.
“Nuestro proyecto tiene un fuerte componente social”, explica Salinas, quien destaca que está pensado “para que nadie quede fuera” si desea participar como socio. Por ello, se prevé la posibilidad de que, aquellos que no dispongan de los 25.000 euros puedan aportar una parte del salario durante un tiempo hasta completar el capital. El proyecto arrancaría con 39 trabajadores socios “en cuanto sea posible”. A ellos se incorporarían 51 personas en 2016 y otros 73 en 2017, hasta llegar a un total de 163. “Cada año habría 20 eventuales que se irían rotando”, añadía Salinas.
El proyecto parte de la situación de insolvencia en la que se encontraba Koxka, con una deuda superior a los 26 millones de euros, y de la que quedaría liberada en buena medida la compañía tras el proceso concursal. Por ello, la voluntad es contar con aquellos proveedores que deseen continuar trabajando con Koxka y que han padecido en mayor medida la entrada en barrena tras la gestión de Ingersoll Rand y la venta al fondo buitre Eveac.
A partir de ahí, y con la ayuda de ANEL (Asociación Navarra de Empresas Laborales) los trabajadores han elaborado un plan de negocio que prevé una mejoría de la demanda y una ajustada estructura de gastos, con sueldos de unos 24.000 euros de media. “Después de años de crisis, en las que los grupos de distribución apenas han renovado sus supermercados, parece que ahora han retomado los planes de inversión, así que hay mercado”, explicaba Salinas, que recordaba el prestigio de Koxka y la base de clientes tejida durante décadas de actividad.
Salinas destaca otro de los puntos fuertes de su propuesta: “Los trabajadores sumamos 2.115 años de antigüedad en Koxka, lo que se traduce en know how”. Una garantía de calidad para una empresa que, a su juicio, sigue teniendo futuro.
apuntes
Impacto social. Los 163 empleos que mantendría el proyecto, sin contar a las empresas proveedoras, suponen parte o el total del sustento de 435 personas entre cónyuges o hijos de los trabajadores.
El 52% más de 45 años. De la plantilla que se sumaría a la SAL, más de la mitad supera los 45 años, una dificultad muchas veces para encontrar un empleo.
2017, entrada en beneficios. El plan de negocio prevé que la empresa entre en beneficios en el segundo trimestre de 2017. Para ese año la empresa facturaría algo más de 22 millones de euros.
Nueva maquinaria y repuestos. Con miles de máquinas distribuidas por todo el mundo, la fabricación de repuestos es otra de las vías de ingresos que se contempla.
Decisión del juez. Con el concurso en fase de subasta y declarado culpable tras la gestión hecha por Eveac, la útima palabra la tiene la juez de lo Mercantil, quien decide teniendo en cuenta el informe del administrador concursal.
Un año sin actividad. Es una de las grandes dificultades que tiene Koxka, cuyos últimos propietarios dejaron de pagar a los proveedores a mediados de 2013.