pamplona - UGT y CCOO se preparan para abandonar, quizá ya este mismo año, el edificio de la avenida de Zaragoza de Pamplona en el que tienen actualmente su sede. Las dos centrales sindicales se hallan inmersas desde hace meses en el proceso de selección de unos locales idóneos en superficie y localización que sustituyan a los actuales, propiedad del Ministerio de Empleo y que encontrarían un uso muy diferente.

El cambio de sede, que implica una separación física entre los dos sindicatos con una cierta carga simbólica, no se encuentra todavía cerrado. Pero dos espacios han cobrado fuerza en las últimas semanas como destinos más probables para los dos sindicatos. En el caso de UGT, se está estudiando con detenimiento la posibilidad de trasladarse a Mutilva, a unas oficinas mucho más modernas que las actuales y con capacidad suficiente para acoger a la plantilla del sindicato, de casi medio centenar de personas. El traslado supondría así ganar en comodidad en el trabajo diario, pero también alejarse del centro de la ciudad, por lo que la decisión no genera consenso. “No tenemos una decisión tomada todavía y no preveo que sea pronto”, explicaba ayer Jesús Santos, secretario general de UGT, quien recordaba que había visto otros locales anteriormente sin que estos le convencieran. “Nos tiene que cuadrar por todo. Mejorar la ubicación del actual es imposible, pero este también tiene unos gastos de mantenimiento muy elevados”, admitía.

CCOO tiene claro que su prioridad es mantenerse en Pamplona y en estos momentos la ubicación que cuenta con más posibilidades se encuentra en el barrio de Iturrama, donde se ubicaría en unas oficinas que deberán ser reformadas. “Pero aún no está cerrado”, advierten desde el sindicato, que también tiene claro que los locales deben contar con metros cuadrados suficientes para su plantilla, incluso si esta vuelve a crecer en los próximos años. Y que se trata de una decisión no solo para el presente, sino para el futuro de la organización. “Debe ser accesible para la gente”, explicaban ayer desde el sindicato que dirige en Navarra Chechu Rodríguez.

Ni UGT ni CCOO son los impulsores de un traslado en realidad obligado, que se encuentra motivado por la decisión del Ministerio de Empleo de rentabilizar el patrimonio sindical acumulado en toda España, algunos de cuyos edificios fueron cedidos a las distintas organizaciones sindicales y patronales. Así ha sucedido por ejemplo con la sede de UGT en el barrio de Salamanca de Madrid, que salió a subasta por 8,5 millones de euros y así va a suceder con el edificio de la avenida de Zaragoza de Pamplona, incómodo y poco dotado de infraestructuras para unas oficinas, pero con una ubicación especialmente interesante para otros usos: desde un hotel hasta viviendas. La revitalización del mercado inmobiliario, algo más intensa en el último año, parece convertir el actual en un buen momento para dotar de una mayor rentabilidad a la operación.

Para hacerse efectivo el traslado, en cualquier caso, es necesario que exista un acuerdo entre las tres partes: los dos sindicatos y el Ministerio. Una vez que se haya acordado, se produciría una permuta entre los locales, si bien la propiedad de los nuevos se mantendría en manos del Ministerio, que es quien cede las sedes a los sindicatos, tal y como hace hasta el momento en el caso de UGT, CCOO y ELA.

Patrimonio sindical. Las sedes de UGT, CCOO, la Confederación de Empresarios de Navarra y ELA forman parte del denominado patrimonio sindical acumulado. Está integrado por inmuebles, cuya titularidad corresponde a la Administración General del Estado, que pertenecieron al sindicato vertical franquista, y cuyo uso fue cedido en 1986 a las organizaciones sindicales y empresariales para que pudieran desarrollar las funciones que tienen reconocidas. Corresponde al Ministerio de Empleo la gestión del régimen de cesiones en uso a los sindicatos y asociaciones empresariales. Cada uno de los sindicatos tiene una adjudicación diferente de metros cuadrados.

UGT y ELA, desde antes de la Guerra Civil. UGT reclamó históricamente la devolución del patrimonio que le fue incautado por el franquismo tras el golpe de Estado de julio de 1936. Lo concretó el PSOE en 2005 por valor de 150 millones de euros. Tanto este sindicato como ELA, además de la CNT, ya existían en el primer tercio del siglo XX y sufrieron el expolio.

15

años juntos. UGT y CCOO comparten el edificio de la avenida de Zaragoza desde hace 15 años. CCOO se trasladó hasta las tres últimas plantas del edificio durante 2003. Hasta entonces ocupó el antiguo chalet de la calle Navarro Villoslada y en cuya ubicación construyó posteriormente su sede la Confederación de Empresarios de Navarra. El suelo formaba parte del patrimonio sindical.