Históricamente el sector agrario y ganadero ha sido una parte fundamental de la economía navarra. La mayor parte de la población vivía en los pueblos y subsistía del trabajo en el campo, hasta que a mediados de los años 50 la gente fue emigrando a las grandes urbes y abandonando los oficios tradicionales en lo que se conoce como el éxodo rural. Tras ello, se produjo una progresiva industrialización del sector primario que puso en riesgo la supervivencia de pequeños agricultores y ganaderos, que, pese a las dificultades, defendían la idea de seguir viviendo del campo en sus pueblos.
Es por esto que hace unos años, a iniciativa del sindicato agrario EHNE, nació Bizilur, un proyecto integrado por más de treinta trabajadores del sector que busca fomentar la venta directa de alimentos y que el próximo 1 de julio desarrollará su mercado agrario estacional. “El objetivo de este proyecto es acercarnos al consumidor y que él se acerque a nuestros mercados. Se trata de explicarles cómo trabajamos y que entiendan los procesos de elaboración”, comenta Aitor Azkarate, miembro de Bizilur y ganadero ecológico desde 2003. En su caso, se dedica a la elaboración de productos de bovino porque en su casa se dio el cambio generacional y le motivaba trabajar con el ganado.
La venta directa que quieren potenciar con esta iniciativa, consiste en el empleo de canales cortos de comercialización que favorezcan una relación directa y estable entre el productor y el consumidor. De esta manera, se busca establecer “relaciones de confianza” en la cadena de valor alimentaria, indica el panadero de Lakabeko Okindegia, Iosu Ortigosa, quien tenía “la ilusión de elaborar pan propio” y que ha acabado creando “una panadería ecológica pionera en Navarra”.
Mariana Cunchillos, una de las compañeras de Aitor y Iosu, se dedica, junto a su marido y su hijo, tanto a la ganadería como a la agricultura ecológica. “En 1992 nos hicimos cargo de la finca familiar y siempre habíamos deseado vivir en el medio rural”, relata. Mariana defiende la idea de que los trabajadores de su sector tienen que desmarcarse de la agricultura comercial que es “tóxica para las personas y para el medio ambiente y además es muy especulativa”. “Nuestra diferencia es que nosotros elaboramos productos de calidad siendo respetuosos con el entorno natural”, aclara.
Soberanía alimentaria
La supervivencia de los pueblos y del medio rural
Una lucha constante
La globalización de los mercados, los acuerdos transnacionales que priman las importaciones y las políticas agrarias que han posibilitado la industrialización del sector primario han llevado a la desaparición de muchos trabajadores rurales. Actualmente, los agricultores y ganaderos suponen el 4% de la población activa de Navarra, mientras que hace diez años rondaban el 9%.
Ante esta situación, Maider Agirrebarrena, una baserritarra que trabaja en la elaboración de quesos de oveja, detalla que en Bizilur lo que quieren es “potenciar la pequeña tienda frente a las grandes superficies” con el fin de reducir al máximo el abismal margen que existe entre las grandes compañías de supermercados y el pequeño comercio.
“Este proyecto no solo es para defender nuestros productos, también es para luchar por nuestro modelo de oficio y por mantener una determinada manera de vivir”, destaca Mirian Otxotorena, ganadera de ovino y, al igual que Maider, elaboradora de queso de oveja. Estas dos mujeres vieron en sus pueblos una oportunidad para asentarse y vivir adaptándose al ritmo de la naturaleza y de los animales. “Me casé con un ganadero y para poder vivir en el pueblo, apostamos por el caserío y por las ovejas”, narra Maider, a quien le apasiona su profesión, un trabajo que “se ha hecho desde antaño en estas tierras”.
Tanto ellas como el resto de sus compañeros de Bizilur luchan por poder vivir del medio rural y en él, por elaborar alimentos sin transgénicos y respetuosos con el medio ambiente y que los consumidores puedan elegir entre más productos que los que se venden en las grandes superficies y, en este caso, más ecológicos.
Al final la perseverancia da sus frutos y pese a que la situación podría ser mejor, los miembros de la iniciativa están satisfechos con la acogida que tiene el proyecto. Y es que, tal y como explica Imanol Ibero, presidente de EHNE, últimamente “los consumidores están siendo más conscientes de que existen otras relaciones de consumo” y ahora existe una mejor situación que hace cinco años. Imanol, además de presidir el sindicato agrario, también es vitivinicultor y miembro de Bizilur, y lleva dedicándose a la producción de vino desde hace cuatro años. Su pretensión es poder vivir en su pueblo, Aibar, y de sus recursos.
Coincidiendo con el análisis de Imanol, Fulgen Sutil, el más veterano de ellos, relata que están “en la pelea” por la supervivencia de lo pequeño. Lleva 25 años trabajando como viverista en una plantación ornamental. En su caso, la pasión por las plantas se convirtió en su profesión ya que “como cualquier otra actividad agraria, engancha”. “El modelo tradicional está decayendo, pero en los últimos años, con cierto aire de modernidad, iniciativas como Bizilur hacen que nuestras actividades puedan seguir desarrollándose”, comenta.
El pequeño comercio
Grupos de consumo y mercados estacionales
Dinamizar los barrios
Dentro de Bizilur se siguen dos dinámicas de trabajo. Por un lado, están los mercados estacionales que se llevan a cabo cuando comienza una nueva estación con la colaboración del Ayuntamiento de Pamplona. Este año ya se ha celebrado el de primavera el 1 de abril, el de verano tendrá lugar el próximo 1 de julio, el de otoño se desarrollará el 7 de octubre y el de invierno, el 23 de diciembre. Los productos son de temporada y todos ellos han sido elaborados con razas y semillas autóctonas sin transgénicos.
Por otro lado, han desarrollado dos grupos de consumo, uno en San Juan y otro en Huarte, con la posibilidad de crear más si los productores y los consumidores van en aumento. El objetivo es claro: apoyar a los pequeños comerciantes y crear dinamismo entre las diferentes personas que habitan en los barrios y en los pueblos. Estos grupos de consumo hacen un reparto semanal de verdura y, además de los vegetales, también existe la opción de comprar el resto de productos. Todos ellos son alimentos locales, de temporada y sin transgénicos que están enmarcados en la iniciativa ARCO (Agricultura de Responsabilidad Compartida) y se venden de manera directa al consumidor.
Cada persona que quiera adquirir estos productos abonará 50 euros mensuales si lleva una cesta familiar cada semana o 35 si la cesta es individual. “El compromiso de las personas que quieran comprar en los grupos de consumo es de un año y tienen un mes de prueba”, explica Mariana. Esto es así para que los productores puedan planificar bien las cosechas y los trabajos de siembra.
carta de compromisos
Participación, proximidad y colaboración
Dimensión humana
Los deberes y responsabilidades no solo corresponden a los consumidores, también, y muy especialmente, a los miembros de Bizilur. Para entrar a formar parte del proyecto, todos ellos deben suscribir una carta de compromisos, que suponen una garantía participativa que tiene su base en dos principios: la voluntad y el compromiso de cada uno de sus miembros y la relación social y el conocimiento mutuo, en una escala de territorio de dimensión humana. La consecución de estas premisas se logra con una serie de deberes que los productores deben acatar, como son el vivir de su oficio de campesino, trabajar con razas y variedades locales, seguir un modelo agroecológico, la autonomía de la granja, colaboraciones en el territorio, estar en relación con los ciudadanos y defender la soberanía alimentaria de Euskal Herria.
Empresa: Legarbeko Karakolak. Begoña Goikoetxea se dedica a la cría de caracoles en Etxarri Aranatz. Comercializa caracoles vivos y cocinados.
Empresa: Egillor Borda. Mariana Cunchillos, Franco Malucelli y Haritz Migueliz producen ternera y potro lechal ecológico desde 1992, al hacerse cargo de la finca familiar en la localidad de Irurozki.
Empresa: Cooperativa Trigo Limpio. Patxi Antxorena se dedica a la ganadería de bovino en Garralda y Juan Martin Elizondo a la de equino en Aribe.
Nombre: Lorenzo Sarratea. En Elizondo, se dedica a la elaboración de carne de cerdo.
Empresa: Cooperativa Trigo Limpio. Manolo Andueza cría cordero lechal y ternasco ecológico en Oronoz.
Empresa: Dutarimuno. A la producción de huevos ecológicos se dedica Mikel Alzuart en la localidad de Arizkun.
Empresa: Guneko. Igor y Mikel Olite también producen huevos en San Martín de Unx.
Empresa: Irulegi. Joseba Etxarte es otro de los productores de huevos que forma parte de Bizilur y es vecino de Idoate.
Nombre: Andoni Muñoz. Tiene su ocupación en la agricultura de hortalizas ecológicas en Huarte.
Empresa: Jeingenekoa. Aberri y Urtzi Barandalla llevan doce años dedicados a la transformación de productos de bovino como leche y queso en Etxarri Aranatz, ya que desde siempre han tenido afición por la ganadería y la agricultura.
Empresa: Jauregia Esnekiak. Los hermanos Azkarate comenzaron a producir leche, queso y yogures de vaca en su pueblo, Aniz, en 2003, por su motivación con el ganado y cuando se dio el cambio generacional en su casa.
Nombre: Joseba Villacorta. Se dedica a la industria de la miel desde Izurzu.
Empresa: Erlandere. En Arbeiza, Miren Lizasoain se dedica a la elaboración de miel ecológica.
Nombre: Angel Linzoain. En Iragi, produce queso de oveja lacha.
Empresa: Antsonea Gaztak. Maider Agirrebarrena y su marido Peio se dedican a la producción de queso de oveja lacha desde hace ocho años cuando apostaron por vivir del caserío que poseen en Uztegi.
Empresa: Axuribeltz. Mirian Otxotorena es ganadera de ovino de leche y elaboradora de queso de oveja en Iturgoien.
Empresa: Pittika. Patricia Tornero Vidal vive en Erratzu y allí elabora queso de leche de cabra ecológico.
Empresa: Viveros Sustrai. A Fulgen Sutil hace 25 años le enganchó la plantación de flores y desde entonces lleva dedicándose a ello en Etxauribar.
Nombre: Javier Munarriz. Trabaja con aceite y conservas ecológicas en Allo.
Nombre: David Ruiz. Produce aceite desde Baquedano.
Empresa: Lakabeko Okindegia. Iosu Ortigosa es panadero en la localidad de Lakabe. Allí abrió una panadería ecológica que es pionera en Navarra.
Nombre: Jesús Ángel Martínez. En Lekaroz, se dedica a la producción de sidra ecológica.
Empresa: Bodegas Lezaun. Edorta Lezaun se dedica a la elaboración de vino en Lakar.
Empresa: Bodegas Mendiko. Imanol Ibero, además de presidente del sindicato EHNE, es vitivinicultor. Decidió dedicarse al mundo del vino ya que su pretensión era vivir de su pueblo, Aibar, y de sus recursos.
Empresa: Artxeko Borda. Ana Sabando fabrica jabones y champús naturales en Baztan.
Empresa: Aritzkurengo Tienduka. En Arizkuren, Xandra elabora jabones, velas y propóleo naturales.